jueves 28 de marzo de 2024
DENUNCIÓ A UN COMISARIO POR LESIONES

"No encontré razón para que me golpeara y acusara injustamente"

Dio su versión de lo sucedido y aseguró que no se robó ningún teléfono celular, como la habían acusado.

Por Redacción El Ancasti

La chica trans golpeada negó haber robado un teléfono celular y haber mantenido relaciones sexuales con un comisario, que la denunció la semana pasada. Al mismo tiempo aseguró que fue golpeada por su condición de mujer trans. “Es por el género que suceden estas cosas. Quiero que se haga justicia”, expresó. Hoy, a una semana de la golpiza, siente miedo si tiene que salir a la calle. Contó que esa madrugada acompañó a otra chica trans, a quien conocía de vista, y que fue ella quien intimó con otras personas. Una salida, el jueves a la noche, terminó de una manera inesperada; se convirtió en una experiencia difícil para una chica trans de 23 años. Un comisario la acusó de haberle robado el celular y la agredió en la calle. La joven lo denunció y la investigación está en curso. El fiscal Ezequiel Walther ya dispuso las primeras medidas.

La chica trans recibió a El Ancasti en su casa. Contó que está cursando para finalizar la escuela secundaria, que es de la Capital y que tiene familia. También dejó en claro que no es una trabajadora sexual, “que le hace falta” y que jamás “intimó” con las personas involucradas en esta situación. Por esta difícil experiencia, prefirió que su identidad sea preservada.

Quiso dar su versión de lo que ocurrió entre la noche del jueves y la madrugada del viernes. Con un tono calmo y de manera pausada, relató cómo sucedieron los hechos. Indicó que esa noche salió con una amiga –una mujer que no es la que se mencionó con anterioridad- y dos amigos. Los cuatro fueron a bailar a Clown Disco. “Llegamos y estaba esta chica trans, que la conozco de ahí; la habré visto dos o tres veces. La saludé. Al salir, mi amiga lleva a uno de los chicos en la moto y me dice ‘después te vengo a buscar’. Ella, la chica trans, viene en un auto y me dice ‘vamos, te acerco’. Le dije que no pero insistió y acepté”, detalló.

Con el auto, pasaron por la avenida México, en la zona norte capitalina. Los chicos les preguntaron si querían tomar algo y ella les dijo que no, “me tengo que ir a mi casa”. Aunque su plan era volver a su casa, la otra chica le pidió que primero la acompañara. “Les digo ‘no, no los conozco’. Era la primera vez que veía a esos chicos. Eso mismo dije cuando fui a dar mi denuncia”, remarcó.

Llegaron a una casa y se bajaron del auto. En este punto del relato, destacó que se había dicho que le habían pagado para intimar y aclaró que no fue así.  “Es totalmente mentira; jamás intimé con ninguno de ellos. La otra chica entró en la habitación con uno de ellos. Me quedé en el comedor con dos de ellos; pusieron música y estábamos tranquilamente. Pasaron cinco o 10 minutos, la chica sale y me dice ‘vamos’”, contó. Sorprendida por esta nueva situación, le preguntó “¿no me iban a acercar a mi casa?”. A las apuradas, su conocida la hizo bajar por las escaleras. Salieron de ese lugar y comenzaron a caminar. Habían hecho unos días pasos cuando su compañera pudo tomar un remís. Se fue sin decir ni chau. “Me dejó sola y seguí caminando tranquilamente”, comentó.

Pasado un breve instante siente que alguien desde atrás gritaba “¡Vos me robaste el teléfono!”. Se quedó parada; un auto se detuvo y bajaron tres personas. “Dame el teléfono”, le dijeron. “¿Qué teléfono? No tengo ningún teléfono”, respondió ella. “Sí, vos lo tenés”, insistieron y le dieron el primer golpe. “Tenía unas botas que eran súper altas y me caí; di en el cordón con las rodillas. Me seguían golpeando y llorando les pedí que no me golpearan más, que me revisaran, que yo no tenía nada. Me seguían pegando y creo que perdí la noción. Me habré desmayado porque recuerdo cuando estaba el móvil. Le dije al policía que venía en el móvil: ‘revisame, yo no tengo nada’. En ese momento, el hombre dice que era comisario. Era la primera vez que lo veía. Me agredieron verbalmente”, detalló.

Tras la agresión y la llegada del móvil policial, lo primero que hizo fue subirse al patrullero. De esta manera, se sintió un poco más segura. “Me subí sola porque me sentía insegura y tenía miedo de que me siguieran pegando. Pedí en la comisaría que me revisaran porque no tenía nada. Entonces, estuve demorada. Cuando me dieron la libertad estaba nerviosa. Era la primera vez que estaba en una comisaría; estaba nerviosa, con miedo. Al otro día denuncié por las lesiones que tenía. Me revisó el médico del Cuerpo Interdisciplinario Forense (CIF). La verdad, siento que fue hacia mi género por el simple hecho de tener una diferencia sexual”, contó.

Violencia

El colectivo de diversidad sexual durante muchos años sufrió agresiones físicas y verbales. En este caso, la golpearon tras haberla acusado de robarse un celular. También  podría tratarse de un caso de justicia por mano propia.

En esta ocasión, esta joven mujer trans consideró que “es por el género que suceden estas cosas”. En un principio, se mantuvo en silencio porque, según dijo, “no quería movilizar las cosas; me sentía con miedo” pero, con el correr de los días, cambió de postura. “Quiero que se haga justicia por lo que me hicieron porque no encontré razón alguna para que me golpeara y me acusara injustamente. No tuve nada; no me hacía falta. Es la primera vez que me pasa algo así en la calle y me quedó el miedo. Tengo miedo de salir”, expresó.

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