La iniciativa busca facilitar la comprensión de personas con autismo y otras dificultades para comunicarse.
En conversación con “Mañana Central” de Ancasti Streaming, la licenciada en Psicología Eugenia Herrera, compartió los detalles de un proyecto inclusivo que utiliza pictogramas para facilitar la comprensión y comunicación de personas dentro del espectro autista y con otras dificultades en la comunicación. La iniciativa, de carácter ad honorem, busca implementar apoyos visuales en diversos espacios sociales.
La profesional, quien es madre de una niña con autismo, explicó que el proyecto surge de su experiencia personal y laboral en los ámbitos educativo y clínico. “Soy mamá de una niña con autismo, también soy psicóloga, trabajo en el ámbito educativo y en el ámbito clínico y me toca atravesar diversas situaciones”, señaló Herrera. Esta vivencia le permitió reconocer la importancia de implementar “secuencias visuales o apoyos visuales en distintos espacios”.
La licenciada definió al pictograma como un dibujo o un esquema simple que puede describir un objeto, una persona, un espacio, también una acción o una actividad, el cual “suele ir acompañado de un texto por debajo que lo menciona, el texto suele estar en letra mayúscula de imprenta”. Destacó que para muchas personas en el espectro autista “lo visual les genera más comprensión y les resulta más atractivo”.
Respecto a su aplicación, Herrera detalló que primero se trabaja la asociación entre la imagen y el objeto o persona real. “Una vez que eso se comprendió o se entendió, después ya se empieza a utilizar con pequeños paneles”. Estas tarjetas, que pueden ser de cartulina o material plastificado, se organizan en secuencias mediante velcro, imanes o cintas, permitiendo estructurar desde rutinas diarias hasta hábitos específicos, como la higiene personal.
Implementación
La propuesta trascendió el ámbito privado y familiar para instalarse en la comunidad. Herrera relató que hace un tiempo atrás tuvo un pedido concreto: “Dos comerciantes que tienen un bar, deciden ambientarlo para que niños con autismo puedan formar parte de una merienda con su familia”. Este primer acercamiento evidenció la utilidad de los pictogramas no solo en bares, sino también en “una biblioteca” o “una oficina de trámites de cualquier tipo”.
Impacto personal
La psicóloga compartió también un testimonio personal sobre el impacto decisivo de los pictogramas en la vida de su hija, especialmente durante períodos de desestructuración como las vacaciones. “En un momento llegó a perder control de esfínteres, por ejemplo. Ahí me di cuenta que tenía que volver a estructurar con pictogramas las vacaciones. Una mínima rutina en la casa, pero con pictogramas. Cuando empezamos a trabajar, ella empezó a dormir mejor, se reguló, volvió a controlar esfínteres”. Para Herrera, este apoyo funciona como una rampa cognitiva, “como si fuera la rampa con la que uno sube la vereda, esto sería una rampa para comprender, para entender y para comunicarse”, explicó.
El proyecto, que cuenta con el perfil de Instagram ‘Teaymara’, se sustenta en el trabajo voluntario y en la demanda espontánea de la comunidad. “Este es un proyecto inclusivo, ad honorem, es decir, no es que se cobra ni mucho menos, es simplemente por el principio de que se siga reproduciendo, que se siga replicando cada vez más”, dijo la licenciada Herrera. A través de esta red social, el equipo recibe consultas y solicitudes de asesoramiento para implementar los apoyos visuales en nuevos espacios, promoviendo así una mayor inclusión social. n