El jefe. Aliada al clan Menem, Karina Milei comanda la proyección de la Libertad avanza a partido nacional.
Apalancada en el clan Menem, Karina Milei, hermana del presidente Javier y secretaria General de la Presidencia, “El Jefe” para su hermano, comanda la organización de La Libertad Avanza a nivel nacional de cara a las elecciones de medio término. El protagonismo asumido por el “karimenemismo” empieza a generar fuertes tensiones dentro del espacio libertario.
La más visible fue la polémica en la Cámara de Diputados de la Nación que destituyó a Oscar Zago de la presidencia del bloque libertario y lo sustituyó por Gabriel Bornoroni, empresario cordobés y miembro del Partido Demócrata, de estrecha confianza de Karina, que se quedó con el sello de La Libertad Avanza en Córdoba.
La decapitación de Zago se ejecutó después de que el presidente del cuerpo, Martín Menem, desautorizó la designación de la diputada Marcela Pagano como presidenta de la comisión de Juicio Político. Karina promueve a Alberto “Bertie” Benegas Lynch para ese cargo.
Zago formará un interbloque con otros dos diputados. Ratificó su lealtad hacia Milei, pero cuestionó a Menem. “El Presidente había dado el okey (a las designaciones en comisiones), pero hay algunos que interpretan que la opinión del Presidente es otra. O se hacen cargo de interpretar otras cuestiones o le mienten al Presidente sobre cómo son los hechos”, disparó.
La interna arde y podría tener proyecciones en Catamarca, donde las diferencias entre los libertarios que comenzaron a quedar expuestas con los despidos y cierres de reparticiones nacionales se reiteraron durante la visita de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
El castigado Zago pertenece al Movimiento de Integración y Desarrollo. El presidente del partido en Catamarca es el diputado Fernando Baigorrí, quien marcó diferencias con sus pares Adrián Brizuela y Federico Lencina al objetar el alcance y los métodos utilizados para aplicar el ajuste en Catamarca.
También salió Baigorrí a despegarse de las quejas de Brizuela por la indiferencia de Villarruel hacia los libertarios en su visita a Catamarca, en una postura similar a la adoptada por el excandidato a gobernador José Jalil Colomé y el empresario Javier Galán, que trabaja en la conformación del partido “Unión Libertaria”.
El karimenemismo avanza, a la ofensiva, pero son varios los ñatos con ganas de oler. Solo en Catamarca pueden contarse cinco facciones: Brizuela-Lencina; Baigorrí; Jalil Colomé; Galán y el flamante titular de la ANSES, Pablo Agüero. La exdiputada Myriam Juárez juega todavía entre bambalinas.
Los escarceos de la interna libertaria recortan con mayor nitidez la figura de Villarruel, que se mantiene al margen de las disputas pero es hábil para aprovechar su espacio institucional y diferenciarse del visceral estilo de Milei, “pobre jamoncito” entre ella y Karina, según consideró en la primera entrevista que otorgó como vice.
En Catamarca, señaló que el Senado es “la casa de las provincias” y marcó la conveniencia de construir relaciones armoniosas entre la Presidencia y los gobernadores, esos “degenerados fiscales”.
Villarruel es un espécimen extraño en el ecosistema libertario. Su perfil dialoguista y conciliador con la casta contrasta con el del Presidente.
A estas características se suma un detalle: Milei se abstiene de criticarla.
Esta templanza presidencial es significativa. Basta imaginarse los epítetos que habría recibido, de Milei y sus tropas virtuales, cualquier otro que hubiera osado marcar matices de opinión como defender las dietas de los legisladores nacionales que han convertido al Congreso en un “nido de ratas”.