Por estos días, sabrá diosito porqué, alguien amaneció con urgencias, lanzó en las redes y se viralizó una nueva: ponerle nombre al Predio Ferial Catamarca y hasta tiran con seguridad y aparente autoridad uno: Eduardo Brizuela del Moral (ex diputado nacional, senador nacional, rector de la UNCa, intendente de la ciudad de S. F. del V. de Catamarca y gobernador de la provincia).
Mas allá de las buenas decisiones, éxitos, fracasos, errores, brillantes acciones, etc., que haya tenido el sr. Brizuela del Moral, fue nuestro gobernador, elegido por el pueblo para que administre la provincia desde 2003 hasta 2011. Para esa tarea de gobernarnos, a la que accedió voluntariamente, le pagamos -con nuestros impuestos- un sueldo para llevar adelante obras -en este caso- que beneficien a Catamarca y que sean hechas con probidad, honestidad, sapiencia, corrección, visión de futuro y excelencia.
En cumplimiento de esas funciones ejecutó la brillante idea de crear un Predio Ferial para que albergue -entre otras actividades- a la Fiesta Nacional del Poncho y con ella a otras acciones relacionadas con la cultura, turismo, etc. Es así como se asentaron el Taller Artesanal de Alfombras, la Dirección de Antropología, el Museo del Poncho y el propio Ministerio de Cultura y Turismo.
¿Fue una buena obra?, sí, fue una brillante obra.
Pero, me huele a que ya está enquistado en nuestro ácido desoxirribonucleico el nucleótido de poner nombre de gobernantes a las obras que -como parte de sus obligaciones- llevan a cabo.
Es como si un árbol no nos dejara ver el bosque.
Ayúdenme a deducir. Si el Predio Ferial contiene a la FNP como la gran estrella, Feria del Libro y a otras actividades relacionadas con la cultura (folklore, tradiciones, historia, etc.), turismo y otras conexas, ¿no estaría bueno que nos olvidemos de los políticos, gobernantes y otros mandatarios y centremos nuestra atención en aquellos próceres que abrieron un camino fundamental, dejaron una huella indeleble y un legado casi sagrado de nuestra identidad y cultura popular?
Dejo un listadito -seguramente incompleto- de catamarcanos que sin que sea su obligación, dedicaron su vida y en algunos casos la dieron, sin recibir paga alguna para rescatar, difundir, promocionar nuestra identidad:
Manuel Acosta Villafañez
Margarita Palacios
Juan Alfonso Carrizo
Luis Leopoldo Franco
Selva Gigena
Polo Giménez (aunque nació en Córdoba)
Juan Oscar Ponferrada
Luis Varela Lezana
Jorge Bermúdez
Laureano Brizuela
Adán Quiroga
Ramon Rosa Olmos
Si no, le estaríamos dando las gracias al cajero porque nos dio plata…