El abuso sexual en la infancia (ASI) es una de las formas de violencia más extrema que niños, niñas y adolescentes pueden sufrir. No obstante, el dato más importante que advierten los profesionales en esta temática es que en la gran mayoría de los casos se trata de abusos sexuales intrafamiliares: padre, abuelo, hermano, tío, primo o docentes son los principales sospechosos.
Las niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual no solo deben romper el silencio impuesto por su agresor, sino también encontrar un adulto que crea en sus palabras (o sepa identificar las señales de alerta) y los proteja. Lamentablemente, en muchas ocasiones eso no sucede.
Es importante habilitar el diálogo con un acercamiento tranquilo, en un ámbito de privacidad, sin exponerlos. Habilitar el diálogo no es habilitar un interrogatorio.