jueves 21 de marzo de 2024
Análisis

De Houston a Catamarca: lecciones

Por Rodolfo Schweizer-Septiembre, 2017- Especial para El Ancasti

Por Redacción El Ancasti

La relación entre el clima y el tiempo es innegable, pero nunca específica, dicen los científicos. Esta opinión deberían tenerla presente todos los gobernantes del mundo, sean del nivel que sean. Sin embargo, en Houston no fue tenido en cuenta por quienes gobiernan hoy a 2,3 millones de personas, que están pagando caro la negligencia de sus elegidos para gobernar en el estado de Texas. 

El desastre impacta aún más porque se produce en un país que, por ser la primera potencia en el campo científico, sabía de sobra a lo que Houston estaba expuesta por estar construida a nivel del mar. Aquí el tema no era si un huracán como el Harvey ocurriría alguna vez, sino cuándo. Sin embargo, cuando llegó, no estuvieron preparados. Se verificó así lo dicho arriba, que la relación entre el clima y el estado del tiempo es una relación al azar, pero que hoy está agravada por el calentamiento global. 

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  • Como Houston hoy, Catamarca en los últimos años ya tuvo varias pruebas de estos desastres, que no por casualidad también nos tomó “desprevenidos”. La realidad es que no se acepta o se duda de la veracidad del calentamiento global o se cree que la suerte nos salvará. Dado que ya estamos a la puerta del verano es mejor que las autoridades vayan pensando en qué hacer en caso de algún desastre natural. Nada garantiza que ellos no vuelvan a pasar y puedan ser peores.

    De Houston...

    Lo peor en el caso de Houston fue que tenían datos concretos del peligro en que vivían. Tenían pruebas de que el agua del Golfo de México viene teniendo una temperatura de 2 a 3 grados por encima de lo que era la norma en el pasado, lo cual aumenta su evaporación y la posibilidad de tormentas más copiosas y peligrosas.

    También sabían que el nivel del agua está hoy unos 20 centímetros más alta que en el siglo 19, con tiempo calmo, lo cual cambia las condiciones de drenaje de la ciudad. Y sabían de sobra sobre el calentamiento global que está afectando al planeta.

    Sin embargo, con el fin de seguir con el negocio inmobiliario, siguieron construyendo barrios en zonas bajas que estaban reservadas desde hace 100 años por el gobierno federal para amortiguar inundaciones. Obviamente, esto obligó a construir calles pavimentadas, con lo cual se redujo la posibilidad de absorción del suelo. 

    Como si esto fuera poco, también sabían que Houston tiene uno de los peores suelos del país desde el punto de vista de su capacidad de absorción de agua, porque es pura arcilla. A pesar de saberlo, no se preocuparon por diseñar drenajes apropiados en toda la ciudad. Como en todos estos casos, creyeron que nunca les tocaría un desastre como Harvey, la mayor tormenta en 500 años, según dicen.

    Pero lo malo no termina allí. Las calles están hechas a un nivel más bajo que las casas, justamente para hacer que trabajen como drenaje en casos de lluvias intensas. Cuando las hicieron, acallaron a quienes protestaron diciéndoles que era mejor tener el agua de lluvia en la calle y no dentro de las casas.Hace pocos días, cuando llegó Harvey las calles no eran un drenaje, sino un río que impidió la evacuación de la gente en vehículos. ¡Tuvieron que usar lanchas planas, pero . . . tampoco había tantas!

    Para tener una idea de la gravedad de este desastre recalemos en algunos datos brindados por la cadena CNN el lunes. En 48 horas habían caído en el área de Houston unos 600 mm de agua; al suelo llegaron unos 11 trillones de galones de agua, o sea uno 42,5 trillones de litros de agua; se habían hecho unos 2.000 rescates y atendido 56.000 llamadas al teléfono de emergencia de la policía (911); el viento había soplado a 200 km/hora y 316.000 personas estaban sin energía eléctrica. Repito, estos datos corresponden a las primeras 48 horas del huracán Harvey, que siguió por otros dos días más. A cuatro días del comienzo de Harvey ya van más de 30 muertos y se sabe que llovieron unos 1.100 mm.

