jueves 28 de marzo de 2024

Escaso movimiento en la actual terminal de Andalgalá

Sólo 4 líneas de colectivos arriban a la Perla del Oeste. Este tráfico de colectivos no justifica, a simple vista, el gasto en otra Terminal.

A dos cuadras de la plaza principal, se erige la actual Terminal de ómnibus de la ciudad de Andalgalá que alberga las cuatro líneas de colectivos que comunican a los habitantes de la Perla del Oeste con el resto del mundo, más precisamente con San Fernando del Valle de Catamarca, Belén, Aconquija, Tucumán y La Rioja, porque la empresa que hacía viajes directos a Córdoba y Buenos Aires levantó sus servicios hace casi tres años.

Ubicada entre la avenida Libertad y la calle Bárcena, el edificio perteneciente al municipio se mantiene en regulares condiciones, tanto en su construcción como en los sanitarios, que actualmente está siendo refaccionado ante las crecientes quejas de andalgalenses y visitantes.

La actual Terminal fue inaugurada durante la gestión de Miguel Curi como intendente, a principio de los años ‘70, y desde allí las sucesivas gestiones, ni de los gobiernos de facto ni de las de la democracia, hicieron mucho para mejorarla. Para quien no la conoce, salvando la distancia y el tiempo, hace recordar a la vieja Terminal de la Capital con sus paredes ocre y marrón pintadas al aceite y con unidades viejas que se contraponen con el servicio que debería tener una ciudad que se precia de ser el polo minero de la provincia y posiblemente del país.

Tiene cuatro andenes para recibir a las empresas Lazo (salidas diarias a las 7 y arribos a las 17), San José Obrero (salidas a la 2 y a las 14 y arribos a la 1 de la madrugada y a las 12.30) y Gutiérrez que une con Tucumán vía Aconquija una vez al día. Asimismo, dos veces por semana una línea de colectivo riojana llega hasta Andalgalá. El resto del movimiento lo completan las líneas urbanas y los viajes de empresas sin bandera a Belén.

Solamente hay tres boleterías, y en una de ellas solamente quedó el cartel de la empresa Chevallier que dejó de ir a Andalgalá, coincidentemente cuando asumió la nueva gestión comunal.

En materia de servicios, en la Terminal hay un comedor y funciona una empresa de taxis en lo que supo ser la estación de control en la planta alta, y en donde también habría funcionado una FM afín al gobierno municipal de José Perea.

En las afueras, la feria artesanal que se extiende hasta Libertad le da vida a la zona y los fines de semana en algunos puestos callejeros se preparan comidas regionales. Lo demás, totalmente descuidado, especialmente el acceso peatonal sobre la Bárcena.

Sin embargo, voces de la ciudad coincidieron en remarcar a EL ANCASTI que es necesario tener una mejor Terminal, pero reciclándola y haciendo una inversión acorde al tráfico de la estación, que incluya ampliar los accesos para cuando lleguen colectivos de gran porte.

En suma, aunque muchos andalgalenses se ilusionan con un nuevo edificio, en general coinciden en que bastaría con un buen proyecto de remodelación de la actual estación Terminal. Y en que es demasiado gastar 900 mil pesos de los recursos de las regalías mineras solamente en un terreno, sin contar los recursos posteriores que significará la adaptación del nuevo edificio a la exigencias de una estación cuyo movimiento, por lo que se ve hoy, sólo figura en los sueños de los gobernantes de este pueblo.
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