Declararon tres testigos en juicio popular por abuso intrafamiliar
Ayer se eligió a los jurados, se dieron las primeras indicaciones y las partes brindaron los alegatos de apertura.
En la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) del Poder Judicial ayer se dio inicio a un nuevo juicio por jurados. Dada la índole del delito, el debate se desarrolla a puertas cerradas. De acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, el acusado debe responder por “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ser encargado de la guarda y por el aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente, continuado en concurso ideal con corrupción de menores agravado”.
La jornada comenzó a las 9, con la audiencia de selección de jurados (Voire Dire). Al mediodía, el camarista Luis Guillamondegui, juez director de este juicio popular, tomó juramento a los integrantes titulares y suplentes. Tras un breve cuarto intermedio, se procedió a la apertura del debate. En la ocasión, el magistrado impartió las instrucciones iniciales.
Luego, se dio paso a los alegatos de apertura. El Ministerio Público es representado por el fiscal del caso Laureano Palacios y el fiscal de Cámara Augusto Barros. A su turno, alegó la defensa, representada por los defensores penales oficiales de Segunda Nominación Florencia González Pinto y su colega de Sexta Nominación Estanislao Reinoso Gandini. Ambas partes presentaron sus teorías del caso. La audiencia se reanudó en horas de la siesta. Fuentes consultadas indicaron que en esta primera audiencia se escuchó a tres testigos. Hoy se reanuda el juicio popular con la comparecencia de una nueva ronda de testigos.
Una sombra en el hogar
El abuso sexual en la infancia (ASI) es una de las formas de violencia más devastadoras que pueden sufrir niños, niñas y adolescentes. Un dato crucial que los expertos siempre destacan es que la inmensa mayoría de estos abusos ocurren dentro del ámbito familiar. Los principales agresores suelen ser figuras cercanas como padres, abuelos, hermanos, tíos o primos.
Además de lastimar profundamente a las víctimas, el ASI destruye el núcleo familiar. En este contexto, el silencio se convierte en el peor enemigo. El agresor ejerce un abuso de poder. A tal fin, utiliza la manipulación y las amenazas para generar un profundo sentimiento de culpa y vergüenza en la víctima. Esta dinámica hace que las víctimas tarden mucho tiempo, a veces años, en poder hablar sobre lo que les pasó.
Los expertos advierten que la familia puede convertirse en un ambiente propicio para el maltrato y el abuso. Los agresores se aprovechan del miedo, la culpa y la manipulación para silenciar a sus víctimas y garantizar la impunidad de sus actos. Es por esto que algunos profesionales se refieren a la familia, en estos casos, como una verdadera "prisión".
La vulnerabilidad de los niños y adolescentes se ve agravada por su inocencia, ya que no logran comprender la gravedad de los actos que sufren, especialmente si el agresor es una persona en la que confían. El agresor se aprovecha de ese amor y confianza. Aunque las víctimas saben que algo anda mal, suelen reprimir los recuerdos y terminan por normalizar o tolerar esos actos degradantes, quedando atrapadas en un círculo vicioso de secretos y silencio familiar.
Muchas víctimas de abuso intrafamiliar no reaccionan porque han llegado a normalizar estos ultrajes. Con el tiempo, este trauma se profundiza; se sienten cómplices, indefensos y humillados, temiendo además ser estigmatizados. La impunidad se alimenta del silencio de las víctimas, que callan por un estado de vulnerabilidad absoluta, cohibidas por el miedo y la culpa. Este silencio, por lo general, no es por un solo hecho, sino por una serie de agresiones que se agravan con el tiempo.
Expediente
El acusado debe responder por “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ser encargado de la guarda y por el aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente, continuado en concurso ideal con corrupción de menores agravado”.
Juez director: Luis Guillamondegui.
Ministerio Público: Laureano Palacios, fiscal del caso; Augusto Barros, fiscal de Cámara.