Sorprendió a la gente por realizarse pese a que las autoridades habían comunicado la prohibición.
En un hecho calificado por los vecinos como una "falta de respeto total", la empresa minera Zijin-Liex, con operaciones en la margen oeste de Fiambalá, realizó un extenso show de fuegos artificiales sonoros la noche del 24 de diciembre, transgrediendo de forma clara los decretos municipales que prohíben este tipo de pirotecnia.
El espectáculo lumínico y estruendoso, que se extendió por más de veinte minutos poco antes de la medianoche, sorprendió a la comunidad por su intensidad y, sobre todo, por realizarse a pesar de que las autoridades habían comunicado con anticipación la prohibición. La normativa local busca proteger a personas con trastorno del espectro autista (TEA) y a los animales, ambos grupos sensibles a los efectos negativos de los estruendos.
Desde la comunidad, la reacción fue de indignación. "No se puede permitir que una empresa minera haga lo que quiere con nuestra tranquilidad y la de nuestros animales", expresaron vecinos afectados, quienes esperan una pronta sanción para la compañía. La actitud de la empresa fue percibida como un gesto de desprecio hacia la legislación local y el bienestar de los fiambalenses.
La firma, de capitales chinos, podría enfrentar sanciones por violar no solo el decreto anti-pirotecnia, sino también normas de seguridad y de convivencia comunitaria. La situación se encuentra en desarrollo y se espera que durante la jornada de hoy, las autoridades competentes tomen las medidas correspondientes y se pronuncien oficialmente sobre las consecuencias que acarreará este incidente.
El Honorable Concejo Deliberante de Fiambalá sancionó una ordenanza histórica que convierte a toda la jurisdicción municipal en un territorio libre de pirotecnia sonora. La normativa N° 830/2024, emitida hace unas semanas, establece de manera categórica la "Prohibición en toda la jurisdicción del Municipio de Fiambalá, la tenencia, comercialización, acopio y/o uso de pirotecnia sonora o estruendosa".
La decisión legislativa surge con un claro espíritu de inclusión y bienestar comunitario.
El comunicado municipal fundamenta la medida en la necesidad de "celebrar las fiestas de fin de año en paz", poniendo especial énfasis en la protección de grupos sensibles al ruido explosivo. Entre ellos, se menciona explícitamente el bienestar de niñas y niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), personas mayores, animales y mascotas, y el medio ambiente, además de velar por la integridad física de todos los vecinos.
