Develamos los principios matemáticos que rigen el funcionamiento de las tragamonedas y su reparto de premios.
La alquimia que hay detrás de los premios de las tragaperras tiene una explicación exclusivamente matemática, a despecho de leyendas como las máquinas calientes o la creencia en trucos propiciatorios, que lindan más con la superstición que con la realidad. Aunque eso no invalida la idoneidad de adoptar ciertas estrategias, como veremos un poco más adelante.
Además, cuando hablamos de la imbricación de las matemáticas con las slots no hablamos de una ligazón suave, en el sentido de los patrones matemáticos que podemos detectar en cualquier ámbito, desde en la versificación de la poesía hasta incluso en el amor, que también tendría sus propias fórmulas.
Las matemáticas repercuten fuertemente en las tragamonedas porque su azar no es una selva sin leyes, ya que detrás de ellas hay toda una ciencia de probabilidades, que establece el marco de posibilidades cada vez que se realiza un giro y los símbolos se alinean, del modo que sea.
Si nos centramos en las tragaperras online, para comprender su funcionamiento hay que entender tres conceptos clave de base matemática: los Generadores de Números Aleatorios (RNG), el Retorno al Jugador (RTP) y la varianza.
RNG es un acrónimo que encierra las palabras del inglés Random Number Generator, es decir el generador de números aleatorios, que sería el auténtico corazón de cualquier slot digital. Hablamos de un algoritmo matemático que determina que cada tirada sea completamente independiente, sin relación con el resultado que tuvo la precedente ni con el que tendrá la posterior.
Este RNG de base matemática, que en último término asegura la limpieza del juego, derriba los viejos mitos que han flotado siempre sobre las tragaperras físicas de toda la vida, ya que con una generación de números aleatoria no tienen cabida 'máquinas calientes' que han ido subiendo de temperatura conforme ha ido pasado el tiempo sin repartir premios, pero tampoco habría máquinas frías tras haberlos proporcionado, que deban ponerse en cuarentena por resultar poco propicias.
El Return to Player o retorno al jugador es el término que hace referencia al porcentaje del dinero apostado por los jugadores que vuelve a ellos en forma de premios en un plazo de tiempo determinado.
Así, por ejemplo, una tragaperras online con RTP del 95% devolverá en promedio 95 pesos por cada 100 apostados. Esto significa que las slots, como todos los juegos de casino en realidad, están programadas para que a la larga ofrezca ganancias a las plataformas, si bien pueden existir mínimas variaciones porcentuales. Algo perfectamente lógico, siempre que los porcentajes de retorno sean justos y transparentes. De hecho, este aspecto está regulado para tal fin, siendo además obligatorio que se publique el de cada juego para que los usuarios puedan conocer este dato.
Además tanto el sistema de generación aleatoria de números como el RTP impiden el trucaje o manipulación que se puede dar en las tragaperras físicas, asunto sobre el que todavía se pueden leer noticias a menudo, tal y como lo refleja una simple búsqueda en Google.
De este modo, vemos como dos elementos matemáticos, de base algorítmica y probabilística respectivamente, se convierten en aliados para los jugadores, no para obtener premios pero sí a la hora de garantizarse la equidad del juego.
Otro concepto clave, con el que nos adentramos además en la matemática más dura, es el de la varianza o volatilidad, que hace referencia a la frecuencia y el tamaño de los pagos de una tragaperras.
Una tragamonedas con alta volatilidad ofrecerá premios más grandes con una frecuencia menor, mientras que otra de volatilidad baja hará justo lo contrario, pagará recompensas más reducidas pero premiará con mayor asiduidad.
La volatilidad o varianza de una tragaperras se puede deducir consultando su tabla de pagos. Aquí, la presencia de premios cuantiosos nos estará hablando de una alta volatilidad, por lo que sería cuestión de las preferencias particulares elegirla o no…
Como hemos visto, las matemáticas y más concretamente la probabilidad tienen una gran influencia en las tragamonedas online, que no son susceptibles a trucos propiciatorios pero tampoco son pasto de un azar salvaje, ya que este tiene leyes, las de la estadística, que por cierto ha sido una rama matemática tradicionalmente denostada en relación con otras, y ahora es esencial, nada menos, que para el funcionamiento de los sistemas de IA más desarrollados en la actualidad, los LLM que son modelos probabilísticos.
Y en lo que respecta a las estrategias, ¿tendrían razón de ser en las tragaperras? Para contestar a esta pregunta, hay que tener presente que aquí las decisiones del jugador no intervienen en el resultado, a diferencia de juegos como el póker o el blackjack, por lo que no cabría aplicarlas para ganar. Pero ahora bien, esto no anula completamente el sentido estratégico cuando se trata de gestionar un bankroll o incluso adoptar medidas inteligentes como jugar en modo demo a una slot que no se conoce para familiarizarse con su ritmo antes de jugar partidas con dinero real.
Ese trecho angosto a la estrategia es el que dejan las leyes de hierro de las matemáticas que rigen a las tragaperras.
