sábado 19 de julio de 2025
Víctima de ultraje rompió el silencio

"Sentí que se minimizó mi vivencia; son 14 años de abuso y de tortura física"

Un jurado popular declaró culpable a su agresor por un delito más leve que el que se le imputaba.

“Al menos es culpable”, dijo Micaela, una joven que había denunciado a su propio padre por varios hechos de abuso. Su agresor había sido imputado por el delito de “abuso sexual gravemente ultrajante por la circunstancia de su realización continuado calificado por el vínculo y el daño en la salud mental de la víctima”. Sin embargo, un jurado popular, por unanimidad, lo declaró culpable por el delito de “abuso sexual simple agravado por el vínculo y continuado”. En audiencia de cesura de pena, se lo condenó a tres años de prisión en suspenso. “Fue un shock escuchar el veredicto; al haber escuchado ‘abuso sexual simple’ sentí que se minimizó mi vivencia. Son 14 años de abusos sexuales y de tortura física”, expresó la joven.

La denunciante, que fue representada en la querella por la abogada Astrid Acuña, adelantó que una vez conocidos los fundamentos va a presentar un recurso de casación en la Corte de Justicia de Catamarca. La Sala Penal resolverá su planteo.

El camino de Micaela para obtener Justicia fue largo. Fue ultrajada, desde niña, durante varios años. En 2017, cuando tenía 19 años, decidió romper el silencio. Se lo contó a su mejor amigo, a su novio de entonces y a su hermano mayor. Todos le creyeron y le dieron el impulso para que se animara a realizar la denuncia. Micaela se fue de casa y llegó a la Unidad Judicial 2. Allí denunció a su papá. Su idea era “obtener justicia por mí y por mi hermana”, aseguró. Su hermana era una niña de cinco años. Tras su salida de la casa, perdió contacto con su hermanita. No volvió a tener contacto con ella.

“Lo tuve que pensar bastante, con dolor. Recién salí de casa, sin absolutamente nada”, recordó. Con el apoyo que recibió, juntó valor para vencer el miedo que sentía por ella y por su hermana.

La causa fue investigada, en un primer momento, por la Fiscalía de Instrucción de Cuarta Nominación –en ese tiempo, a cargo del fiscal Ezequiel Walther y luego de Antonella Kranevitter-. Finalizada la investigación, por la imputación que se había reprochado, se remitió el expediente a la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) del Poder Judicial para la realización de un juicio por jurados.

El pasado 3 de julio, las partes plantearon los alegatos de clausura. El fiscal de Cámara Miguel Mauvecín y la querellante Astrid Acuña mantuvieron la acusación. El abogado de la defensa, Luis Marcos Gandini, solicitó que sea declarado no culpable. Tras una deliberación de casi cuatro horas, un jurado integrado por 12 vecinos declaró culpable a su acusado por el delito de “abuso sexual simple agravado por el vínculo y continuado”. De esta manera el jurado optó por una alternativa diferente a las teorías expuestas por las partes durante el debate.

“Esperé con paciencia. Fue un proceso de ocho años”, contó la joven.

Días después, se llevó a cabo la audiencia de cesura de pena. Tanto el debate como esta última audiencia, por tratarse de un delito contra la integridad sexual, se desarrollaron a puertas cerradas. De acuerdo con información a la que pudo acceder, la Fiscalía pidió una pena de cinco años y seis meses de prisión. A su turno, la querella solicitó una condena de siete años. En tanto que la defensa pidió tres años, en suspenso. El juez director Jorge Palacios fijó una condena de tres años de prisión en suspenso. Finalizada la feria judicial, se conocerán los fundamentos de esta resolución.

La joven comentó que su denunciado ya cuenta con restricciones. Sin embargo, considera que no es suficiente. “Fue duro escuchar… Que sea ‘abuso sexual simple’ no es la carátula que siento que le deberían poner a tantos años de infierno. Pensé, ‘al menos es culpable y va a ir preso’ porque es imposible que 14 años de infierno se reduzcan a tres años en suspenso. Él puede hacer su vida normal. Esperaba que mínimo le dieran ocho años, que es lo que yo luché y esperé esta justicia con paciencia. Fue un proceso de ocho años. Es cruel. Me va a matar. Tengo miedo. La restricción no me resguarda. Él amenazó con matar a mi hermana”, aseguró.

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