Piden perpetua para los Pinto por el crimen de Ricardo Peñaflor
Ocurrió en 2019 y solo dos de cinco acusados fueron condenados. Dos fiscales exigen que se revea la sentencia.
Los fiscales de Gustavo Montenegro y Alfonso Arce, integrantes de la Unidad Fiscal para la Circunscripción Choya y Guasayán –ubicadas en Santiago del Estero en el límite con Catamarca-, pidieron que se revoque el fallo que condenó a dos de cinco imputados por el brutal asesinato del productor agropecuario catamarqueño Ricardo Peñaflor, ocurrido en el año 2019.
La audiencia, que se llevó a cabo en el Tribunal de Alzada, debió realizarse en abril, pero por diversas razones fue postergada. En el último mes se fijó fecha para que se realice este jueves 28 en forma presencial, pero a último momento de la semana pasada se modificó la agenda judicial y se llevó a cabo el lunes en forma virtual.
Los incidentes que terminaron con la vida de Peñaflor se iniciaron en Chañar Laguna, departamento El Alto, Catamarca, y finalizaron cruzando el límite, del lado santiagueño.
Los fiscales Motenegro y Arce, que estuvieron a cargo de la investigación, cuestionaron la valoración parcial de las pruebas realizada por los jueces Luis Achával, Graciela Viaña de Avendaño y Julio Carmelo Vidal, en el juicio que se realizó en 2022.
Este lunes en la Cámara de Apelaciones pidieron que se revea la absolución por beneficio de la duda de los hermanos Jesús Osmar y Daniel Ramón Pinto, y que sean sentenciados a 18 años de prisión o perpetua como partícipes necesarios.
Además, solicitaron que el ex suboficial inspector de la Policía Lindor Alfredo Rodríguez, condenado por homicidio simple a 18 años de cárcel, sea condenado a prisión perpetua.
Para su esposa, la ex docente Claudia Viviana Pereyra, sentenciada como partícipe secundaria, pidieron perpetua o por lo menos 18 años de prisión como partícipe necesaria.
Las defensas de los cuatro acusados rechazaron el planteo de los fiscales y reiteraron su pretensión de que tanto Rodríguez como su esposa sean absueltos y que se mantenga la absolución de los hermanos Pinto.
Los fiscales pidieron a los magistrados que se tenga en cuenta la gran cantidad de elementos de prueba producidos durante la investigación, entre otros, los informes psicológicos, los informes socioambientales, las pericias y las activaciones de las antenas de telefonía celular.
A su vez, los defensores descalificaron la pesquisa y la labor fiscal, aduciendo que los fiscales se basaron en los relatos de una persona que no estaba bien de sus cabales.
Traición del compadre
Los defensores apuntaron a la declaración efectuada por el quinto imputado, Saúl Jerez (78), quien era compadre de la víctima y por su grave estado de salud fue excluido del juicio.
Antes de que su estado de salud se complicara, Jerez declaró y en su delación introdujo a los hermanos Pinto en la escena del crimen. Con la investigación se logró establecer que hubo amistad entre los Pinto y Peñaflor. En aquel tiempo murió un hermano de los Pinto y su hijo. Ese hecho se lo habrían endilgado en reiteradas ocasiones a Ricardo Peñaflor.
"Pedimos justicia"
Dalma Peñaflor y Dardo Peñaflor, hija y hermano de la víctima, lamentaron la inexplicable mora judicial y destacaron el trabajo realizado por los fiscales.
En diálogo con El Ancasti, confiaron en que los jueces del Tribunal de Alzada, Inés Zamora, Rosa Falco y Juan Carlos Storniol, realizarán un estudio exhaustivo del expediente antes de emitir dictamen.
"El crimen ocurrió el 6 de agosto de 2019. El juicio terminó el 30 de noviembre de 2022, la sentencia se conoció a fines de febrero de 2023 y todavía no podemos decir que se hizo justicia. Es muy difícil vivir así, con solo dos de los cinco sospechosos encarcelados y una sentencia tan cuestionada por los fiscales”, lamentaron.
El hecho
La tarde del 6 de agosto de 2019 los cinco sospechosos estaban en la casa de Jerez, ubicada en la localidad de Chañar Laguna, en el límite con Santiago, cuando llegó Peñaflor. Supuestamente, Peñaflor había pautado con Jerez reunirse en ese lugar para luego ir juntos a una escribanía para firmar documentos relacionados con la venta de un inmueble.
En esa casa, presuntamente los hermanos Pinto redujeron a Peñaflor. El hombre habría recibido una golpiza para luego ser encerrado en el comedor. Poco después llegó Rodríguez y su esposa, le entregaron a Jesús Pinto un envoltorio con dinero o un arma de fuego.
Peñaflor fue reducido y envuelto con trozos de lona y alambres. Lo cargaron en la caja de su camioneta Ford F-100 la que, al mando de Rodríguez y en compañía de Jerez, fue conducida por la antigua Ruta 157, en dirección de la localidad de Brea Chimpana. Supuestamente los Pinto iban en la caja, custodiando y torturando a Peñaflor.
En la provincia de Santiago del Estero estacionaron a un costado de la ruta, en un lugar que no se podía ver desde la nueva Ruta 157, apartado a unos 50 metros de la calzada.
Peñaflor recibió tres disparos -según los investigadores por parte de Ramón Pinto-, pero la ejecución estuvo a cargo de Rodríguez, quien le disparó en la cabeza: el proyectil fue hallado en el lóbulo temporal derecho.
Consumado el crimen y para desorientar las pesquisas, los criminales incendiaron la camioneta con el cadáver en la caja.
Los investigadores hallaron restos de pasto dentro de la cabina y signos de que se usó combustible para incrementar el calor y las llamas. Detectaron que se iniciaron dos focos de fuego, en el habitáculo y en la caja.n