El 8 de abril, dos semanas antes de ser detenido por Gendarmería Nacional, Edgar Adhemar Bacchiani le dijo a su madre que esa semana iba a ser definitiva ya que sostenía que las cuentas de Binance se desbloquearían y podría cumplir con los ahorristas.
“Si me va bien vuelvo a ser el rey de Catamarca” pero “si me va mal calculo que me llevarán cigarrillos a la cárcel”, le dijo Bacchiani a su madre durante una conversación telefónica.
Tras los incesantes reclamos de ahorristas en la sede de Adhemar Capital y las marchas de cada noche, Bacchiani fue detenido el 22 de abril.
Salió esposado de su casa y lo llevaron en un móvil de Gendarmería Nacional con rumbo a la Delegación de la Policía Federal. El 17 de mayo, el juez federal Miguel Ángel Contreras le revocó la prisión domiciliaria y ordenó que sea enviado al penal de Miraflores, en donde permanece detenido hasta ahora. Antes de ser alojado en Miraflores, el Juzgado Federal le había concedido el arresto en su casa para que pueda acceder a sus cuentas y mostrar que tenía los fondos disponibles para afrontar la deuda. Eso no sucedió ya que Binance había bloqueado la cuenta y el trader fue alojado en un calabozo.
De la investigación realizada por la fiscal de Delitos Complejos, Valeria Rissi, concluyó que el CEO de Adhemar Capital tenía que ser imputado por cincuenta hechos de estafa. Entre las pruebas colectadas por los investigadores se incorporaron intervenciones telefónicas de las que surgió además de la conversación que tuvo Bacchiani con su madre, otra que mantuvo con el gerente regional José Armando Blas en la que se refirieron de manera despectiva y con tono burlón cuando hablaban de los ahorristas que les reclamaban.
“Lo peor es que yo publico bancarizado y la gente pregunta: …y nosotros los que no tenemos bancarizado cuándo vamos a cobrar…”, a lo que Blas acota “…negros hediondos… a mí me están hartando culiado…”.
En otra parte Bacchiani le comenta: “…Le contesté a uno recién, lo llamé por Instagram le digo escuchame enfermo, le digo, querés que te etiquete y ponga esta persona tiene un contrato en negro, debería cobrar, debería cobrar tal día… a noooo tenés razón jajaja…”.
Finalmente manifiesta Bacchiani: “…Yo no puedo creer que la gente sea tan pelotuda”, y acota Blas: “…Un asco esa gente…”.
El colapso
El testimonio de los empleados de la sucursal cordobesa de Adhemar Capital describió los momentos de tensión que se vivieron cuando comenzaron los atrasos en los pagos y el nerviosismo se apoderaba de los clientes.
El colapso surgió entre enero y febrero de 2022. Decenas de ahorristas llegaban a las puertas del edificio ubicado en el barrio Cerro de las Rosas.
"La gente que acudía iba muy enojada y los atendían los vendedores, pero no podían cobrar la totalidad", manifestaron.
En el testimonio se agregó que la segunda semana de febrero fue la más complicada.
Una de las testigos dijo que Donato y García Alaimo le manifestaron que "no había ingresado plata". Le dijeron que el sistema funcionaba desde una wallet de Catamarca desde donde se transfería dinero a Córdoba y luego era cambiado a dinero físico. Donato se presentaba como el contacto entre ambas provincias.
"Desesperación" era la palabra usada por la exempleada para definir la sensación de los ahorristas y también la de ellos, ya que señalaban que no tenían conocimiento de las maniobras de Bacchiani y no podían darle explicaciones a la "multiplicidad de clientes que se acercaban a la sucursal".
En plena situación de incertidumbre, Bacchiani ofreció uno de sus habituales vivos por Instagram en donde intentó transmitir tranquilidad.
“A mí lo que me interesa es Adhemar Capital, son ustedes, y quiero que sepan que estamos disponibles, estamos al pie del cañón dando soluciones de manera constante. Si hay algún tipo de duda o pregunta, desconcierto o incertidumbre, nosotros estamos respondiendo", dijo y se refirió a una presión mediática y de un "abogado que no es de esta provincia". "Yo le respondo a toda esa gente que Edgar no se fue ni se va a ir. Nosotros no somos ningunos estafadores, no somos un sistema piramidal, no somos un Ponzi”, expresó.n