Heridas cortantes en la frente y un bretel atado al cuello
La víctima fue hallada por tres hombres, entre ellos Ítalo Yamil Agüero, quien actualmente está imputado en la causa.
Recorrido. Mauvecín (de frente) en cercanías de la escena del crimen.
Por Marcelo Carabajal
El 4 de octubre de 2013, Celeste Judith Moreno fue hallada sin vida a las 18.55. Su cuerpo estaba a unos 50 metros de la curva de "La Aguada", en la zona norte de la ciudad Capital. En sus primeras observaciones, el médico de la Policía y la bioquímica percibieron en qué estado se encontraba "Chasqui". Ella tenía varias heridas cortantes y punzantes en la frente y en el cuero cabelludo. También notaron que el corpiño que estaba usando no tenía los breteles. Luego, el médico levantó la cabeza de Moreno y descubrió que el cuello de la víctima estaba rodeado con un cordón semitransparente. Era un bretel. Ese bretel que envolvía el cuello de Celeste tenía un nudo a la altura de la nuca. El médico, además, vio la equimosis en el rostro de Moreno. Tras esto, consideró que había que realizar la autopsia. En esos primeros momentos, la investigación estaba en manos del fiscal Ricardo Javier Herrera de la Unidad Fiscal de Delitos Especiales. La autopsia se realizó horas más tarde y en ella se estableció que la causa de muerte de "Chasqui" fue de "asfixia por estrangulamiento a lazo asociada a lesiones múltiples contusocortantes craneofaciales".
¿Cómo llegaron a Celeste? Tres hombres la encontraron. La hallaron en circunstancias en que ellos caminaban por el sendero en donde estaba el cuerpo. Estaban hondeando en el lugar. Ellos son Willian Tabaré Álvarez, Martín Carlos Barros e Ítalo Yamil Agüero. Este último fue testigo en los primeros momentos de la causa y, en la actualidad, está imputado por este hecho de sangre. Así lo definió la fiscal de Instrucción N° 7, Paola González Pinto.
El nombre de Eduardo Rafael "Cacho" Silva se escribió pronto en el expediente. Al momento del asesinato de Celeste, Silva estaba en pareja con ella. Después de la autopsia, la Fiscalía ordenó que se le realice una inspección corporal. El primer testigo que declaró en la causa apuntó contra él. Fue el policía Roque Alejandro Obregón, que prestaba servicio como personal de calle de la División Homicidios, dependiente del Departamento Investigaciones Judiciales. "De averiguaciones practicadas en el entorno y los vecinos, se pudo establecer que con este sujeto la relación no andaba bien y que el mismo en reiteradas oportunidades la agredió físicamente", señaló Obregón en su primera declaración testimonial en este proceso.
Durante los primeros días de la investigación intervinieron los fiscales Ricardo Javier Herrera, Marcelo Hadel Sago, Miguel Mauvecín; y el secretario de Fiscalía, José Santiago Ahumada Franzzini. En la actualidad, Herrera se desempeña como juez Correccional; Sago y Ahumada Franzzini como jueces de Control de Garantías; y Mauvecín como fiscal de Cámara. La causa está en el Juzgado de Control de Garantías N° 1, a cargo de Ahumada Franzzini. El último viernes, Ahumada Franzzini decidió excarcelar a Claudio Antonio "Loco" Argañaraz (h), a Ítalo Yamil Agüero y a Eduardo Rafael “Cacho” Silva, tres de los cuatro imputados que tiene la causa. Los tres hombres estaban detenidos en el Servicio Penitenciario Provincial (SPP) de Miraflores, Capayán. El otro acusado es Miguel Ángel Argentino "Iguana" Nieva, quien está preso en la cárcel por otro caso.
Gritos
El día siguiente, esto es el 5 de octubre de 2013, el fiscal Mauvecín y el secretario Ahumada Franzzini asistieron al lugar en el que se halló el cuerpo de Celeste. También estuvo presente personal de las divisiones Homicidios, Criminalística y de la comisaría Octava. En la ocasión, ingresaron a la escena y percibieron las huellas de una moto o un rodado menor; huellas o rastros de pisadas; signos de que en la zona se había producido una gresca; un paquete de cigarrillos y un test de embarazo con resultado negativo, entre otros. Al momento en que finalizó esa inspección, un adolescente de 17 años se presentó allí y manifestó que su madre, una mujer de 38 años, habría escuchado gritos de una mujer el día anterior en horas de la tarde. Ocurrió al momento en que ella se encontraba juntando leña en el lugar. Ante esta situación, Mauvecín resolvió que esa mujer sea entrevistada por personal de Homicidios.