Crecen las consultas psicológicas por violencia y acoso escolar
La Lic. Marisol Fullana, psicóloga del Servicio de Psicología del Hospital Interzonal de Niños Eva Perón, confirmó en diálogo con “Mañana Central” de Ancasti Streaming un notable incremento en la demanda de atención por problemas de salud mental en niños y adolescentes, siendo el acoso escolar, la violencia y el ciberacoso algunas de las causas principales.
“Hay una realidad en la provincia. Me parece que es muy alta la consulta en niños y adolescentes y muy pocos colegas que trabajan con niños y adolescentes, y con niños muy pequeños se dificulta aún más”, señaló la licenciada, describiendo la presión que vive el sistema de salud. Esta alta demanda genera listas de espera que dificultan la respuesta inmediata, especialmente en casos que no son considerados de máxima gravedad, pero que igualmente requieren atención profesional.
La profesional detalló que el bullying es un tema “muy actual” y “permanente” que ya no se limita a los adolescentes. “Lo vemos mucho, por ejemplo, en el caso de adolescentes, pero también algo que se presenta en el radio de nueve, diez años”. Explicó que esto se enmarca en un momento en el que los niños “se encuentran muy solos. No están acompañados por adultos, y eso por supuesto que repercute también”. La soledad, según la especialista, actúa como un caldo de cultivo para estos padecimientos, tanto para las víctimas como para quienes ejercen el acoso.
Falta de adultos presentes
La licenciada Fullana analizó que el contexto social actual es un factor clave. “Hay una caída de las figuras de la autoridad. La época ha cambiado completamente. Hay un empuje del capitalismo, del mercado, de las pantallas. También con un auge muy fuerte del mundo laboral por parte de los adultos. Ya no están como antes”. Describió que este cambio no es solo material, por la falta de tiempo, sino también simbólico, ya que los niños y adolescentes encuentran cada vez menos referentes en los que apoyarse para construir su identidad y resolver sus conflictos.
Frente a este escenario, remarcó la necesidad de un cambio de actitud: “La adolescencia ha cambiado, la adolescencia es otra y es necesario que los adultos se ofrezcan a estar disponibles para el adolescente, para el niño, acompañar, abrir un espacio de palabra, de escucha”. Este "estar disponible", insistió, no se trata de una presencia física meramente controladora, sino de una disposición emocional a la escucha y la orientación.
Uso de redes sociales
Respecto a cómo las pantallas han suplantado el rol orientador de los adultos, la licenciada Marisol Fullana expuso: “Antes, cuando un niño empezaba con sus cambios puberales se apoyaba en los padres. Los padres eran figuras que orientaban. Hoy todo está en internet y es allí donde ellos recurren”.
En este sentido, profundizó en la diferencia: “Lo que sucede es que internet es una suma de información que no es lo mismo que la transmisión de un saber, porque la transmisión de un saber la encarna otra persona y con eso se transmite una orientación, se transmite un deseo”. Este fenómeno, afirmó, impacta directamente en la autoestima de los jóvenes, que pasa a depender de “si tienen seguidores, tienen likes”. La construcción de la imagen propia y autoestima queda así librada a la validación externa de las redes, generando una fragilidad emocional sin precedentes.
Consejos para actuar
Para las víctimas de bullying sugirió que la principal recomendación “es brindar la confianza, abrir un espacio de confianza para que, por ejemplo, el niño que sufrió bullying o el adolescente pueda decirlo, porque es algo que cuesta muchísimo”.
La persona que sufre acoso, explicó, suele quedar en un estado de sumisión y silencio del que le es muy difícil salir por sí sola, de ahí la importancia de un adulto que active ese diálogo.
Respecto al acosador, también es crucial una intervención. “En el caso del niño que es quien genera la situación de bullying también es importante poder escucharlo, hablarlo, ver qué hay detrás porque generalmente lo que hay detrás son formas de segregación, de segregar al otro en lo que el otro tiene de diferente”.
La profesional recordó que, desde el psicoanálisis, se entiende que "la agresión es inherente al ser humano", pero la clave está en "aprender también a dominar eso" y en "acompañarlos a los chicos" en la construcción de vínculos más saludables y empáticos.
Por último, sobre la magnitud del problema, aseguró que excede al sistema de salud. “Creo que las escuelas se están ocupando pero la demanda desborda por todos lados", dijo e hizo un llamado a la responsabilidad colectiva, especialmente a los padres: “Cada granito que uno pueda aportar es importante, y sobre todo los papás que están comprometidos, poder hacerse un tiempo. En lo vertiginoso de la vida actual, hacerse un tiempito para acompañar a sus hijos”.n