El docente Olivera se presentaba como mujer ante las víctimas
De esa manera inició el contacto con ellas. Una vez que generó confianza, dio a conocer su identidad real.
El docente Ángel Gabriel Olivera, enviado a juicio por grooming, se presentó como mujer ante sus dos presuntas víctimas y, luego, reveló su verdadera identidad. Este dato se desprendió de la investigación que el fiscal de Instrucción N° 8, Sebastián Pelisari, realizó en contra del sujeto. De esta manera, Olivera buscó generar confianza con las supuestas víctimas que, al momento de los hechos, tenían 15 y 17 años de edad. Así lo explicó Pelisari, en una entrevista que brindó a la prensa. En la oportunidad, el representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) se refirió al modus operandi con el que actuó Olivera.
“En relación con una de las víctimas, inicialmente se da a través de una comunicación en una red social, de Instagram, donde este docente inicia las conversaciones a través de medios tecnológicos con este alumno, utilizando nombre de dos personas del sexo femenino para después finalmente dar a conocer la identidad real”, mencionó.
Pelisari detalló que “esto marca una de las etapas que tiene este delito, que es inicialmente la etapa del enganche o atrapamiento de la víctima, en la cual el autor lo que pretende es lograr un vínculo de confianza con la víctima, y de esta manera, siempre falseando la identidad o la edad del autor, empezar a lograr confianza y a intercambiar todo relacionado a preferencias, gustos, intereses”.
Luego, el investigador resaltó que cuando “la víctima ya inmersa en esta conversación, lo que busca el autor es encontrar mayor fidelidad en el vínculo que se ha generado, y busca empezar a ahondar en estas conversaciones ya sobre gustos, preferencias, que tenga el niño, niña, adolescente. Una vez que el autor ya ha obtenido información sobre todos los pormenores, ya empieza la tercera etapa que es en la cual, lo que busca, es sexualizar las conversaciones con este menor”.
Y, una vez que sexualiza las conversaciones, “llega la última etapa en la cual ya es el acoso totalmente dicho, donde empieza la manipulación de la víctima, intentando obtener un encuentro personal, siempre obtener un provecho de índole sexual”.
Por otra parte, remarcó que Olivera no tuvo ningún encuentro personal con las presuntas víctimas de grooming
Caso
El fiscal Pelisari dio por finalizada la causa por “grooming” y efectuó la elevación a juicio correspondiente. Olivera está acusado por dos hechos. Él es un docente de Nivel Secundario.
La primera denuncia se radicó en octubre de 2020 –período de pandemia por COVID-19-, por un hecho ocurrido entre febrero de 2018 y abril de 2020. La víctima tenía 15 años. El imputado estableció contacto a través de la red social Instagram y durante ese tiempo se hizo pasar por una mujer, aunque con distintos nombres. Según se precisó, el acusado mantuvo diálogos de índole sexual con la víctima intentando en todo momento lograr reunirse personalmente. Luego, cuando obtuvo confianza, el imputado se identificó como su profesor y fue cuando se radicó la denuncia.
La segunda denuncia la realizó una víctima de 17 años, por hechos acontecidos entre noviembre y diciembre de 2019. Al respecto, se indicó que el acusado se contactó a través del servicio de mensajería de WhatsApp, valiéndose de su vínculo como profesor. El presunto “groomer” –así se identifica a estos acosadores- se valió de ello para realizarle propuestas de índole sexual en relación con un examen que debía rendir.
En el marco de la investigación, se concretaron allanamientos en la vivienda del docente, se secuestraron elementos electrónicos y se realizaron pericias. También se destacó la intervención de los profesionales del Cuerpo Interdisciplinario Forense (CIF) del Poder Judicial, quienes llevaron a cabo el abordaje psicológico de las víctimas y las pericias psicológicas y psiquiátricas del imputado.
El “grooming” es el acoso de adultos a niños, niñas y adolescentes, a través de las nuevas tecnologías de información y de comunicación (NTIC), redes sociales, teléfonos celulares o internet. El agresor busca persuadir para crear una “amistad” y de esta manera lograr un acercamiento que le permita obtener imágenes, videos con contenido sexual e inclusive un posible acercamiento físico para abusar sexualmente de la víctima.n