Denunciaron por tortura a personal policial de Tinogasta
La hermana de uno de los arrestados lo trasladó a esta Capital para que le realicen estudios complejos. Denunció que junto a otro arrestado lo hicieron refregarse con gas pimienta, y que los golpearon.
Procedimiento. Momento en que efectúan disparos desde un móvil.
Una mujer denunció que su hermano Luis Leiva fue torturado junto a otras personas por personal de la Comisaría Departamental de Tinogasta y que por las graves lesiones sufridas el hombre debió ser trasladarlo a esta ciudad Capital para la realización de estudios complejos que confirmen las lesiones sufridas.
Con el patrocinio legal del abogado Julián Nando Quintar, la mujer explicó a El Ancasti que médicos de aquella ciudad le sugirieron el traslado debido a la falta de equipamiento tecnológico en esa cabecera departamental.
Según se informó, Alejandro Maciel Leiva (27) y una mujer de apellido Olivares fueron arrestados entre la noche del domingo y la mañana del lunes por agentes de esa comisaría, luego de un confuso episodio en el pasaje San Isidro, entre las calles Rivadavia y Tristán Villafañe.
Según la versión oficial, los policías realizaban recorridos de prevención cuando repentinamente fueron atacados a pedradas por tres personas.
Luego de reducirlas las alojaron en la dependencia policial. El fiscal de la Quinta Circunscripción en feria, Elvio Morales, los imputó por “lesiones leves”, “lesiones graves”, “resistencia a la autoridad” y “daños agravados por bienes de uso público” y fueron liberados entre el miércoles y el jueves.
En cuanto a Maciel, al cierre de esta edición, fuentes ligadas a la causa informaron que, de acuerdo con estudios preliminares, habría sufrido una grave lesión en sus genitales como consecuencia de los apremios.
Sobre Leiva, la mujer aseveró que su hermano se sentía muy mal y que médicos de Tinogasta le dijeron que era mejor traerlo a la Capital "porque acá hay más tecnología”.
“Me contó que cuando lo tuvieron encerrado en el calabozo le dieron una tremenda golpiza, que lo hicieron desvestir y que le echaron agua fría. Dijo que le hacían poner las manos en las que le echaban gas pimienta y después lo obligaban que se lo pase en la cara y en los genitales”, agregó la mujer.
Recordó que el hombre le manifestó que durante la golpiza “llegó a pensar en quitarse la vida para zafar de los tormentos”.
Dijo además que luego del incidente su hermano y otros integrantes de su familia fueron amenazados por policías.
Ese domingo "los chicos estaban en una vereda tomando, era un grupo numeroso, y se acerca un móvil y los agentes les dicen que se alejen del lugar. Los chicos les preguntan si pueden ir a un domicilio cercano y les dicen que sí. Poco después comienza una discusión (de policías) con una pareja que estaba con los chicos, por una moto", relató.
Explicó que los policías pretendían secuestrar la motocicleta y que la resistencia de la pareja llevó a los uniformados a un desborde.
"La mayoría de los chicos, entre ellos mi hermano, se levantó y comenzó a alejarse caminando. Los policías -todos hombres-, quedaron con la pareja y registraron a la mujer, la tocaron toda y hay imágenes donde se ve eso. Y es cuando escucharon un disparo y otro más que hirió a mi hermano siendo que todos iban caminando", manifestó.
Consideró que "ellos (los policías) provocaron eso y los chicos reaccionaron. No es justificable, no justifico lo que hicieron. Que cumplan la detención si es que hicieron algo malo y si uno lo quiere ver con mucho amor que les dieron un golpe que no corresponde, bueno. Pero de ahí a que los torturen toda la noche, que los mantengan parados durante varias horas, que los hagan bañar con jabón y gas pimienta, es una barbaridad. Les ponen un casco para moto en la cabeza o un colchón encima y los golpean”.