viernes 26 de septiembre de 2025
Narcotráfico en el penal de Miraflores

Declararon varios testigos en el juicio a la banda del "Niño J"

La defensa de Apud, que en el penal habría sufrido lesiones la semana pasada, pidió que no sea sometido a pericias.

Se reanudó ayer el juicio por narcotráfico contra tres guardiacárceles y otras siete personas en el Tribunal Oral Federal (TOF), con la declaración de testigos y efectivos de la Policía de la Provincia. Por primera vez desde que se inició el debate, ayer estuvieron presentes los 10 sospechosos junto a sus abogados defensores.

Se trata del remisero Ariel Magno Brandán (49), quien cuenta con el patrocinio del abogado Pedro Vélez, y de los guardiacárceles Lucas Brandán (33), con los letrados Ariel Díaz Sosa y Sebastián Ibáñez; José Alberto Molina (43), con el abogado Marcos Gandini, y Jorge Raúl Valdez (49), asistido por un abogado de apellido Sosa.

Estuvieron, además, el abogado defensor del chofer Raúl Apud (48), Juan Pablo Morales y el defensor oficial Hugo Vizoso en representación de Jacobo Eliseo Jiménez alias “Niño J” (31) y su padre Mario Roque Jiménez alias "Coqui" (61), de Dayana Giselle Sarmiento (31), de Kevin Emanuel Barros (27) y de Cristian Miqueas Barros (31).

En la audiencia anterior, realizada la semana pasada, Apud fue dispensado de asistir al debate porque -según se informó-, había sufrido lesiones (o se habría lesionado), estando alojado en el penal de Miraflores. Por esa circunstancia, en esa audiencia la fiscalía a cargo de Rafael Vehils Ruiz pidió que Apud sea sometido a una evaluación psicológica y física, para que se determine si estaba en condiciones ser sometido al juicio en su contra. Ayer, su defensor destacó la presencia del reo en la sala de audiencias y solicitó que se deje sin efecto el pedido de pericias. La fiscalía se opuso, el Tribunal apoyó esa postura y ordenó que cuanto antes se realicen las evaluaciones médicas.

Entre los testigos que declararon estuvo un efectivo de Drogas Peligrosas de la Policía que entrevistó a una fuente confidencial y su información -que presuntamente complicaba a los tres guardiacárceles-, derivó en una causa penal. Al momento de brindar su testimonio, el oficial no pudo recordar el procedimiento ni como se llamaba esa persona que le dio la información clave, por lo que debieron mostrarle un acta de procedimiento para que recordara.

Se pudo conocer que también declararon "Jota" y su padre "Coqui", y si bien en la instrucción de la causa que llevó adelante el fiscal Santos Reynoso confesaron los hechos, ayer minimizaron las acusaciones. Para el progenitor, no hubo venta de drogas y la supuesta operación narco habría estado vinculada con dos adictos del penal que habrían pedido a alguien de afuera que les compre marihuana para consumo personal. Finalmente el Tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta hoy, cuando se avanzará con más declaraciones de testigos y peritos.

Supuestamente, la banda era liderada por el "Niño J", imputado por "comercialización de estupefacientes doblemente agravado por la participación de tres o más personas organizadas y por haber sido cometido en el interior de un lugar de detención (primer hecho), en concurso real con transporte de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas organizadas (segundo hecho)". Su padre habría sido quien conseguía la droga en Tucumán, mientras que Apud habría participado como chofer de remís para el traslado.

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