Cuestionó que la universidad haya sido de las menos transparentes del país y pidió "el fin del relato de la justicia social".
La diputada libertaria Ana Lía Aguaisol Barbosa, apuntó contra el rector de la Universidad Nacional de Catamarca, Oscar Arellano y contra la administración de los recursos en la UNCA, al hacerse eco del informe de la Agencia de Acceso a la Información, que ubicó a la Casa de Altos Estudios de la provincia como una de las menos transparentes del país. Para Aguaisol, es "injusto" el sistema en el que "nadie rinde cuentas, no hay premios al mérito y la universidad dejó de ser una herramienta de progreso para convertirse en un feudo ideológico" y aseguró que el rector es responsable por ello.
La crítica de la diputada de LLA fue publicada en su perfil de Facebook, desde donde aseguró que hablaría "claro y sin eufemismos, como alguien que no vive de la corrección política ni de los privilegios del sistema", y donde compartió una captura de la noticia en la que se señaló que la UNCA era de las instituciones menos transparentes del país.
"Otra vez los mismos de siempre, atrincherados en el discurso de la 'justicia social' y la 'movilidad social ascendente', salen a llorar más plata (que luego no pueden rendir). Y otra vez lo hacen desde las universidades públicas, que se han convertido en cajas políticas opacas, manejadas por burócratas que jamás rinden cuentas y que usan a los estudiantes como escudo moral para seguir exprimiendo a los argentinos más pobres", cuestionó.
Para Aguaisol, "la mentira más grande del estatismo universitario es hacernos creer que las empresas pagan los impuestos con los que se financian las universidades, pero esto no es del todo cierto". "Los impuestos los paga el consumidor. Y como los pobres consumen casi todo lo que ganan, el sistema impositivo los castiga más que a nadie. ¿Cuál es el resultado? Sectores vulnerables financiando carreras eternas de alumnos ricos, abandonos masivos, militancia rentada y una estructura universitaria ineficiente y cerrada sobre sí misma", señaló.
"Acá entra el nombre propio que algunos prefieren no mencionar: Oscar Arellano. El mismo que conduce los destinos de la UNCA y que solo reaccionó cuando quedó expuesto. No por voluntad propia, no por convicción republicana, sino porque los indicadores nacionales dejaron a la universidad entre las menos transparentes del país. Recién ahí, a las apuradas, improvisaron un supuesto 'Portal de Transparencia', como quien limpia la escena después del escándalo. Vergonzoso", apuntó la diputada. En efecto, tras conocerse el relevamiento de la Agencia nacional, la UNCA dijo que estaba en proceso de actualizar su portal web y lo presentó días pasados.
"¿De qué justicia social nos hablan quienes administran recursos públicos sin transparencia? ¿De qué movilidad social ascendente hablan quienes no pueden explicar en qué gastan la plata que sale del bolsillo de los más pobres? La nota publicada en El Ancasti no es una defensa de la educación: es una extorsión emocional para seguir pidiendo fondos sin discutir resultados, sin discutir eficiencia y sin discutir equidad real. Porque la verdadera injusticia está en un sistema donde nadie rinde cuentas, donde no hay premios al mérito, donde no hay sanción al abandono ni al atraso crónico. Donde la universidad dejó de ser una herramienta de progreso para convertirse en un feudo ideológico", apuntó.
"Desde LLA no tenemos miedo de decirlo: la educación no se defiende con slogans, se defiende con honestidad, mérito y respeto por el que trabaja. Becas para el que se esfuerza, transparencia total para el que administra y fin del relato hipócrita que usa la 'justicia social' para justificar privilegios. Arellano y compañía no son víctimas: son responsables. Y el tiempo de la impunidad discursiva se terminó", cerró.
