El juez de Menores, Rodrigo Morabito, el martes pasado, indagó al adolescente de 17 años que el pasado 21 de junio habría colisionado su auto Chevrolet Onix contra otro vehículo. El saldo del impacto fue el de una adolescente, también de 17 años, fallecida. Fuentes consultadas indicaron que el chico fue imputado por el delito de “homicidio culposo”. Además, se aclaró que el magistrado aguarda los resultados de las pericias pertinentes, a fin de evaluar la posibilidad o no de agravar su acusación.
El siniestro vial fatal en cuestión se registró el 21 de junio pasado, por la tarde. El adolescente de 17 años, que conducía el Onix, estaba acompañado por Mauricio Herrera (18), y dos chicas, una de 16 y otra de 17 años. El auto circulaba por la Avenida Manuel Navarro, en la zona sur de la Capital. En un momento dado, el Onix colisionó contra otro rodado que se encontraba estacionado y la chica de 17 años falleció horas después, como consecuencia de las heridas por el impacto. Los tres adolescentes ocupantes que sobrevivieron al siniestro vial se encontraban hospitalizados, pero pasados unos días, pudieron dar su testimonio sobre lo ocurrido aquella tarde.
Este caso puntual podría dejar un precedente importante en materia penal juvenil. Si bien, los siniestros viales fatales, por desgracia, son una constante y en lo que va del año ya se registraron 53 fallecidos –en su mayoría personas jóvenes-, es la primera vez en los últimos años que el conductor es un adolescente.
Según las hipótesis, el rodado se habría trasladado a alta velocidad, tras pasar un badén, el conductor perdió el control del vehículo y chocó violentamente contra un Ford Fiesta Max, que estaba estacionado. Este rodado resultó con importantes daños por el violento impacto. Tras el hecho los cuatro adolescentes fueron trasladados de inmediato al Hospital San Juan Bautista. La adolescente de 17 años sufrió graves lesiones al golpear su cabeza con la ventana. Era familiar del conductor del auto. Murió alrededor de las 17 horas en el Hospital San Juan Bautista.
Marco legal
El adolescente que conducía el vehículo fue imputado por “homicidio culposo”, de acuerdo con lo previsto en el artículo 84 del Código Penal Argentino (CPA). “Será reprimido con prisión de uno a cinco años e inhabilitación especial, en su caso, por cinco a 10 años el que por imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión o inobservancia de los reglamentos o de los deberes a su cargo causare a otro la muerte. El mínimo de la pena se elevará a dos años si fueren más de una las víctimas fatales”, indica la ley.
Sin embargo, de acuerdo con lo establecido en la Ley Nacional 27.347. De esta manera, se incorporó al CPA el artículo 84 bis que prevé la pena de prisión de tres a seis años –es decir, aumenta el máximo-, si el conductor se diere a la fuga o no intentase socorrer a la víctima (siempre y cuando no incurriere en la conducta prevista en el artículo 106) o estuviese bajo los efectos de estupefacientes o con un nivel de alcoholemia igual o superior a 500 miligramos por litro de sangre en el caso de conductores de transporte público o un gramo por litro de sangre en los demás casos, o estuviese conduciendo en exceso de velocidad de más de 30 kilómetros por encima de la máxima permitida en el lugar del hecho, o si condujese estando inhabilitado para hacerlo por autoridad competente o violare la señalización del semáforo o las señales de tránsito que indican el sentido de circulación vehicular o cuando se dieren las circunstancias previstas en el artículo 193 bis, o con culpa temeraria o cuando fueren más de una las víctimas fatales. Por ello, para Morabito, el resultado de las pericias resultan fundamentales para agravar o no la imputación.
En lo que va del año, la franja etaria comprendida entre los 16 y los 20 años, registró 12 víctimas fatales. Entre el 1 de enero y el 30 de abril, esta franja etaria registraba seis víctimas fatales. A partir del 1 de mayo, a la fecha, el número trágicamente se duplicó. La mayor cantidad de las víctimas se conducían en motocicletas.