En medio de las calamidades económicas que agobian a la Provincia, encuadradas en la caída de recursos fiscales y la sostenida recesión nacional, el afianzamiento de la apuesta del Banco Macro en Catamarca se destaca como un indicio alentador. Se trata de una entidad privada que refuerza su presencia institucional en un momento de particular incertidumbre.
La institución financiera tiene ya una sucursal catamarqueña, pero en las últimas horas extendió sus puntos de promoción y atención para ofrecer servicios a Santa María, Belén y el complejo industrial El Pantanillo.
Estas inauguraciones formaron parte de una agenda que concluyó ayer con la jornada dedicada a la actividad minera, de la que participaron el gobernador Raúl Jalil y sus pares de Salta y Jujuy, Gustavo Sáenz y Carlos Sadir, que conforman la Mesa del Litio.
El refuerzo de la presencia institucional del Macro en Catamarca está estrechamente vinculado con las posibilidades que se abren no solo con la minería, sino con el efecto económico multiplicador que entraña su desarrollo. Esto es significativo, porque suma una voz relevante del ámbito privado al discurso oficial en ese sentido, al que pueden atribuirse intencionalidades políticas.
“Creemos que Catamarca tiene un potencial enorme en función de la minería y desde el Banco Macro vemos que este recurso también va a hacer grande a la Argentina, tal como lo fue el agro en los últimos cien años. Por ello, entendemos que la minería en los próximos cien años le va a aportar muchísimos recursos a este país. Catamarca, junto a otras provincias del norte del país como Salta y Jujuy, seguramente va a obtener grandes ventajas sobre eso, porque tienen grandes recursos. Por eso es muy importante para nosotros como privados el acompañamiento que podamos hacer en materia de servicios a los clientes”, dijo Jorge Brito, propietario de la entidad, que estuvo en la provincia junto al CEO Gustavo Manríquez.
Al inaugurar las instalaciones en Belén, el gerente de distribución y ventas del Macro, Francisco Muro, se expresó en el mismo sentido.
“Sabemos que estos sectores tienen un componente muy importante en el desarrollo de la provincia. Dentro de los ejes estratégicos, el Banco está acompañando también esa industria y estos puntos de promoción y servicios tienen que ver con acercarnos al lugar donde, en definitiva, se produce esta actividad, para ofrecerles nuestros servicios, no solo las empresas, sino también a todos los trabajadores de cada una de ellas”, explicó.
Bajo el lema “Pensar la Minería en Grande”, la Tercera Conferencia Anual de Minería convocó a más de 300 representantes de las principales empresas del sector que invierten en el país, cámaras mineras y de proveedores y representantes del ámbito comercial, aparte, obviamente, de las representaciones gubernamentales.
Manríquez coordinó el panel inicial ayer, titulado “Minería: una oportunidad histórica para la región NOA”, en el que Jalil, Sáenz y Sadir dialogaron sobre el impacto de la actividad minera en la región. El intercambio de los mandatarios giró en torno a la necesidad de robustecer la licencia social para la minería, el cuidado del medioambiente, las prerrogativas que tienen las provincias para el control de sus recursos naturales y los puestos de trabajo directos e indirectos que genera la actividad, con sus consecuentes beneficios económicos.
Según Jalil, la minería ya creó 6.500 puestos de trabajo en Catamarca. n
