La vendimia temprana de Alijilán: el arándano de Catamarca se consolida en el mercado
Catamarca está marcando un hito en el mercado frutihortícola nacional con la llegada directa de sus arándanos de primicia al Mercado Central. La producción, proveniente de la Yunga catamarqueña, cerca de Alijilán, está compitiendo con éxito con la fruta de regiones tradicionales como Tucumán y Entre Ríos, facilitando la logística y potenciando el valor agregado local.
Este avance se da en un contexto de desafío productivo para el sector, que busca recuperar el liderazgo perdido en el mercado global. La buena nueva fue confirmada a NOAPRODUCTIVO, por el Ing. Agrónomo, Mariano Winograd , reconocido consultor y comercializador, quien destacó la calidad y la precocidad del producto.
La clave del éxito inicial de la fruta catamarqueña reside en su ubicación geográfica y en una reciente decisión logística. Alijilán, ubicado al este de los cerros, goza de un clima de Yunga que favorece la maduración temprana.
"Yo ya hace años que conozco a Alijilán, en la zona este de la provincia de Catamarca... ahora me ha tocado recibir el arándano de Alijilán ", comentó Winograd. Históricamente, esta fruta debía viajar a Tucumán para ser empacada y vendida, pero ahora, el productor de la finca Dusso ha logrado empacar en origen. "Ahora un productor de la zona, que es vecino, me ha hecho el honor de empacar la fruta en su finca y mandármela al mercado. Así que desde ayer la estamos vendiendo compitiendo con arándanos de Tucumán y de Entre Ríos", relató Winograd.
Esta autonomía en el empaque es crucial, ya que "facilita un montón de cosas y hace que se posicione Catamarca aún más". El arándano catamarqueño, de variedades como Snowchaser y Emerald, se caracteriza por ser una primicia de septiembre. El precio en el mercado está directamente relacionado con la calidad de la fruta, siendo esenciales el tamaño, la cera, la firmeza y el sabor, rubros donde la producción de Alijilán demuestra ser "bastante noble y con una buena recepción".
Perspectivas para la fruticultura catamarqueña
Más allá del arándano, Winograd ve un potencial de desarrollo en otros cultivos regionales. En la finca de Alijilán, que también produce limón, el consultor insiste en la tuna como cultivo de futuro, aunque también señala la reactivación del mercado del limón, cuyos precios han comenzado a subir tras una saturación histórica.
"El año se presenta interesante. A partir de esta semana el limón empezó a subir de precio... empieza a haber un mercado más ávido para el limón y también puede haber algo de mandarina", indicó el especialista. Winograd se muestra optimista sobre el resurgimiento productivo de Catamarca, aunque subraya la necesidad de inversión, continuidad y una "masa crítica" de proyectos, citando el desarrollo de otros cultivos como el pistacho y la almendra en zonas como Andalgalá y el Valle Central. Inversión, perspectiva y volumen, serían la base de una continuidad que le brindaría la solvencia para llevar adelante una política agropecuaria con solvencia.
Para el productor, y a los efectos de recuperar aquellas épocas de esplendor de la fruticultura catamarqueña, el camino es el adecuado, sin dejar de mencionar que “todavía falta, el esfuerzo es grande, pero estamos en el mercado central con una misión alemana y ahora nos vamos a una misión portuguesa. Quiere decir que Argentina está en el radar. Tenemos que hacer algunas cosas para volver a recibir la inversión, especialmente en agricultura. Yo creo que necesitamos, así como la minería tiene alicientes para la inversión, el agro también los necesita” y permite el desarrollo de quienes invierten y el ingreso de dólares al país.
El mensaje final es claro: "Argentina está en el radar" de los mercados internacionales. El sector necesita alicientes para la inversión, comparables a los que recibe la minería, para asegurar el crecimiento y la continuidad de sus producciones.
Crisis y oportunidades
La producción de arándanos en Argentina ha atravesado un período de fuerte crisis de competitividad. El país llegó a tener cerca de 5.000 hectáreas plantadas, con inversiones significativas, principalmente en Entre Ríos, Tucumán y el norte de la provincia de Buenos Aires (San Pedro).
La Crisis con Perú: El factor determinante en el retroceso argentino fue la irrupción de Perú como gran competidor global. En pocos años, Perú, que no tenía una producción significativa, superó a Argentina en volumen y competitividad, obligando al país a achicar su superficie a aproximadamente la mitad.
Perspectivas de Futuro: A pesar de los desafíos, Winograd es optimista y señala que siempre surgen nuevas oportunidades en la fruticultura a través de la inversión y la tecnología.
Innovación Tecnológica: El futuro se dirige hacia el desarrollo de variedades nacionales, el cultivo en maceta y el uso de techado con mallas, lo que permite un manejo más preciso y protege la inversión.
Necesidad de Estabilidad Económica: El sector requiere urgentemente "encontrar un equilibrio en su moneda, en su crédito" y condiciones de inversión estables.
Mercados de Exportación: Históricamente, los principales mercados para el arándano argentino han sido Estados Unidos, la Unión Europea (principalmente Holanda y Reino Unido) y Canadá . La ventana de producción temprana de Argentina (septiembre a noviembre) es clave para estos mercados.
Foco en la Calidad: Para competir con Perú, Argentina debe centrarse en producir fruta de altísima calidad y valor agregado , explotando la característica de primicia que ofrece el NOA, como es el caso de Catamarca.