viernes 29 de marzo de 2024
LA CÁMARA PENAL DE TERCERA NOMINACIÓN CONSIDERÓ QUE SE DEBE DESARROLLAR UN DEBATE

Acusado de violento pidió "juicio abreviado", pero no se lo dieron

La defensa y la fiscal acordaron una pena pero el abogado de la querella se opuso al planteo.

Por Redacción El Ancasti

Jorge Ariel Romero está privado de la libertad desde octubre del año pasado. Se sentó en el banquillo de los acusados de la Cámara Penal de Tercera Nominación. Debía responder por los delitos de “robo”, “daño”, “lesiones leves calificadas por haber existido una relación de pareja” y “lesiones graves calificadas por relación de pareja y desobediencia judicial en concurso ideal”. El imputado reconoció los hechos y pidió perdón a Mariana, su ex pareja y madre de sus dos hijos, a la familia de ambos, a la suya y a la de ella.

La fiscal subrogante Myrian López y el abogado defensor Orlando del Señor Barrientos, a fin de realizar un ‘debate abreviado’, acordaron una pena de tres años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo. Este tipo de debate se caracteriza, entre otras cuestiones, porque el acusado reconoce el hecho que se le imputa y, por ello, entre las partes acuerdan una pena. Sin embargo, Sergio Orce, abogado de la querella, se opuso al planteo.

Los jueces Marcelo Soria, Jorge Palacios y Patricia Olmi, tras deliberar durante un cuarto intermedio, resolvieron no hacer lugar al planteo efectuado tanto por la representante del Ministerio Público Fiscal como por el defensor. Según advirtieron los magistrados, ninguno de los delitos que se le habían endilgado a Romero fue cometido en flagrancia (uno de los requisitos para que se realice el debate abreviado). Además, consideraron que, dada la calidad de los delitos imputados, que atentan contra el género, en virtud de lo establecido en la Convención de Belem Do Pará, se debe desarrollar un debate oral y público.

Como el acusado, con el objetivo puesto en el debate abreviado, había confesado los delitos y se declaró culpable, a efectos de mantener la imparcialidad, remitieron el expediente a la Cámara Penal de Primera Nominación.

Pasada la audiencia, Mariana, su ex pareja, expresó su deseo de “que se haga justicia”. Para ella, deberían darle más años y no los tres años y seis meses que se habían propuesto. “Él no se lo merece. Él me golpeó; yo vivía un infierno y mis hijos lo veían. No quiero eso para ellos. Él me pide perdón pero no es así. Los hombres nunca cambian; dicen una cosa y no es así. Quiero justicia y que no le den pocos años, sino muchos más”, expresó, aún conmovida por la audiencia.

La joven remarcó que su ex no cumplió con la orden de restricción. Desde que él está privado de la libertad, aseguró que se siente más tranquila aunque siente temor de solo pensar en su posible salida del Servicio Penitenciario. “Quiero que se haga justicia y que quede adentro porque si sale me va a matar como a las otras chicas. Le pasó a Cecilia Olima; ella no tenía vida. Hoy estoy viva pero si él está suelto me va a pasar lo mismo que les sucedió a otras chicas que están en el cielo. No quiero pasar por eso. ¿Con quién se van a quedar mis hijos? Tengo dos hijos de cinco y ocho años. Quiero cuidarlos yo y no estar muerta en un cajón. Me seguía hasta en mi trabajo. No quiero esa vida”, comentó.

13 denuncias

Debieron pasar tres años y unas 13 denuncias para que los reclamos de Mariana tuvieran eco. Convivieron durante cinco años; tuvieron dos hijos y la pareja se separó en 2016, cuando la situación era insostenible por la violencia.

La primera denuncia la radicó en 2014 y la última, a mediados de octubre pasado, luego de que su ex la golpeara en la boca, la nariz y en la pierna. El saldo: dos puntos de sutura y los niños como testigos. Con las denuncias pasó por las Unidades Judiciales Nº 4, Nº 8 y la Unidad Judicial de Violencia Familiar y de Género, aquella última vez.

“Era muy celoso”, recordó. Convivieron en un barrio en la zona alta de la ciudad. Sin embargo, el mantenimiento de esta familia tenía sus complicaciones. La propuesta por parte de él era simple: “Mientras vos trabajás, yo cuido a los chicos”. Mariana trabajaba de manera precarizada en una cooperativa de limpieza en la Maternidad Provincial 25 de Mayo. Este trabajo no duró mucho y no logró una mejora de condiciones. Solo duró desde diciembre de 2014 a febrero de este año. Le pagaban cada tres meses y aún así era el principal sostén económico de la familia. Según la joven, Romero trabajaba en construcción “cuando quería. Yo trabajaba más que él”.

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