lunes 2 de diciembre de 2024
Maxi Artero, sobreviviente del choque fatal en Ruta 1

"Dios me protegió e hizo el milagro que hoy me permite estar vivo"

Maximiliano Artero, sobreviviente del siniestro vial del 29 de junio en la Ruta 1 a la altura del Kartódromo de Payahuaico en Fray Mamerto Esquiú, donde perdieron la vida el dirigente deportivo Pablo Yadón y el empresario Fernando D’Agostini, se expresó por primera vez en redes sociales.

Pasaron cinco meses de aquella fatídica noche y momentos de incertidumbre para Artero, que afirma que su fe está intacta y que afronta desde hace un tiempo su recuperación en una clínica especializada en Buenos Aires.

En su carta afirma que fue protegido por Dios y que “volvió a nacer” por salir con vida de semejante desgracia.

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Maxi Artero se recupera. A cinco meses del accidente escribió una carta en redes sociales.

Maxi Artero se recupera. A cinco meses del accidente escribió una carta en redes sociales.

El escrito del "Puma" Artero

Hoy hace cinco meses de esa noche fría de sábado, que al volver a casa de mis suegros donde estaba mi familia tuve ese accidente que nunca esperaba y me cambió la vida. Esa noche casi domingo y, también volví a nacer. Porque estoy seguro que Dios me protegió e hizo el milagro que hoy me permite estar vivo.

No había publicado nada en todo este tiempo, porque no me sentía preparado. Han sido cinco meses muy difíciles y dolorosos tanto físicamente, emocional y psicológicamente. Pero sigo con la fe intacta de que todo esto pasará. Estoy seguro que los tiempos de Dios son perfectos y que lo que él tiene preparado para mí después de esta batalla es un plan divino.

No quería dejar pasar la oportunidad y agradecerles por todo lo que me han ayudado este tiempo, sin ustedes no hubiera sido posible a todos los que me ayudaron con su granito de arena, con sus oraciones o buenos deseos. Esto también es demasiado costoso y el aporte de todos ustedes al largo de este tiempo nos ha traído hasta acá. Tengo mucho por lo que seguir luchando, por más difícil o triste que sea esto. Mis hijos, mi mujer y toda mi familia y amigos, conocidos y desconocidos, Gracias. No quiero nombrarlos para no olvidarme de nadie, Pero nunca voy a dejar de agradecer que en ese sanatorio estuvo colmado de gente preocupada por mí. Dios los bendiga a todos y eternamente gracias. Yo soy fiel creyente y testigo de que los milagros existen y dónde la ciencia no llega Dios sí. Los extraño y los amo un montón.

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