domingo 19 de noviembre de 2023

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Hugo "Ciego" Elisabetta

Grito eterno de gol

El 27 de julio el mundo del fútbol lloró la partida de "El Ciego", el goleador histórico de "La Juve".

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Tengo dos opciones para comenzar a escribir esta nota. Una es adoptando la forma convencional, biográfica, con datos sobre la fecha de nacimiento, lugar y quiénes fueron sus padres. La otra, la que voy a escoger, es dejando de lado los datos fríos de una partida de nacimiento para intentar transmitirles quién fue Hugo Francisco Elisabetta, “El Ciego”.

Él nos dejó físicamente el 27 de julio a los 68 años tras soportar estoicamente una penosa enfermedad. Esa mañana sus ojos se cerraron, como dice el tango de Gardel. Y la música, siempre la música. Esa que sonaba cada vez que uno entraba a su casa de Camilo Melet al 600 y de la cocina salía un rico olor a comida. Esa música que pidió que fuera la banda sonora el día menos querido, el de su último adiós. Porque le había pedido a sus hijos que lo recordaran con alegría, que no estuvieran tristes.“Letit be”, “Penumbras” y algún tema de Creedence Clearwater Revival fueron la banda sonora del adiós o del hasta pronto como me gusta pensarlo. No faltaron los recuerdos de las numerosas anécdotas que con tanta gracia reconstruía para hacer reír.

El pasaje Nueva Argentina, hoy denominado Rafael Castillo, a escasos metros de los talleres de Vialidad Provincial, fue el escenario de los primeros pasos en los potreros de la zona. Vivía junto a su padre Francisco Elisabetta, un italiano que llegó al país a fines de la década del 40, su madre Rosa Ramona Carrizo, oriunda de Mutquín, y su hermana Elda María. En la primaria fue a la Escuela de Villa Cubas y en la secundaria a la ENET N° 1.

En la adolescencia conoció a Blanca María Velazco con quien se casó y tuvieron cinco hijos: María Marcela, María de los Ángeles, Fabricio Hugo, María Flavia y Lucas Damián.

Intento correrme un rato de la narración emotiva que todavía refleja la tristeza inconmensurable para dar paso a la carrera como futbolista. Esa que dicen en las esquinas, en los libros que fue formidable. Yo era un niño cuando daba sus últimas zancadas e inflaba redes en la cancha de la Liga Catamarqueña. Por eso es que acudí en auxilio de quienes sí tuvieron la fortuna de poder verlo en acción.

“Ágil, incansable corredor y extremadamente potente, era dueño de un remate que podía perforar redes. Podía jugar retrasado para acoplarse a un ataque o un contragolpe, pero sin dudas que su jugada favorita era entrando en diagonal para recibir un pase en cortada y clavarla en el palo opuesto” describe el periodista y escritor Carlos Gallo, autor de “Fútbol nuestro de cada día”, la obra que rememora la historia del fútbol provincial.

“Su popular apodo, el de “El Ciego” era, sin embargo, bien merecido, ya que tenía algún problema visual que no le impedía llegar a situaciones de gol con mucha frecuencia, tal cual lo demuestran las estadísticas. No obstante, la cruel tribuna suele ser imperdonable cuando un jugador toma una volea que, desviada, abolla las zarandas. Eso en lo estrictamente futbolístico, ya que en el plano personal su paso por este mundo fue muchísimo más valioso, brindando su amistad y su hombría de bien a cuantas personas lo conocieron”.

Elisabetta convirtió en 17 temporadas consecutivas jugando para la Asociación Juventud Unidad de Santa Rosa, la “Juve”, 99 goles entre 1974 y 1990. “En la mitad de esas quince campañas, fue el goleador absoluto de su club”, comentó Gallo.

Un hito en su carrera fue el hat-trick en la goleada de “La Juve” por 6 a 1 a Monterrico San Vicente de Jujuy, por el último partido de la fase de grupos del Regional de 1980.

“Ese torneo fue el debut del club de la entonces Avenida Mitre, actual Avenida Virgen del Valle, en los torneos regionales, y su campaña fue acompañada masivamente por la gran barriada del Norte y de la zona alta de la ciudad. En ese equipo el “Ciego” estuvo acompañado por grandes figuras del fútbol capitalino como el arquerazo José Adolfo Quiroga, Pedro “Perico” Díaz, Chacur, “Panza” Farías, Jorge Rodríguez, Carlos Villacorta, Aguirre, Miguel Rodas, “Landucci” Navarro y Carlos Luján, entre otros.

“Este hat-trik es, hasta la actualidad, el único logrado por los “divinos” en competencias afistas, y no son muchos los jugadores de toda la provincia que alcanzaron convertir tres tantos en un mismo partido y mucho menos en un interprovincial, por lo que la marca tiene gran relevancia individual”, añade el periodista.

Hugo César Chacón maestro y padre de periodistas también recordó a “El Ciego”.

“Un tipo increíble y con la virtud de lograr lo imposible porque él quiso ser jugador de fútbol y no sólo lo logró, sino que trascendió fronteras”, expresó.

“Como jugador un tipo que entregaba todo su esfuerzo para su equipo y encima ungoleador letal. No debe haber equipo, ni arquero de su época que no recibió un gol del querido "Ciego”. Era sacrificado y comprometido porque siempre pedía la pelota”.

Se juega como se vive es una de las tantas frases trilladas que tiene el mundo del fútbol, pero al momento de hablar de HugoElisabetta, encaja a la perfección según la descripción del gran Hugo César.

“Nunca ajeno, solidario y la tenía que pelear a todas, porque le tocó un tiempo donde brillaban grandes figuras de nuestro fútbol así que era doblemente difícil jugar, pero él nunca una patada, nunca una falta desleal y a él sí, a él sí que le daban por todos lados”.Comentó que si existiera un ranking de delanteros y goleadores del fútbol catamarqueño “Hugo Francisco Elisabetta estaría entre los cinco mejores”.

Chacón también compartió su adolescencia con “El Ciego”. “Nos conocimos en la Escuela Industrial y con los años cada uno tomó su camino para reencontrarnos en el deporte. Era un buen compañero, noble y respetuoso. Un gran padre de familia hacedor de grandes deportistas con sus hijos, que son un verdadero ejemplo”.

Texto: Pablo Vera

Hasta pronto

Hasta los últimos días preguntó cómo iba su “Boquita” y pedía escuchar música. El 27 de julio del 2023 será recordado como el día de su muerte. Yo prefiero pensarque ese día quedará grabado como el del grito eterno de gol.

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