viernes 19 de septiembre de 2025
Cara y Cruz

Tensiones larvadas en la UNCA

La asamblea extraordinaria convocada ayer por las autoridades de la UNCA fracasó en el intento de avanzar en reformas del Estatuto Universitario, pero expuso la vigencia de la tensión irresuelta entre el rector Oscar Arellano y el decano de la facultad de Derecho, Gonzalo Salerno, quien al parecer parece dispuesto a continuar con la línea objetora que planteó al ser derrotado en la pelea por el Rectorado.

La disputa se desarrolla con discreción acorde a florentinos códigos académicos que, salvo en el claustro de los estudiantes, prefieren puñales y venenos antes que cañonazos.

Llamó la atención que un plenario para cuestión tan trascendente fuera reunido en pleno litigio con el Gobierno nacional por los recursos destinados a las universidades, apenas unas horas después de las marchas en todo el país que enmarcaron el rechazo en la Cámara de Diputados de la Nación de los vetos de Javier Milei a las leyes de financiamiento educativo y emergencia en la salud pediátrica.

Según Salerno, la convocatoria se hizo entre gallos y medianoche para intentar una reforma del Estatuto a libro cerrado, en “paquete”. La agenda contemplaba la incorporación de la Escuela de Arqueología y las escuelas preuniversitarias al Consejo Superior y la apertura de la discusión universitaria hacia otros sectores de la sociedad, pero el punto crítico parece radicar en el sistema de reelecciones de los decanos y vicedecanos.

“Lamentamos sinceramente que no hayamos tenido la oportunidad, el tiempo y las instancias de profunda reflexión, debate, análisis, intercambio de propuestas, minucioso estudio del proyecto. Nada de eso sucedió en este caso. Hasta el día de la fecha prácticamente nadie sabía que íbamos a tener una reforma estatutaria, ni mucho menos los motivos, las necesidades, los fundamentos y alcances de la misma”, manifestó.

El sector derrotado en la pelea por el rectorado de la UNCA parece dispuesto en mantenerse en la vereda crítica El sector derrotado en la pelea por el rectorado de la UNCA parece dispuesto en mantenerse en la vereda crítica

El sector de Salerno pretende ajustar el artículo 35, que establece la posibilidad de reelección de los decanos y vicedecanos por un solo período consecutivo, en cualquier orden. La idea es clausurar vías interpretativas para impedir que los miembros de una fórmula se alternen en el ejercicio del decanato y el vicedecanato y se eternicen en la conducción de las facultades.

Según Salerno, “dos decanos fueron reelegidos por segunda vez en estas últimas y recientes elecciones, incumpliendo la norma estatutaria”. El decano, que dejará su cargo el mes que viene, presume que el oficialismo pretende hacer una reforma cosmética en este punto para “convalidar unas elecciones que fueron contra estatutarias”.

“Estamos proponiendo cambiar las reglas del juego para el futuro y a la vez generando una situación de extrema incertidumbre e inseguridad jurídica que podría exponer a la sanción de nulidad de las elecciones recientemente realizadas”, señaló.

Consideró además inconveniente la oportunidad para la discusión, “teniendo en cuenta lo delicado del contexto”. “No entiendo la necesidad y el apuro de realizar esta asamblea de reforma mientras el sistema universitario está atravesando un momento de crisis sin precedentes, que requiere de energía y concentración para temas de mucha más urgencia que los que hoy forman parte de este proyecto”, advirtió.

Arellano anunció que la reforma se retomará ya con los nuevos miembros de la Asamblea, que asumirán en octubre. Tal vez el año que viene. Lo novedoso es la perseverancia en sostenerse en la vidriera de la minoría derrotada, que como tal tiene representación en los órganos académicos ¿Conseguirá domesticarla el Rectorado?

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