Emerenciano Sena, acusado junto a su hijo César Sena y a su esposa Marcela Acuña por el femicidio de su nuera Cecilia Strzyzowski, fue trasladado al Hospital Perrando, de la ciudad de Resistencia, Chaco, para ser sometido a controles, informaron fuentes policiales. Rodeado de efectivos de la policía chaqueña y mientras la gente le gritaba "asesino, hijo de puta" y "te vas a pudrir", el acusado fue llevado en una patrulla desde la sede de la seccional tercera de Resistencia hasta el centro asistencial, situado en 9 de Julio al 1100.
La junta médica lo analiza por sus problemas de diabetes avanzada y pólipos sangrantes que, según la defensa, hacen imposible que siga detenido en comisaría y necesita del arresto domiciliario para ser tratado correctamente. Tras el dictamen fiscal, los fiscales del equipo especial resolverán sobre si le conceden o no su petición de seguir detenido en su casa. Por ahora, está alojado en una dependencia policial.
La situación de salud de Emerenciano Sena está puesta en duda, ya que, en las últimas horas, se supo que su hermana le quería transmitir mediante una carta que le iba a entregar en la comisaría donde le pedía regular el consumo de azúcar, para así incidir en los análisis y también donde le pedía realizar un show para motivar la petición del arresto domiciliario.
El miércoles también fue evaluada en ese centro asistencial su esposa, quien fue sometida a un control luego de sufrir mareos durante el mediodía, según las fuentes judiciales. Con un fuerte operativo policial, la mujer fue llevada desde el Departamento Violencia Familiar y de Género, donde cumple la prisión preventiva por el crimen de Strzyzowski, hacia el Hospital Perrando.
Los voceros dijeron a Télam que el traslado se debió a que Acuña, al ser revisada por personal médico, manifestó sentirse mareada debido a la medicación que toma para la tiroides, por lo que se recomendó que sea supervisada por un especialista para que determine si es necesario reajustar la dosis. Tras finalizar los estudios, y entre insultos de otros pacientes, Acuña fue retirada del centro de salud, con un chaleco antibalas y un casco, para ser llevada nuevamente al centro donde permanece detenida.
Mientras tanto se evalúa volver al río Tragadero que linda al campo de la familia Sena para ampliar el rastrillaje con perros y es el lugar donde hace días se encontraron restos óseos que son analizados por peritos forenses del Instituto en Córdoba. La labor es determinar por ADN si aquéllos corresponden a Cecilia, trabajo que llevará cerca de un mes porque, recién el próximo lunes, se va a hacer apertura de los sobres donde están guardadas las muestras. También hay en análisis algunos allanamientos que pidió la familia de Cecilia a través de sus abogados debido a que hay sospechas de que la tarea de encubrimiento abarcó a otros miembros de la familia Sena.
Preventiva
El matrimonio piquetero deberá argumentar junto a su defensor el 12 y 13 de julio su oposición a la prisión preventiva pedida por los fiscales ante el juez Héctor Horacio Sandoval, titular del Juzgado de Garantías N° 2 de Resistencia. Sobre esto, Osuna planteó que la oposición es una “formalidad” ya que consideró “atinado” el pedido de preventivas del Equipo Fiscal Especial.
El abogado argumentó esa posición señalando que al no confirmarse aún si los restos óseos secuestrados corresponden a Cecilia -un proceso que realiza el Equipo Argentino de Antropología Forense- tiene validez “el presupuesto de no entorpecer la investigación”.
Misterio
La noche del lunes 5 de junio, el llamado de un número desconocido alertó a Ángela, la hermana de Cecilia Strzyzowski. Del otro lado del teléfono, una voz masculina que se presentó como “personal de investigaciones” le pidió la dirección de su casa. Ángela no quiso dársela, pero le pasó el teléfono a su mamá, Gloria Romero. Minutos después, dos hombres llegaron a su domicilio, ubicado en el barrio 120 Viviendas CGT, en Resistencia. “Escuché que a Cecilia le hicieron algo y estaba desaparecida”, dijo uno de ellos y aseguró que el dato se lo había aportado una persona del barrio Emerenciano. La visita, anónima, disparó la denuncia por la desaparición de Cecilia el pasado 6 de junio. A un mes de ésta, la Justicia todavía no pudo identificar a los presuntos agentes. “Es un misterio que los investigadores aún no logran develar”, dijo a Infobae una fuente con acceso al expediente.
La llegada de esos dos oficiales terminó de encender las alarmas en la familia de Cecilia. A pesar de que solo habían podido intercambiar algunos mensajes con ella, suponían que, el 5 de junio, ya estaba en Ushuaia. El jueves 1 de junio, su tía abuela, Mercedes Valois Flores, la había despedido cuando la joven salió de su domicilio con una valija acompañada de su pareja, César Sena. En esa franja de cuatro días, según contó su mamá, Cecilia manifestó que se le había roto el celular y que no podía mandar audios, fotos, ni hacer videollamadas. "Los mensajes eran muy escuetos y usaba muchos stickers. A mí me pareció raro. No era la forma habitual de escribir de Cecilia, pero pensé que era porque estaba de viaje y no le di mucha importancia”, había contado su madre.