lunes 18 de marzo de 2024
Análisis

¿Qué nos ofrecen ustedes?

Por Guillermo Alejandro Bordón

Por Redacción El Ancasti

El próximo 12 de septiembre se llevarán a cabo en nuestro país las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y las elecciones generales el 14 de noviembre del presente año. En estas elecciones la Cámara de Diputados de la Nación renovará ciento veinte de sus doscientas cincuenta y siete bancas y el Senado veinticuatro de los cincuenta y cuatro escaños que posee.

Durante estos meses los dos partidos políticos mayoritarios, Justicialista y Radicalismo, realizaron alianzas con otros partidos políticos para hacer un frente fuerte para dar quórum al gobierno nacional y otro para ser oposición. Indudablemente en estos meses ya comenzarán a rondar los diferentes candidatos, algunos buscando ser re electos y otros que por primera vez se presentan, por los medios de comunicación social y redes sociales para mostrarse como las alternativas o los “mesiánicos” salvadores de la economía y sobre todo de la dignidad de las personas. En realidad sabemos que algunas caras se repiten. Sucede desde hace varios años y no sería la excepción en este contexto de puja por el poder.

Candidatos, idoneidad y repartija

Usted como ciudadano y ciudadana seguramente no pierde las esperanzas que esta situación mejore. Pero a su vez, está cansado o cansada de soportar mentiras de supuestas soluciones prometidas y que después pareciera ser que el ganador o ganadora de las elecciones recién se enteran del problema. Los candidatos y candidatas deberán ser mas que creativos para convencer a un pueblo que se siente despojado. Ya no cae bien sacarse fotos en reuniones hechas en el patio de una casa o sirviendo chocolatada para expresar “estamos viendo la necesidad de la gente”. ¿Acaso no sabe la clase política de este país que es lo que está sucediendo?.  Las formas de acomodar el poder y de ejecutar las políticas públicas no condicen con las necesidades básicas o expectativas del pueblo.

En el debate siempre se confunde la política como búsqueda del bien común y la política como acción partidaria. La Doctrina Social de la Iglesia señala que la política tiene “la responsabilidad de edificar el bien común compete, además de las personas particulares, también al Estado, porque el bien común es la razón de ser de la autoridad política. El Estado, en efecto, debe garantizar cohesión, unidad y organización a la sociedad civil de la que es expresión de modo que se pueda lograr el bien común con la contribución de todos los ciudadanos. La persona concreta, la familia, los cuerpos intermedios no están en condiciones de alcanzar por sí mismos su pleno desarrollo; de ahí deriva la necesidad de las instituciones políticas, cuya finalidad es hacer accesibles a las personas los bienes necesarios —materiales, culturales, morales, espirituales— para gozar de una vida auténticamente humana. El fin de la vida social es el bien común históricamente realizable (168).

Los cristianos y las personas de buena voluntad deberán reflexionar bien antes de emitir el voto. Hay que exigir que los pre candidatos y candidatos tengan bien en claro que la política no es para usufructuar los bienes del Estado sino que están al servicio del bien común. Antes de votar deberíamos leer en voz alta el poema de Bertolt Brecht denominada “La canción del Parche y el Abrigo”: “Cada vez que nuestro abrigo está raído vienen ustedes corriendo y nos dicen: ¡No es posible que sigan así!. ¡Hay que ayudarles y por todos los medios!. Y llenos de ira se dirigen a los dueños mientras nosotros, congelándonos, esperamos: Y ustedes regresan triunfantes; nos muestran lo que acaban de conquistar para nosotros: un pequeño parche. Bien, ese es el parche Pero ¿dónde está el abrigo?. Cada vez que gritamos por hambre vienen ustedes corriendo y nos dicen: ¡No es posible que sigan así! ¡Hay que ayudarles y por todos los medios!. Y llenos de ira se dirigen a los dueños mientras nosotros, congelándonos, esperamos. Y ustedes regresan triunfantes; nos muestran lo que acaban de conquistar para nosotros: alguna migaja. Bien, esa es la migaja Pero ¿dónde está el pan?. Necesitamos no sólo el parche sino también el abrigo. Necesitamos no sólo la migaja sino también todo el pan. Necesitamos no sólo el puesto de trabajo, sino toda la fábrica y el carbón y el mineral y el poder del Estado. Bien, eso es lo que necesitamos; pero ¿Qué nos ofrecen ustedes?”.

 

 

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