martes 22 de julio de 2025
En medio de mayor producción y caída de exportaciones

El consumo interno de carne vacuna aumenta y alcanza niveles positivos nuevamente

El consumo por habitante se ubicó en 50,1 kilos/año en junio, lo que significa un incremento de un 5,2%.

En un contexto de mayor producción y demanda interna en alza, el consumo aparente de carne vacuna en Argentina registró un crecimiento del 11,8% en el primer semestre de 2025 con respecto al mismo período del año anterior. El dato refleja un aumento en la oferta interna, impulsado por la caída de las exportaciones y un leve repunte del consumo por habitante. El aumento en la oferta de carne en el mercado interno impulsó una recuperación del consum

De esta manera lo reflejó el último informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), que además reportó que, durante junio, la industria frigorífica faenó 1,126 millones de cabezas, lo que significó una suba del 13,3% interanual en machos y del 5,1% en hembras. En este último caso, el incremento se concentró especialmente en la categoría vaquillonas, con una suba del 8,8%. En total, el 52% de la faena fue de machos y el 48% de hembras.

En el acumulado del primer semestre, la faena totalizó un incremento marginal del 0,5% respecto a 2024, con un 2,3% más en machos y una caída del 1,5% en hembras. Los 354 establecimientos habilitados en todo el país procesaron 1,518 millones de toneladas res con hueso, un 1,8% más que en igual período del año anterior.

El aumento de la producción también se vio acompañado por un mayor peso promedio de faena, que subió de 226 kg a 231 kg en un año (+2,3%). Solo en junio se produjeron 260.000 toneladas res con hueso, lo que representa un crecimiento interanual del 11,1%.

Caen las exportaciones

A pesar del aumento en la producción, las exportaciones de carne vacuna cayeron 21,1% interanual en el primer semestre del año, alcanzando un total de 360.700 toneladas res con hueso. La principal causa fue la disminución de la demanda desde China, que compensó ampliamente los aumentos de ventas a otros destinos como Estados Unidos, Israel, Alemania y Países Bajos.

En los primeros cinco meses de 2025, las ventas externas totalizaron 201.600 toneladas peso producto, una caída del 22,2% interanual. A pesar de este retroceso en volumen, el precio promedio de exportación se recuperó 35,7% interanual, alcanzando los U$S5.862 por tonelada peso producto, lo que permitió un incremento del 5,6% en la facturación, que sumó U$S1.181,8 millones.

El caso de China fue clave: las exportaciones a ese destino se redujeron 35,2% interanual, con una participación en el total que cayó del 71,1% al 59,2%. No obstante, el precio promedio subió 29,4%, llegando a 4.232 dólares por tonelada. En contraste, las ventas a EE.UU. crecieron 31,9%, e Israel demandó un 9,7% más.

Consumo interno y precios

Con menor salida al exterior, la mayor disponibilidad de carne en el mercado interno se tradujo en una mejora del consumo per cápita, que se ubicó a 50,1 kilos anuales por habitante en junio, según el promedio móvil de los últimos doce meses. El dato representa una suba del 5,2% interanual, en línea con una inflación que sigue desacelerándose. En junio, el precio promedio de la hacienda en el mercado de Cañuelas registró una baja del 0,5% mensual, ubicándose en torno a $2.199 por kilo vivo, con subas parciales en novillos, novillitos y toros.

Los precios minoristas de los cortes vacunos se movieron por debajo de la inflación general, que fue del 2% mensual en el Gran Buenos Aires (IPC-GBA). En particular, el rubro alimentos subió apenas 0,7%, y los cortes vacunos promediaron un alza del 1,2% mensual. Mientras el asado se mantuvo estable, la paleta subió 2,4%, la carne picada común 1,9%, el cuadril 1,2%, y la nalga 0,6%. El pollo entero, en cambio, bajó 0,7%.

Perspectivas

Con una demanda interna más sólida, una producción en expansión y exportaciones aún condicionadas por el mercado chino, la industria cárnica argentina transita un escenario de mayor estabilidad local. El desafío para los próximos meses será sostener el equilibrio entre el abastecimiento interno y la competitividad externa, en un contexto de precios internacionales más favorables, pero con volúmenes aún por debajo de años anteriores.

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