Confesó cuatro abusos sexuales y lo condenaron a 12 años de prisión
Imagen ilustrativa.
En el ámbito de la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) del Poder Judicial, en el transcurso de la semana, se llevó a cabo un juicio abreviado. El acusado respondió por cinco hechos –cuatro delitos contra la integridad sexual y uno de coacción-. El acusado confesó los hechos y admitió su responsabilidad. También estuvo de acuerdo con la imputación, la prueba en su contra y la pena impuesta.
Por tratarse de un delito de instancia privada, la audiencia se desarrolló a puertas cerradas. De acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, los ultrajes se cometieron entre 2012 y 2019. La víctima era una niña de 11 años y fue sometida hasta los 18.
La investigación estuvo a cargo del fiscal Jorge Barros Risatti. La defensa fue ejercida por el defensor Penal Oficial de Sexta Nominación, Estanislao Reinoso Gandini. Ante el juez director Silvio Martoccia, el acusado confesó.
El representante del Ministerio Público Fiscal mantuvo la acusación y pidió una pena de 12 años de prisión. Dada la confesión, la defensa adhirió.
Finalmente, el magistrado declaró al acusado responsable de los delitos de “abuso sexual simple calificado por la guarda y por ser cometido contra una menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente, continuado” (dos hechos), “abuso sexual con acceso carnal con el mismo agravante”, “coacción” y “abuso sexual con acceso carnal”. En consecuencia, fue condenado a la pena de 12 años de prisión. Luego de escuchar el veredicto, el ahora condenado regresó al Servicio Penitenciario Provincial, donde continuará purgando su castigo.
En alerta
El abuso sexual en la infancia (ASI) es una de las formas de violencia más extrema que niños, niñas y adolescentes pueden sufrir. No obstante, el dato más importante que advierten los profesionales en esta temática es que en la gran mayoría de los casos se trata de abusos sexuales intrafamiliares: padre, abuelo, hermano, tío o primo son los principales sospechosos.
Ante la duda, sospecha o certeza de que un niño, niña o adolescente pueda ser víctima de este delito se debe denunciar. El silencio es complicidad. La Línea 102 de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes funciona las 24 horas, los 365 días.