Los vecinos de la Capital son utilizados como carne de cañón en las estrategias para posicionarse en la interna sindical diseñadas por el secretario general del secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales, Walter Arévalo.
Los vecinos de la Capital son utilizados como carne de cañón en las estrategias para posicionarse en la interna sindical diseñadas por el secretario general del secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales, Walter Arévalo.
La excusa ahora es el “plus” que cobran los médicos, ilícito que ni el municipio capitalino ni mucho menos los habitantes de San Fernando del Valle están en condiciones de resolver. Tal circunstancia poco le importa al señor Arévalo, quien convocó a un paro por tiempo indeterminado de los empleados municipales apenas quedó habilitado por el vencimiento de los plazos de la conciliación obligatoria.
Cría cuervos y te comerán los ojos: Walter Arévalo está cebado en la contemplativa actitud que las autoridades municipales y provinciales sostienen frente a sus desatinos. Debe reconocerse que este del paro por el “plus” médico se lleva la palma, con una particularidad: el SOEM rezonga por el ilegal “plus”, pero no señala un solo profesional de la medicina que lo cobre, ni ha iniciado acción legal alguna en defensa de sus afiliados supuestamente expoliados por la corporación médica. Antes que meterse en tantas complicaciones, resulta más sencillo hacer un paro cuyos efectos sufrirán los capitalinos, justo cuando hay una gran afluencia de turistas.
Los motivos de Arévalo, sin embargo, quedan claros en cuanto se advierten sus ataques a la conducción de la CGT, particularmente contra el dirigente de salud Leonardo Burgos. “Se expresó en los medios diciendo que la medida carecía de materia técnica legal. Más que hablar como un dirigente sindical hablaba como parte de la patronal y eso molestó a los municipales. Queremos el apartamiento de este superhéroe”, dijo al anunciar una movilización.
Ahí está la madre del cordero: el problema de Arévalo no es el “plus” médico, sino sus reyertas con Burgos y compañía.