BUENOS AIRES - El empresario gastronómico Maximiliano Ferrari, quien fue asaltado junto a su esposa e hijas en su vivienda de un country del partido bonaerense de Presidente Perón, aseguró ayer que los delincuentes actuaron con una "saña inexplicable" y que "estaban dispuestos a todo".
El hombre agregó que la peor parte se la llevó su esposa, a quienes "le arrancaron las uñas con un alicate", al tiempo que los delincuentes amenazaron con emplear el mismo elemento para "cortar la lengua" a una de sus hijas gemelas.
"Especialmente se ensañaron con ella (su esposa), nos golpearon a todos, pero a ella en particular la golpearon un montón", relató Ferrari en diálogo con el canal Todo Noticias (TN), quien agregó que como consecuencia del ataque la mujer presenta golpes y lesiones en el cuerpo.
"La saña es casi inexplicable", dijo el empresario, y contó que la violencia comenzó cuando él fue a buscar junto con tres delincuentes dinero que tenía guardado en un sector de la casa.