Lorenza Mamaní, conocida como “Lorenza Sola” falleció a los 92 años en una clínica donde permanecía internada. En junio de este año, doña Lorenza padeció su segundo accidente cerebrovascular (ACV) en menos de cuatro meses. Tras sufrir una descompensación, que luego se confirmó se trató de un ACV isquémico, Lorenza fue trasladada desde Fiambalá hasta la Capital, permaneciendo internada, acompañada por su sobrino Eusebio Eugenio Mamaní.
Lorenza vivió gran parte de su vida en el cerro San Buenaventura, en Río Grande, al norte de Fiambalá, una zona de difícil acceso y a ocho horas a lomo de mula. Desde el año 2021, cuando fue rescatada por su estado de salud delicado, no pudo regresar a pesar de los intentos de un grupo de personas que apoyaban la medida de que regrese a su casa por su salud . Desde entonces residía en Fiambalá con su sobrino Eugenio.