sábado 30 de noviembre de 2024
Grave hecho de inseguridad en Valle Viejo

Ataque en el country: "Tranquilizate o te vamos a matar, hacelo por tu hijo"

Un comerciante y su familia fueron víctimas de un brutal intento de robo. El hombre tuvo que ser hospitalizado por los puntazos.

“Fue como una escena de una serie de Netflix. Estás cenando con tu familia, comiendo una picada, viendo el partido de Boca y Racing. Es todo felicidad y no te imaginás que pueda pasar algo así”, relató Javier Galia, el hombre que sufrió un brutal intento de robo en su casa en el country "Chacras del Valle Nuevo", en el departamento Valle Viejo. Dos personas encapuchadas entraron en su propiedad y le exigieron la entrega de dinero. Por su accionar y el de un vecino los maleantes se fugaron con las manos vacías, pero Galia terminó hospitalizado con cortes en la cabeza y un tajo en el abdomen.

Galia es contador público nacional y comerciante. El miércoles, aproximadamente a las 21.45, estaba en la cocina de su casa cuando escuchó a la perra que gruñía y ladraba.

“Mis dos hijos de 13 y 10 años se fueron a dormir. Escuché que ladraba la perra y pensé que era por un zorro u otro animal. Mi hijo escuchó esa situación y sale de su cuarto a ver al lavadero y empieza a gritar”, comentó el hombre a El Ancasti. En la casa también estaba su esposa, en su dormitorio.

El comerciante comentó que fue hasta el lavadero y lo sorprendió un hombre que estaba encapuchado y comenzó el forcejeo.

“Intenta agarrarme, me zafo y le meto dos piñas. Lo agarro del cuello, lo tiro contra el piso y le pego”, comentó. Dijo que cesó la agresión cuando vio una escena dramática: un cómplice del ladrón apareció con su hijo levantándolo y tomándolo del cuello. “Le tiro una mano, se hace para atrás y mi hijo se va. Se levanta el que estaba en el piso y saca un cuchillo”, contó. Galia explicó que no había visto en ningún momento el arma blanca y que de haberlo hecho quizás habría actuado de otra manera. No habría ofrecido resistencia.

Durante el forcejeo con el ladrón armado sufrió tres cortes en su cabeza y luego otro en el abdomen. “Me pega en la cabeza y me dice 'tranquilizate que te vamos a matar, hacelo por tu hijo”, explicó.

“Al que le estaba pegando me pega en el cuello, me agarra y me dice 'vos sabés a qué venimos, alguien te vendió, esto es una entregada, dónde está la plata'”. Galia recordó que tenía dinero en su auto y les comenta eso a los delincuentes que lo habían reducido.

“Mis hijos sacaron un bate y un cuchillo para que me suelten y uno de los tipos me dice que mande a mi hija a que busque la plata pero ella se escapa a pedir ayuda. Uno la quiso perseguir pero cayó mi vecino en el auto y se fue. El que me tenía se quiere escapar. Quiso romper el blindex con el bate, no pudo. Lo perseguí y se escapó”, rememoró.

El hombre luego fue auxiliado por personal de una empresa médica privada y fue trasladado en ambulancia al Hospital San Juan Bautista, en donde fue suturado por los cortes.

El hecho fue informado a la Unidad Judicial N° 10 de Valle Viejo y posteriormente tomó conocimiento la Fiscalía de Instrucción N° 1, que está a cargo de Yésica Miranda. Por su parte, personal de la División Investigaciones fue comisionado para el hecho y trabaja en la búsqueda de los sujetos.

Por dónde entraron

Galia sospecha que los maleantes ingresaron por un cerco que da a un descampado y es el lugar por donde ya ingresaron los ladrones en robos anteriores. Sin embargo, aclara el comerciante, ninguno de los hechos había sido de la gravedad del que le tocó sufrir el miércoles a la noche.

“Hay problemas de rateros pero a este nivel de violencia, no”, agregó. Sospecha que el intento de robo fue al voleo o que “podrían haber tenido una información certera pero se equivocaron de lugar”, dijo.

También le dedicó un párrafo a la administración del country. “No invierten en seguridad, en parquización. Se paga un canon enorme y para estas situaciones no aparecen. Hace mucho tiempo que tenemos hechos delictivos. Hace poco le entraron a unos chicos que recién ingresaban al barrio y se llevaron la computadora y otras cosas”.

“Mis hijos quedaron asustados, fue una locura. Cinco minutos de pesadilla. Estoy vivo de casualidad, me salvé y de ahora en más me preocuparé en la seguridad de mi casa porque uno piensa que al vivir en un lugar así debería relajarse, pero no”, finalizó.

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