El Ministerio Público Fiscal alertó por el aumento de casos de grooming en Catamarca
La fiscal Paola González Pinto pidió reforzar la prevención familiar ante cambios de conducta, con un diálogo fluido entre tutores y niños, niñas y adolescentes.
En una conferencia ofrecida esta mañana, el Ministerio Público Fiscal, por iniciativa de la fiscal Paola González Pinto, advirtió sobre la creciente proliferación de casos de grooming en la provincia. La funcionaria estuvo acompañada por el abogado Carlos Avellaneda, quien brindó recomendaciones para la prevención y detección temprana.
González Pinto confirmó que en los últimos meses se recibieron alrededor de 25 denuncias, de las cuales 13 fueron catalogadas formalmente como grooming. El resto corresponde a otras figuras penales o a hechos que no constituyen delito. "Sí, hay un incremento notable", sostuvo la fiscal, y remarcó que se trata de "uno de los delitos más fuertes e impactantes en las psiquis de los niños, niñas y adolescentes".
La fiscal explicó que los indicios suelen verse en el comportamiento cotidiano. "Notamos cambios de conducta, niños que se aíslan, que ya no comparten tanto con el grupo familiar. También quienes desarrollan una dependencia hacia los dispositivos y el uso permanente de las redes", señaló. Indicó además que la problemática no se limita a la infancia: "Afecta especialmente a los adolescentes, que ya están insertos en el mundo digital".
Avellaneda, por su parte, detalló el modo en que suelen operar los 'groomers': creación de perfiles falsos, establecimiento de vínculos de confianza y posterior manipulación para obtener información o imágenes de contenido sexual. "Las víctimas empiezan a mostrar cambios de ánimo. Ahí es donde la familia nota los patrones de conducta", explicó. Afirmó que es clave fortalecer la comunicación con los hijos: preguntar con quién hablan, qué aplicaciones descargan y cómo interactúan en las redes. En relación con esto, también recomendó activar los controles parentales de las aplicaciones, doble verificación del correo electrónico del menor y la configuración de privacidad de las redes sociales para limitar contactos con desconocidos. "Es fundamental que los padres tengan fluidez con los niños", advirtió.
Las etapas del grooming
González Pinto describió el proceso como una dinámica progresiva:
Primer contacto del agresor con el menor.
Seducción o confianza, donde se presenta como amigo o referente.
Indagación personal, con preguntas sobre la familia y entorno.
Intercambio de imágenes con contenido sexual.
Manipulación o extorsión, con amenazas solapadas.
En algunos casos, una intención de encuentro físico, aunque no siempre ocurre.
La denuncia como un paso clave
La fiscal remarcó que la denuncia "es fundamental". "Tuvimos casos muy graves donde los niños intentaron suicidarse por la manipulación psicológica", sostuvo. Insistió en la importancia de no borrar conversaciones ni imágenes, ya que constituyen la principal prueba para poder llevar a cabo un proceso judicial. Según informó, las denuncias pueden radicarse en cualquier unidad judicial, fiscalías del interior o en Fiscalía General. En el caso de adolescentes, se puede solicitar asesoramiento sin acompañamiento adulto, para evitar que el miedo a exponerse ante los padres detenga la búsqueda de ayuda.
González Pinto enfatizó que el grooming no distingue clase social "las atraviesa completamente a todas". También advirtió sobre la "intimidad expuesta": la publicación constante de fotos de niños y adolescentes en redes sociales, muchas veces sin mala intención, pero que pueden ser utilizadas por delincuentes. Sobre esto, la fiscal recomendó el uso de filtros de privacidad para evitar correr riesgos. Por último, ambos aseguraron que el control de los padres sobre los niños debe ser "progresivo y basado en el diálogo", ya que revisar el celular de los menores sin confianza puede tornar violenta la situación, lo que resulta contraproducente para mantener la seguridad de los menores.