    Como era de prever, ya hay voces pidiendo la renuncia del gobernador de Texas. Sin embargo, el problema va más allá de lo político y tiene que ver con la visión de vida o cultura del tejano. Aquí es anatema tratar de regular los negocios o la industria. Al que intenta hacerlo se lo aparta diciendo que está en contra del progreso e impidiendo que el individuo llegue a ser lo que quiera en la vida.La simple frase popular que dice “No te metas con Texas” (Don’tmesswith Texas”) lo dice todo: refleja una cultura que sin duda está asociada al empuje que tiene este estado petrolero que nació como producto de la pujanza estilo “farwest” de su gente.

    Esto ha abierto la puerta a una actitud social donde la ambición porganar dinero se antepone a la reflexión moral por parte del individuo o la sociedad. El problema es que por esta fisuramoral también se filtran los intereses corporativos y políticos. El hecho de que una firma inmobiliaria proponga construir un barrio en una zona inundable y las autoridades acepten y aprueben sus planos prueba este punto. Lamentablemente, esta realidad de hacer barrios en zonas cuestionables también nos toca de cerca a los catamarqueños.

    En Houston, esta actitud permisiva producto de la ambiciónes lo que ha hecho posible que se construyeran geriátricos en zonas inundables, donde no se debería haber permitido nunca tal tipo de construcción. Justamente, la foto de una mujer anciana en silla de ruedas y con el agua hasta la cintura, que salió en todos los medios, proviene de una institución geriátrica con esas falencias constructivas.

    Como en todos los casos de desastres naturales en grandes urbes, la última responsabilidad por la tragedia recae en las autoridades del estado. Sabiendo a lo que Houston se exponía, no se entiende cómo no prestaron atención al hecho de que está frente al mar, a su mismo nivel y en zona de huracanes. Tampoco prestaron atención a la precariedad de sus desagües y al hecho de que muchas de sus vías de circulación actúan como diques. Hasta se dieron el lujo de negar la ciencia que venía advirtiendo del calentamiento global y sus consecuencias.En pocas palabras, creyeron que estaban por encima de la naturaleza, lo que les costó caro.

    ... a Catamarca

    Lo que pasa en Houston tiene que ver con nuestra Catamarca, el NOA y el mismo país. Ya hemos tenido hace poco inundaciones de gravedad nunca vistas; puentes llevados por crecientes no previstas; la tragedia de El Rodeo; el desborde del río en Bañado de Ovanta y otras calamidades. La naturaleza ya nos avisó. ¿Se está haciendo algo para enfrentar lo que puede depararnos el verano que viene, que ya se anticipó con temperaturas muy por arriba de lo esperado para agosto? 

    Como ya lo dijimos en otros artículos en el pasado, es necesario planificar de antemano los pasos a seguir en casos de emergencia. Permítaseme sugerir dos acciones. La primera es crear una comisión de profesionales que evalúen la capacidad de la infraestructura existente de servicios para saber si aguantarían las nuevas condiciones climáticas. Esto incluye estudiar cómo se comportarían en caso de olas de calor, inundaciones, fuego o incendios, sequías. 

    La segunda es tener planes concretos para enfrentar una hipótesis de desastre natural. En Houston llovió unos 1.100 mm en 4 días. Al momento de escribir estas líneas un pueblo de 120.000 habitantes, Beaumont, se quedó sin agua corriente al haberse dañado las bombas de suministro y algunos hospitales cerraron al haberse inundado. Si bien nosotros no estamos frente al mar en una zona tropical, las inundaciones pasadas ya nos demostraron que considerar 500 mm en dos días no es una proposición absurda. Esto incluye saber con qué se cuenta en hospitales, medios de transporte y rutas de evacuación. 

    El caso de Houston demuestra una vez más que no se puede confiar totalmente en los políticos de turno para solucionar los problemas que plantea un desastre natural. Al Estado hay que imponerle la acción directa de la sociedad a través de sus organizaciones sociales, empresarias, vecinales, las cuales deben discutir estos problemas y exigir a las autoridades la atención correspondiente, para la cual fueron elegidas.

    La falta de recursos invocada muchas veces desde los gobiernosno es una excusaválida cuando se está frente a la posibilidad de un desastre anunciado, sin contar que hay cosas que se pueden hacer aun sin ellos, aprovechando lo poco que se tiene. El tema pasa por la voluntad personal y las ganas de servir a los demás o de comprometerse con la comunidad.Da cada uno depende que Catamarca o alguno de sus pueblos no se convierta en otra Houston. 

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