sábado 25 de enero de 2025
Una bebé habría quedado con secuelas

"Casi matan a mi hija", declaró una madre del Hospital Neonatal

Declaró una nueva ronda de madres que casi pierden a sus hijos por una presunta mala praxis médica.

María Fernanda Martín, mamá de Pilar, y Gabriela González, mamá de "I", declararon este miércoles. Por un lado, Fernanda confesó que su hija recibió un pinchazo en la espalda que le generó una lesión en forma de cicatriz que aún hoy tiene. La beba estuvo 16 días en terapia y hoy en día padece de una escoliosis avanzada y se encuentra en rehabilitación. Ante esta situación, la madre describió: “Le pido a Dios que no la haga sufrir más. Estoy acá hablando por ella. No sé cómo va a quedar, casi mataron a mi hija, la inyectaron mal”.

Asimismo, la madre declaró que no puede asegurar si fue Brenda Agüero quien inyectó a su bebé y lamentó no recordar bien lo que pasó. “No puedo asegurar que Brenda estaba en la sala de parto. En recuperación estuve una hora y media. Brenda me dijo 2 veces que tenía que darle la teta”, indicó.

Por otro lado, Gabriela explicó que su bebé nació el 26 de abril del 2022 y que en ese entonces Brenda Agüero le pidió a la beba, luego añadió: “Se la di, ella giró y me dio la espalda, caminó dos pasos y la beba pegó un grito fuerte, de llanto en serio, como cuando te pellizcan. Entonces, Brenda se acercó hasta su compañera y se la dio. La compañera le dijo 'Ahhh, es con vos que lloran'”.

Luego, agregó: “En el pantalón de abajo tenía una mancha de sangre. La sangre estaba fresca, mojada, y era del tamaño como de la boca de una taza, enorme”. Asimismo, comentó que se cruzó a Brenda Agüero en los pasillos, mientras su beba estaba internada. “Me preguntó cómo estaba mi bebé, yo le dije ‘ahí, mejorando’. Después me preguntó si me habían explicado qué le había pasado y yo le dije que no, que nadie me decía nada”, relató la madre.

Por último, concluyó: “Cómo no iban a saber los médicos lo que tiene mi beba”. Tras el episodio, su hija estuvo 11 días internada en terapia intensiva.

La enfermera Brenda Agüero, integrante del Servicio de Obstetricia del hospital, está acusada por el delito de homicidio calificado por procedimiento insidioso reiterado (cinco hechos). Asimismo, se le atribuyen otros ocho casos con la misma calificación legal, aunque en grado de tentativa.

También se juzga a 10 exfuncionarios y profesionales del Ministerio de Salud de la Provincia acusados por distintos delitos: omisión de deberes de funcionario público; encubrimiento doblemente calificado por la gravedad del hecho precedente y por la calidad de funcionario público; y falsedad ideológica reiterada. Entre otros, están imputados la ex directora del Hospital Materno Neonatal Liliana Asís y el ex ministro de Salud de la Provincia Diego Hernán Cardozo.

La lista se completa con Alicia Beatriz Ariza (enfermera profesional, ex jefa de Enfermería del hospital), Pablo Miguel Carvajal (médico, ex secretario de Salud provincial), Julio Alejandro Tomás Escudero Salama (abogado, ex subdirector de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud), Alejandro Gabriel Gauto (abogado, ex jefe del Área Legales del Ministerio de Salud), Marta Elena Gómez Flores (médica cirujana, con especialidad en Neonatología), María Alejandra Luján, Adriana Luisa Moralez y Claudia Elizabeth Ringhelheim (médica, con especialidad en Obstetricia y Tocoginecología).

Investigación

El juicio por la muerte de cinco bebés y el presunto intento de homicidio de otros ocho en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba se acerca al cierre de la etapa de declaraciones testimoniales, y uno de los últimos testigos en presentarse es Francisco Luperi, el ingeniero que destapó el escándalo. Luperi es esposo de Virginia Zamora, una médica del Neonatal. Cuando ella volvía a su casa le contaba cómo había estado su día de trabajo, como cualquier pareja. Y lo que al principio parecían tristes gajes del oficio, con el tiempo se convirtió en una sólida sospecha de que en el hospital podía haber un asesino serial. Es así que este ingeniero cordobés formuló una denuncia que luego recayó en la Fiscalía del Distrito N° 3 Turno 7, a cargo de Raúl Garzón. Recién entonces, un mes después de las últimas muertes, se empezó a investigar.

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