miércoles 3 de septiembre de 2025
La criptoestafa  || Tras siete meses en Córdoba

Condenado por múltiples estafas, Edgar Bacchiani regresó a Catamarca

El “Trader God" fue condenado a nueve años de prisión en marzo. Retornó ayer por “cercanía familiar”.

Edgar Adhemar Bacchiani nuevamente está en Catamarca. Durante siete meses estuvo en la vecina provincia de Córdoba y ayer ingresó al Servicio Penitenciario Provincial, en Capayán. En marzo último, el Tribunal de la Cámara en lo Criminal y Correccional Nº10 de esta provincia lo declaró culpable en 50 hechos de “estafa”, efectuados entre 2020 y 2022. Bacchiani fue condenado a nueve años de prisión. De acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, ayer, alrededor de las 13.30, regresó a Catamarca. Según se indicó, entre otras cuestiones, por “cercanía familiar”.

En el marco del debate que se llevó a cabo en Córdoba, Bacchiani decidió confesar y admitir su responsabilidad. Dada la confesión, la defensa del acusado, representada por el abogado Eduardo Gómez Caminos, llegó a un acuerdo con la Fiscalía y efectuó un juicio abreviado. Si bien las partes acordaron una pena de 10 años de prisión, finalmente el Tribunal resolvió una condena de nueve años.

Oportunamente, el defensor Gómez Caminos había indicado que las acciones civiles de los damnificados "se van a tramitar en el fuero correspondiente, en la quiebra que se encuentra en pleno proceso en Catamarca con lo cual los acreedores podrán ahí verificar sus créditos y cobrar sus acreencias". Por ello, tras el veredicto condenatorio, había adelantado que Bacchiani iba a continuar privado de la libertad en Catamarca. Bacchiani, quien supo ser conocido como el “Trader God”, es padre de dos niños pequeños. Sus hijos nacieron de las relaciones con Celeste Zaraive Garcés Rusa y de Sofía Piña. Con la intención de estar cerca de sus niños, habría solicitado el retorno a Catamarca.

Causa abierta

En julio último, la Fiscalía Federal de Catamarca, a cargo de Rafael Vehils Ruiz y María Correa, solicitó la elevación a juicio de la causa de las criptoestafas perpetradas por Edgar Adhemar Bacchiani y su séquito de cómplices. En este sentido, los imputados en la causa son acusados, con diferentes grados de participación, por delitos como “intermediación financiera sin autorización agravada”, “lavado de activos”, defraudación” (a través de un esquema Ponzi) y “asociación ilícita”.

En la presentación, los funcionarios judiciales consideraron que se trata de "una de las causas más importantes de la historia judicial de la provincia de Catamarca" y destacaron que la investigación se ha extendido por más de tres años, lo que “ha generado un voluminoso expediente de más de 200 cuerpos” donde están involucrados “una veintena de imputados y más de un centenar de denunciantes”.

La presentación relata todo el proceso investigativo desde que se inició en septiembre de 2020, cuando la Fiscalía Federal tomó conocimiento de que una persona, que se presentaba como "Trader God" en redes sociales, y “se jactaba de ser el pionero en negocios de inversión con criptomonedas, instando a aportar dinero a un fondo de esquema piramidal, fraude conocido como “esquema Ponzi”. Resalta que la actividad se mantuvo hasta los primeros meses de 2022, momento en que cesaron los pagos de las rentas prometidas.

La investigación determinó que Bacchiani, primero a título personal desde 2017 y luego a través de ADHEMAR CAPITAL S.R.L., ofrecía "planes de inversión, garantizando a sus clientes una determinada retribución" con "una renta mensual del 10% al 20% según el plan". La promesa era obtener rendimientos del mercado de criptomonedas y divisas (FOREX).

Los fiscales resaltaron que la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el Banco Central de la República Argentina (BCRA) informaron que ni Bacchiani, ni Adhemar Capital estaban inscriptos para realizar ofrecimiento público de negociación u otra actividad de intermediación en el mercado de capitales. La Gerencia de Fiscalización de Actividades no Autorizadas (GFANA) del BCRA concluyó que Adhemar Capital funcionaba mayoritariamente con fondos de terceros y que los rendimientos reales de la inversión en criptomonedas eran significativamente inferiores (6,13% mensual promedio) a las tasas pactadas con los clientes (12-18% mensual). En ese sentido, determinó que "no todo el dinero recibido de las inversiones eran usadas para comprar más criptoactivos. Parte del dinero era usado también para pagar las rentas a los inversores".

Además, se constató que el sistema "se retroalimentaba con dinero que ingresaba a través del aporte de los nuevos inversores. Configurándose así un esquema piramidal".

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