domingo 15 de junio de 2025
EDITORIAL

Información y prejuicios

Seguramente habrá que esperar...

Por Redacción El Ancasti

Seguramente habrá que esperar hasta después de las elecciones de octubre para saber a ciencia cierta cuáles son los proyectos que tiene en carpeta el gobierno nacional para mejorar la competitividad de las empresas argentinas, un problema que desvela por igual a funcionarios y a empresarios.

La postergación de un debate que aparece como central para el futuro inmediato se relaciona, por un lado, con la inactividad legislativa que, lamentablemente, es propia de los períodos eleccionarios. Pero también el gobierno ha decidido posponerlo porque algunas de las alternativas que se manejan contemplan medidas muy poco populares que podrían influir en el estado de ánimo de una porción significativa de los argentinos a la hora de emitir el voto.

Por caso, una de las herramientas para lograr competitividad es bajar los costos laborales. Y en ese sentido el espejo que muchos observan es el de Brasil, donde rige desde el pasado mes de julio un régimen de flexibilización laboral que ha avanzado sobre algunos derechos de los trabajadores.

El temor de que una reforma de esas características se implemente en la Argentina es, según lo señalado por el jefe de Gabinete Marcos Peña, infundado. Por lo pronto este funcionario ha recibido en los últimos días un documento de 181 páginas elaborado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). En el escrito se analizan las causas de la falta de competitividad de la economía argentina.

La novedad es que el trabajo concluye señalando que el costo laboral no es ni por cerca el principal problema en el sentido planteado. Antes se encuentran la alta carga impositiva, la baja cotización del dólar, la dificultad de acceso al crédito, y los problemas de infraestructura y logísticos, entre otros.

La CAC coincide con la evaluación que sobre el tema hace la Unión Industrial Argentina respecto de que la restricción más importante es la excesiva presión tributaria. El informe pone un ejemplo contundente al respecto: en el caso de los automóviles, la carga impositiva representa en promedio el 58% del precio final de los vehículos.

Otro ítem que afecta a la mayoría de los sectores, sobre todo los productivos y vinculados a las economías regionales es, como se mencionó más arriba, el de los costos de logística producto de la falta de infraestructura. Debe señalarse el del transporte como uno de los principales.
Luego de considerar estas variables, recién se observa el del costo laboral como un tema a abordar para lograr mayor competitividad, y no en todos los sectores, sino particularmente en algunos eslabones de las cadenas de valor.

El mérito de este informe, que es bastante pormenorizado en el análisis de las distintas variables, reside en proporcionar información de calidad que servirá como insumo para la adopción de medidas correctas. Demasiadas veces los prejuicios funcionan como disparadores de decisiones equivocadas, y cuando éstas amenazan con afectar derechos, las consecuencias suelen ser muy difíciles de revertir.

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