¿Quién se atreve a "remar contracorriente"? La pregunta correcta de una gesta heroica
Por Juan José Sánchez (*)
Se viene desarrollando una remada histórica: un grupo de ribereños del río Paraná se han embarcado en una marcha titánica: “Remar Contracorriente, por el agua y la vida”. Se trata de una iniciativa comunitaria de elemental sobrevivencia. Busca proteger el río Paraná y sus ecosistemas de la explotación y privatización. El modelo actual de la hidrovía Paraná-Paraguay amenaza la biodiversidad, los humedales, la seguridad hídrica y la base de sustentación material de sus comunidades.
Inspirados en la gesta protagonizada por dos pescadores artesanales del río Paraná: Luis “Cosita” Romero y Raúl Rocco, que en el año 1996 remaron en la canoa “Enamorada del río” durante 22 días desde Ituzaingó, provincia de Corrientes, hasta Paraná, Entre Ríos, para concienciar a las comunidades costeras sobre la importancia de proteger su río y evitar la construcción de una megarepresa hidroeléctrica que, financiada por capitales extranjeros y apoyada por los gobiernos argentino y estadounidense, amenazaba con devastar el Paraná Medio. Este proyecto tenía graves consecuencias ambientales, sociales y ecológicas, pero gracias a una fuerte movilización popular, se logró detener mediante la sanción de la Ley de Entre Ríos N° 9.092/97, también conocida como la “Ley de la Libertad de los Ríos”. Ahora, reeditando esta gesta, el mismo pescador que hace casi 30 años remó contra la corriente, Luis “Cosita” Romero (miembro del Movimiento Nacional CUIDADORES de la Casa Común en Entre Ríos) junto a otros pescadores y referentes comunitarios, lidera una nueva remada, recorriendo el Paraná desde Clorinda en Formosa hasta Rosario en Santa Fe, con paradas en distintas localidades de la cuenca para visibilizar los problemas que enfrenta el río y promover la acumulación social en post de una causa justa.
Esta actividad es el centro de una acción mayor. La campaña “Remar Contracorriente por el Agua y la Vida” comenzó el 2 de febrero, “día mundial de los humedales”, y culminará el 22 de marzo en el “día mundial del agua”. Participan de esta campaña, centenares de organizaciones de los 33 países de América Latina y el Caribe, en el marco de la “Red Eclesial Justicia y Paz en la Patria Grande” del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), quienes convocan a una serie de acciones en todo el continente. Incluye múltiples remadas y actividades en defensa de los ríos, travesías, murales, marchas, eventos culturales, jornadas de reflexión y debate, oraciones interreligiosas y ecuménicas, entre otras. "Remar Contracorriente" surge en respuesta a la situación actual en Argentina, donde se está impulsando la reprivatización de la gestión de la Hidrovía Paraná-Paraguay. Este proyecto contempla obras a lo largo del río, incluyendo el dragado a 44 pies, lo que tendría graves consecuencias, como la destrucción de humedales y un impacto negativo significativo en las comunidades ribereñas del Paraná.
El pasado 1 de marzo, un emotivo acto en el puerto Pilcomayo de Clorinda, Formosa, marcó el inicio de una travesía simbólica. Organizaciones locales y representantes del Movimiento Nacional Cuidadores de la Casa Común, así como miembros de la comunidad Bañado Tacumbu del Paraguay, se unieron para rendir homenaje a la unión del continente, precisamente el mismo día y en el mismo lugar en el que se declaró en 1870 el fin de la Guerra de la Triple Alianza, conflicto fratricida, vergonzoso en infame.
