miércoles 5 de noviembre de 2025
Opinión

Cierre de año. Muestras y demostraciones

Gabriela Laura Gana, licenciada en Gestión Educativa

El cierre del año lectivo en nivel inicial es un momento significativo que marca el fin de una etapa de aprendizajes, experiencias y crecimiento para los niños y niñas. Uno de los aspectos fundamentales en esta celebración es la realización de muestras o presentaciones donde se evidencie todo lo trabajado a lo largo del año. Estas actividades permiten a los pequeños mostrar sus avances en habilidades motrices, sociales, cognitivas y emocionales, reforzando su autoestima y el sentido de logro, además de ofrecer a las familias la oportunidad de apreciar los progresos de sus hijos e hijas.

Es importante reconocer que no todos los niños reaccionan igual ante estas exposiciones. Algunos pueden mostrarse nerviosos, tímidos o incluso reacios a participar. Cuando los pequeños deciden no involucrarse o mostrar resistencia, esto puede deberse a diversos factores, como la ansiedad por la exposición, la inseguridad, o simplemente que prefieren mantener su atención en otras actividades o en su propio proceso de adaptación. La presencia de familiares y la expectativa de ser observados pueden ejercer cierta presión y es fundamental que los docentes y familiares comprendan que el respeto por el ritmo de cada niño es esencial. La empatía y el apoyo emocional ayudan a que los niños se sientan seguros y valorados, independientemente de su participación activa en las muestras.

Participar en actividades que implican disfrazarse o caracterizarse puede ser una experiencia emocionante para muchos, ya que les permite explorar su creatividad, identificarse con personajes y vivir momentos de juego simbólico. Sin embargo, para otros, puede generar nerviosismo o incomodidad, especialmente si sienten que deben cumplir con expectativas externas. Es vital que estas actividades se enfoquen en el disfrute y en el proceso, más que en la perfección, fomentando un ambiente donde todos se sientan cómodos.

En ocasiones, los niños deben participar en varias áreas simultáneamente, como educación física, música, tecnología o inglés. La decisión de involucrarse puede estar influenciada por la afinidad que tengan con ciertos docentes, o por su nivel de interés en cada disciplina. La relación que hayan establecido con sus maestras y profesores, así como su confianza en ellos, puede motivar su participación y entusiasmo en estas muestras. Sin embargo, también es importante que se respete el ritmo y las preferencias de cada niño, promoviendo una experiencia positiva y sin presiones.

Finalmente, el cierre del año lectivo no debe entenderse únicamente como un momento de celebración, sino también como un período de descanso y reflexión. Para los niños, puede representar un cambio en la rutina diaria, donde disfrutan de un tiempo de juego libre, actividades lúdicas y encuentros con sus pares, en un ambiente menos estructurado. Aunque algunos perciben estas actividades como juegos, la presencia de espectadores y la atención de las familias pueden convertirlo en una experiencia más significativa, que combina diversión, logro y reconocimiento. El balance entre la celebración y el descanso ayuda a los pequeños a cerrar un ciclo con alegría y satisfacción, preparándolos para nuevas etapas de aprendizaje con entusiasmo y confianza.

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