jueves 21 de marzo de 2024
Lo bueno, lo malo y lo feo

Censo de Derecho 2022: un conteo de “película” más que una “foto”

DR. DANIEL ESTEBAN QUIROGA. INVESTIGADOR ASISTENTE DE CONICET. DOCENTE DE LA FACULTAD DE HUMANIDADES (UNCA)

Por Redacción El Ancasti

Entre el 16 de marzo y el 18 de mayo del año 2022, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), encargado de la estadística oficial de Argentina, se aventurará a la gran responsabilidad de cambiar la metodología censal llevando adelante un censo de “Derecho” después de una experiencia de diez censos de “Hecho”.

Este salto metodológico, que es un hito histórico en nuestro país por la decisión tomada, plantea un escenario de enorme responsabilidad frente a un operativo que constituye la base de toda la información estadística, ya que es el punto de referencia para la recopilación estadística o insumo en la construcción de los marcos para las encuestas por muestreo. Pero también plantea un gran compromiso frente a la inversión económica que implica que posteriormente se traducirá en una correcta asignación de fondos públicos para la población.

En el Observatorio Latinoamericano de Censos de Población (OLAC), los especialistas señalan que un censo de derecho implica un operativo que se extiende en una ventana de tiempo y territorio predefinidos. Se caracteriza principalmente por su definición de residencia (con su regla y múltiples excepciones) y por ser un conteo de “película” (más que una “foto”). 

Es aquí donde aparece uno de los principales retos de esta metodología que son las dificultades que entraña el concepto de “residencia habitual”. Al respecto, Naciones Unidas (2008) establece un umbral de 12 meses de acuerdo con el cumplimiento de ciertos criterios. Pero este tema no es un aspecto de resolución sencilla y sigue sin ser discutido en profundidad, principalmente entre las oficinas nacionales de estadísticas de América Latina y que en materia cobertura la omisión de población constituye el verdadero dolor de cabeza de los censos.

En este sistema complejo se interrelacionan la dinámica demográfica y la planificación censal (con sus objetivos y restricciones), tratando de dimensionar un comportamiento dinámico, como aquel que “se mide un globo mientras otro lo está inflando” (Williams, 2019).

En el campo demográfico existe una premisa de etapas en que se deben desarrollar ciertas actividades para el Censo: Pre censal (antes del Censo), Censal (el día del censo) y Post Censal (después del día del censo). La perfecta conjunción de cada una determinará el “éxito” del operativo.

Las etapas se inician un par de años antes ejecutando diferentes tareas como actualización de la cartografía, elaboración socialización y concertación de la boleta censal, capacitación de las personas que trabajarán en el día del censo, las pruebas de la funcionalidad y contenido de la boleta censal a través de censos experimentales, etc.

Por primera vez estas tareas se realizaron en un tiempo bastante prolongado, producto de la pandemia del COVID-19, lo que posiblemente actúe en favor de la calidad y tipología de información. Aunque probablemente también sea una de las razones que haya inferido en las autoridades para tomar la decisión en cambiar la metodología censal.

El tiempo de la pandemia nos puso frente a enormes desafíos, mucho de los cuales ya preexistían, como por ejemplo las profundas desigualdades sociales. La alteración de la secuencia y duración aproximada de cada una de las operaciones pre censales, dio margen para repensar el tipo de cuestionario y las clases de datos que han de reunirse basado en el diálogo entre el organismo de estadística y quienes solicitan información. 

Estas dimensiones otorgan a los Censos Nacionales de Población una centralidad en la comprensión de la realidad social. Hernán Otero (2006) señala que los censos se presentan no solo como fuente en primer grado, sino también como fuente en segundo grado, en tanto producción intelectual que testimonia las concepciones intelectuales y políticas de sus autores o de una época.

El pasado 18 de agosto, con presencia del presidente Alberto Fernández, en la reunión inaugural del Comité Censal Operativo del Censo Nacional se dieron a conocer algunas decisiones que se deben clarificar en torno al proceso de cambio de metodología, como pieza fundamental por ser la primera experiencia, pero principalmente para proteger la historia censal de Argentina resguardando la calidad de cada una de las series de datos.

En este sentido debemos tomar la experiencia latinoamericana, para no incurrir en las mismas faltas. Cercana en el tiempo esta la experiencia de Chile en el año 2012 que en su aventura de censo de derecho se detectaron fallas en la planificación y la preparación del censo, en el número de censistas, se denunciaron omisiones y falta de transparencia en la publicación de los datos. Diferentes especialistas señalaron que esta costosa experiencia era consecuencia de no contar con los recursos, pero principalmente por no contar con una planificación necesaria.

Además, se anunció la puesta en campo de un e-CENSO y una titánica capacitación 100% virtual de más de 600.000 personas integrantes de toda la estructura censal. En este sentido debemos tomar la experiencia del campo de la educación, en este tiempo de pandemia, que demostró en cuanto acceso a TIC que se registran disímiles escenarios, principalmente al interior de las provincias, que están íntimamente relacionados con el ingreso de los hogares, en el cual el principal medio de acceso es internet móvil y que emplean este servicio principalmente por medio de un teléfono móvil.

Por último, se comunicó que el cuestionario presentará novedades como por ejemplo la confirmación de la inclusión del número de documento de los integrantes del hogar, como una práctica recomendada por los organismos internacionales de estadística. Especialistas en el estudio científico de la población en Argentina manifestaron la preocupación en incluir preguntas que muy probablemente provocarán una alta omisión censal y que perjudicaran la cobertura del relevamiento en su conjunto.

Se sugiere tener en cuenta las recomendaciones de Naciones Unidas sobre la incorporación de preguntas delicadas, donde debe prevalecer una evaluación exhaustiva sobre la necesidad de contar con esos datos, así como la conveniencia y oportunidad. En caso contrario, es recomendable esmerarse en comunicar las medidas adoptadas para la protección de los datos y el control de su difusión.

Este proyecto intentará dotar para los próximos 10 años de la información del lugar donde los habitantes son sujetos de deberes y derechos ciudadanos, lo implica transparencia, compromiso activo y el trabajo coordinado de todos los sectores en pos de generar elementos que permitan profundizar la democratización en nuestro país.
 

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