jueves 6 de noviembre de 2025
Pasaron 12 años y una investigación inútil

Prescribió la causa por el brutal asesinato de María Condorí

Pasaron 12 años sin que se registrara un mínimo avance en la investigación por el femicidio de María del Valle Condorí (35). El expediente juntó polvo en los anaqueles de la Fiscalía o "se perdió" en los pasillos del Poder Judicial y finalmente, el caso prescribió.

Nadie será juzgado ni condenado por este femicidio ocurrido en el año 2013. La desidia, el desinterés, el olvido y la falta de Justicia volvieron a matar a María.

El crimen sin resolver quedará para siempre en los registros de los medios de comunicación y en la memoria de sus familiares y amigos, quienes nunca sabrán por qué ni quiénes la mataron.

El 7 de octubre de 2013, alrededor de las 13:20, un niño que regresaba de la escuela caminaba hacia su casa. Al pasar por un descampado con un basural próximo al Club Sarmiento, cerca del arroyo Fariñango, vio algo que lo dejó paralizado: el cadáver de una mujer. Corrió hasta el Centro de Documentación Rápida, en avenida Acosta Villafañe, y avisó a los empleados.

Era María del Valle Condorí, de 35 años, oriunda de San Salvador de Jujuy. Había llegado a Catamarca para trabajar vendiendo ropa y alquilaba una pieza en calle Tucumán al 1.200.

La noche anterior estuvo con una amiga y un hombre compartiendo bebidas alcohólicas hasta que, cerca de las 2 de la madrugada, se marchó enojada. No se volvió a saber de ella.

Las cámaras de seguridad instaladas en las proximidades no lograron captar qué pasó después. La autopsia determinó que murió a causa de los golpes sufridos en su cara y en la cabeza. También había sido atacada sexualmente.

En las horas posteriores al hallazgo, la policía arrestó al hombre que había estado bebiendo con María y su amiga. Sin embargo, su participación en el homicidio fue descartada y quedó en libertad. Desde entonces, la causa no tuvo personas imputadas ni detenidas y nadie respondió por la muerte de María del Valle Condorí.

La Policía fue el fusible

Como primera y única reacción al estrépito social que provocaron las muertes de María y de Celeste Judith "Chasqui" Moreno (20), la entonces gobernadora Lucía Corpacci removió la cúpula policial. El jefe Juan José Palomeque y el subjefe Néstor Lazarte fueron desplazados de sus cargos.

En sus lugares asumieron Julio César "Suri" Gutiérrez y Carlos Pedraza. Pero los cambios en la conducción policial no alcanzaron para resolver el crimen. Juan Pablo Morales, subsecretario de Seguridad, había presentado su renuncia, pero fue ratificado en su cargo por Corpacci.

Deficiencia Judicial

El caso de María puso en evidencia cómo las malas investigaciones garantizan la impunidad, en grado extremo. Las pruebas que no se toman en las primeras horas se pierden para siempre. Los testigos que no se buscan de inmediato pueden desaparecer. La falta de pericia policial y fiscal en los momentos cruciales condena a las víctimas al olvido.

Cuando la causa prescribe, la impunidad se vuelve definitiva. Si bien María del Valle Condorí es víctima del crimen y del abandono del Estado, hay funcionarios que no estuvieron a la altura de las circunstancias y que tuvieron la oportunidad de hacer justicia.

En ambos casos hubo personas arrestadas, a las cuales se les extrajo ADN para ser cotejado con el hallado en las escenas de los crímenes. Los investigadores le confirmaron a El Ancasti que el material genético encontrado es abundante, pero no logran dar con el "dueño" de las muestras levantadas.

La línea narco

La autopsia determinó que Condorí murió por un fuerte traumatismo craneoencefálico que le provocó una broncoaspiración. Varias amigas manifestaron entonces que estaba "irreconocible" por los golpes que tenía en la cabeza y en el rostro.

La principal hipótesis inicial de los investigadores fue que habría sufrido un ataque sexual.

Según la reconstrucción que se pudo hacer a partir de testimonios policiales, familiares y fuentes judiciales, su cuerpo fue hallado casi frente a una casa en la que en 2015 se determinó que funcionó la primera cocina de droga de Catamarca.

"Chasqui" fue asesinada entre 48 y 72 horas antes que María, el 4 de octubre.

Para los investigadores, el móvil del crimen fue el robo de uno o dos kilos de cocaína a integrantes del clan Argañaraz, por entonces comandado por Claudio Antonio Argañaraz (padre), más conocido como "El Viejo" Claudio.

Supuestamente, producido el robo, la banda narco habría intentado recuperar la sustancia exigiéndole a Chasqui su devolución, lo que presuntamente terminó con el asesinato de la joven, quien estaba embarazada y era madre de dos niños.

El 7 de octubre hallaron el cadáver de María, frente a la casa de los Argañaraz. Desde entonces, la hipótesis de una conexión de los asesinatos de María y "Chasqui" con el clan narco, o con el crimen organizado, nunca fue debidamente considerada por la Justicia.

Para los investigadores, las dos mujeres no se conocían.

El Clan

Varios integrantes del clan Argañaraz fueron detenidos en septiembre de 2015, casi dos años después de los asesinatos.

A fines de 2018, "El Viejo" Argañaraz fue condenado a 12 años de prisión por “fabricación y preparación de estupefacientes agravado por el número de personas”. Su hermano Domingo Enzo Argañaraz recibió 8 años como partícipe necesario del mismo delito. Enzo Andrés Argañaraz Gásquez fue sentenciado como partícipe secundario a 4 años y se ordenó su inmediata detención.

Claudio Antonio Argañaraz (hijo), alias "El Loco", fue condenado por “distribución de estupefacientes agravado por el número de personas” a seis años de prisión.

Recientemente, "El Loco" y otros sospechosos fueron imputados por el brutal femicidio de Chasqui, por la fiscal Paola González Pinto, evitando así que esa causa también prescriba.n

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