Dos canoas lideran la marcha: "Yaguarona", comandada por Luis "Cosita" Romero, junto a Nelson Yapura y Martha Arriola, y "La del Zurdo", tripulada por Mariano Martínez y Francisco Paredes. Un grupo de canoas, lanchas y kayaks locales se unió a la comitiva, acompañando la salida en un despliegue de solidaridad y compromiso social. “Estamos en Clorinda, sobre el río Paraguay. Hemos hecho inicio de ‘Remar Contracorriente’, en este hermoso lugar, junto al cerro Lambaré, en la desembocadura del río Pilcomayo. Lo hacemos en este lugar por la importancia en la vía troncal del río Paraná. El río Paraná y el río Paraguay es la vía por donde se está llevando adelante esta privatización, proyectada estas intervenciones que traerá todos los inconvenientes en los humedales de la cuenca del Plata. Por eso la importancia de este lugar, donde hemos venido al Puerto Pilcomayo, donde nos acompañan vecinos, pescadores, remeros de distintas escuelas de remo. Así hemos iniciado la remada, en un lugar tan importante, en un día histórico para el pueblo paraguayo, en donde se marca el final de la Guerra de la Triple Alianza, que trajo todas esas consecuencias de tanto dolor en los pueblos de américa del sur. Bueno, hoy, hermanamos a los pueblos, el río nos une para el cuidado y protección de los bienes comunes”, sostuvo Cosita al iniciar la remada.
Martha Arriola nos dice: “Queremos llegar a cada comunidad de nuestras costas y tierra adentro con información acerca de lo que nos sucede. Hay un llamado a licitación para concesionar la Vía Navegable Troncal (VNT) del Paraná que pone en juego la soberanía sobre el río, dejando en manos de multinacionales la planificación y gestión de ese tramo, que permitirá dragar el río a 44 pies, lo que implica un verdadero ecocidio. El agua se escurrirá al fondo del dragado dejando a los humedales más extensos de la región en amenaza de muerte, junto a la biodiversidad que ellos albergan, junto a las comunidades que viven en sus cercanías y a todas en general porque se trata de un sistema hídrico. Se pone en peligro el acceso al agua potable y a la vida. Se juega la extranjerización de nuestras economías. Se profundiza el saqueo”. Luciano Orellano lo dice muy sencillo y profundo: “no hay que acomodar el río a los barcos, sino los barcos al río. No hay antecedente en el mundo que habilite está profundidad.”
El Paraná es el corredor por donde sale el 80% de las exportaciones del agro y de la industria en Argentina. Al estar privatizada la gestión, se siguen evadiendo impuestos y se perpetúa el saqueo de nuestros recursos y la extranjerización de nuestra economía. Además, el proyecto oculta la intención de rellenar las lagunas, para entregar tierra firme a la especulación inmobiliaria y a la renta agropecuaria. Una verdadera transformación del ambiente que expulsará comunidades y reocupará el territorio con actividades ajenas. Es decir, el impacto sobre el territorio, social, ecológico, económico y ambiental en su conjunto, es desbastador.
La travesía ya está pronta a arribar a la ciudad de Rosario. Cada tarde, al llegar a la costa del Paraná en las provincias de Corrientes, Chaco, Santa Fe y Entre Ríos, la caravana de canoas es escoltada por otras embarcaciones y recibidas por cientos de pobladores locales rivereños, pescadores, productoras y productores familiares, trabajadoras y trabajadores rurales, comerciantes, dirigentes de cada localidad, profesionales, docentes y alumnos de las escuelas, artistas locales, con grandes actos de adhesión en donde, además, se informan sobre los pormenores del proyecto de reprivatización de la hidrovía.
En definitiva, “Remar Contracorriente” busca: defender la soberanía sobre nuestras cuencas y ríos; promover una gestión sustentable y participativa de las cuencas; proteger los derechos de las comunidades ribereñas y los pueblos originarios; construir una agenda común en defensa de los bienes comunes en América Latina.
¿Quién o quiénes se oponen a esta causa? Esa, queridos lectores, esa es la pregunta correcta…
(*) Lic. en Administración, Lic. en Comercio Internacional, Especialista en Gestión de la Economía Social y Solidaria (EGESS-UNQ), Maestrando en Economía Social (MAES - UNGS). E-mail: [email protected]