Desde hace un tiempo venimos señalando la paradoja de “la minería como relato y la pobreza e indigencia como realidad", en nuestra provincia. Esto, desde los discursos de crecimiento, desarrollo, de hacemos, y los índices de las miles de familias de catamarqueños en la pobreza y la indigencia. Y consciente que podemos plantear un análisis retrógrado para los nuevos tiempos que giran en torno a la geopolítica.
Sino retrógrado, al menos un planteo romántico ya que, el progreso de la mano de los indiscutibles avanzases tecnológicos ha llegado a nuestras latitudes para quedarse, y es de donde se sostienen los discursos apoyados en la fría e implacable lógica de los cálculos de una economía apoyada en las ciencias duras que han dado curso y sostén a dichos avances tecnológicos.
Deducimos entonces que, planteos desde la filosofía, la sociología o la comunicación social, entre otras disciplinas o ciencias “blandas”, por no decir abstractas, quedan obsoletos para argumentar los por qué, en nuestra provincia la minería desde Bajo la Alumbrera hasta el Litio, Agua Rica, fracasan ante el crecimiento si, de nuevo, de la pobreza y de la indigencia.
Pues bien, recurramos entonces a la exactitud de los cálculos y nos ajustemos a los números sin caer en especulaciones filosóficas.
Para eso, recurrimos de manera textual a información recientemente publicada, en la cual se muestran datos oficiales del Instituto de Estadística y Censo (INDEC) confirma recientemente que “un 45% de la población en Catamarca es pobre y un 11,4% está en línea de indigencia.” (fuente Diario El Ancasti, 27/03/2024).
Entonces, ¿cómo explicamos a esa población que sale del relato, que tenemos que seguir en la senda de la libre explotación megaminera? ¿Les hablamos de desarrollo y crecimiento?, con lo cual deviene el necesario planteo retórico; ¿desarrollo y crecimiento para quienes? Planteo que se hace más injustificable, cuando se piensa en lo 40 ( cuarenta años de Democracia), salvo la Intervención Federal que dio lugar a la exploración y explotación del Proyecto Minero mas grande de ese tiempo, bajo las conducciones políticas del menemismo, el FCy Social, con Terece Todman como embajador de EEUU a este presente.
Y es en este contexto que se devela la realidad ante el relato, y ya no es necesario leer entre líneas, lo que es más fuerte, y casi que raya el nihilismo, encontrarnos ante la hegemonía de la mercantilización de política y del poder. Esto va quedando desde hace tiempo al desnudo, cuando de manera pública, se exhiben una serie de prácticas limitadas al lobby empresarial; inversiones millonarias, cientos de viajes al exterior por parte de intendentes y demás funcionarios. Todo esto, y mucho más, golpea de manera obscena el escenario sociai, económico catamarqueño. con un 61% de niños/as, sin alimentación, sin salud, pero, con 30 familias enriquecidas.
Esto a su vez, desnuda la clara complicidad de dirigentes de una oposición fragmentada en sus intereses sectoriales y personales, evidentemente silenciados desde la mencionada mercantilización de la caja política.
Ante todo, esto, se agotó el relato, los factores de poder de una Catamarca conservadora de privilegios, que ha anestesiado a ciudadanos, y demás estamentos de la sociedad civil organizada, deviniendo en una comunidad indiferente, que mira al costado; constituyen una realidad que se imponen con fuerza.
La promesa libertaria
Insertos en el contexto nacional de un gobierno que, en tres meses viene desatando olas de despidos exhibidos con enfermiza crueldad como trofeos de guerra, brutales ajustes sobre las mayorías populares. A estas prácticas de ensañamiento, debemos agregar, la entrega de nuestros recursos naturales y de nuestra soberanía como nación.
Lejos de despertar conciencias, la adhesión a la gestión del actual mandatario, no ha decrecido en proporción a los estragos sociales que está causando y, a la luz de lo que escuchamos y leemos a través de las diferentes redes digitales, se viene madurando una explicación que tiene su lógica y se puede expresar en el siguiente manifiesto que se construye y se traduce en discurso social. A través del mismo, aferrados a un dogma mesiánico, los aún numerosos fieles libertarios razonan, si los “kirshneristas” no bajaron la inflación en cuatro años, se robaron todo e inundaron el país de planeros, ¿cómo es que nuestro líder va a resolver todo en tres meses?
Razonamiento este, al que no se puede ni se debe, contestar desde otros dogmatismos, ya que sí tiene una respuesta que refuta de manera honesta este planteo. Esta respuesta se traduce en que, este mandatario fue elegido, además del sufragio de una importante ciudadanía de votantes descreída por su lógica bronca y una emocionalidad comprendida, a flor de piel, y con ella el poder económico y financiero concentrado en Argentina; que ven en Milei la panacea de transformar al país definitivamente al proyecto unitario de una economía primarizada que comenzó Bernardino Rivadavia; sueño convengamos, que no pudo concretar en un solo mandato, Mauricio Macri. O sea, y desde esta lógica, Milei, más allá de sus exabruptos e incontinencias verbales, está haciendo las cosas muy bien; sólo que la ingenuidad radica, en pensar que las está haciendo para la mayoría de la población.
Nuestros contextos
Es así que, esta pobreza que duele hasta los huesos, tiene sus macabros cimientos tanto en el escenario provincial como en el nacional, aunque aparentemente sean antagonistas al provenir de diferentes estamentos partidarios.
En nuestra Catamarca recién decíamos, 30 familias pujan por sostener el control de una economía concentrada a partir de una megaminería oscilante y polarizante entre Estados Unidos y China. Control que se hace viable, a través de organismos del Estado Catamarqueño por medio de la mercantilización de la política y el poder. Es esta práctica la que definitivamente han traído esta ostensible pauperización hacia nuestros comprovincianos donde, el escenario nacional, es señalado con justicia como un ostensible causante del deterioro social, lo que implica una justa y entendible denuncia, pero que también sirve como chivo expiatorio para justificar la pobreza e indigencia de los catamarqueños.
No todo esta perdido
Develado por el compromiso ciudadanos de los medios de comunicación , se reconstruyen las conciencias, y se comenzará a transitar el camino del Nihilismo a la Esperanza, es una bisagra " la toma de conciencia " hacia el futuro de la Justicia Social, que ya no es patrimonio del Peronismo, si no de la Comunidad en su conjunto. Serán desde las " sanas rebeldías " que expresaba alguien que entendía de la liberación de los pueblos.