lunes 18 de agosto de 2025
Según la Fiscalía

Bazán encubrió durante diez años los abusos que sufrió una niña

La víctima le comentó de los ultrajes que habría cometido Enzo Morales, con quien Bazán estaba en pareja.

Cintia Soledad Bazán encubrió durante diez años los ultrajes sexuales que padeció una niña, cometidos presuntamente por parte de Enzo Maciel Morales, el hombre con quien estaba en pareja al momento en que ocurrieron los supuestos hechos. Así lo estableció el decreto de determinación del hecho que realizó la fiscal de Instrucción N° 1, Yésica Miranda, quien estuvo a cargo de la investigación de los sucesos.

De acuerdo con la información a la que accedió El Ancasti, en ese decreto de determinación del hecho, que es el relato de la Fiscalía sobre lo sucedido, "en el margen de tiempo comprendido entre los años 2010 hasta el mes de enero de 2020, Cintia Soledad Bazán, teniendo pleno conocimiento de la gravedad de los hechos de abusos sexuales cometidos por su pareja Enzo Maciel Morales en contra de (la menor de edad), de los cuales tomó conocimiento por manifestaciones directas de la niña, los cuales ocurrieron en el domicilio sito en barrio Virgen del Valle, Capital de Catamarca, omitiendo Bazán denunciar dichos delitos a la Justicia".

En la narración del hecho, Miranda dejó en claro dos cuestiones relevantes: que la niña le había comentado a Bazán de esos presuntos abusos; y que la mujer no dio aviso de esto a las autoridades judiciales.

La denuncia penal en contra de Morales fue hecha por el padre biológico de la niña. Bazán, al momento de ser indagada por esta causa, prestó declaración y negó toda la acusación en su contra. En este expediente, Miranda imputó a Bazán por el delito de "encubrimiento agravado por omitir denunciar un hecho grave, en calidad de autora".

En tanto, Morales fue acusado por los delitos de "abuso sexual simple continuado doblemente calificado por ser encargado de la guarda y aprovechando la situación de convivencia preexistente, en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravada por haber sido cometida por persona conviviente y encargada de la guarda"; "abuso sexual gravemente ultrajante continuado doblemente calificado por ser encargado de la guarda y aprovechando la situación de convivencia preexistente, en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravada por haber sido cometida por persona conviviente y encargada de la guarda"; y "abuso sexual con acceso carnal continuado doblemente calificado por ser encargado de la guarda y aprovechando la situación de convivencia preexistente, en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravada por haber sido cometida por persona conviviente y encargada de la guarda".

Miranda elevó a juicio esta causa en contra de Morales y Bazán. Morales no se opuso. Bazán sí, pero rechazaron sus planteos en el Juzgado de Control de Garantías N° 3, a cargo del magistrado Lucas Vaccaroni. La defensa de Bazán no apeló la resolución de Vaccaroni y, por lo tanto, quedó firme. Por este motivo, Morales y Bazán deberán sentarse en el banquillo de los acusados.

ASI

El abuso sexual en la infancia (ASI) es una de las formas de violencia más extrema que niños, niñas y adolescentes pueden sufrir.

No obstante, el dato más importante que advierten los profesionales en esta temática es que en la gran mayoría de los casos se trata de abusos sexuales intrafamiliares: padre, abuelo, hermano, tío o primo son los principales sospechosos.

El victimario realiza un abuso de poder.

A través de diversos mecanismos de manipulación y amenaza, quien abusa genera en la víctima un sentimiento de culpa y vergüenza. Es por ese motivo que quienes lo sufren pueden tardar mucho tiempo, incluso años, hasta que pueden poner en palabras lo que les sucedió.

Al respecto, especialistas en esta temática advierten que la familia "puede ser un territorio favorable" para maltratar y abusar de chicos y chicas. Suelen ser silenciados por sus propios agresores mediante distintas estrategias.

Seguí leyendo

Te Puede Interesar