Si la crisis es sinónimo de oportunidad, la audacia es el empujón para dar el primer paso. Aylén Soria es una joven emprendedora que gana terreno en un rubro muy especial: el del erotismo. “Musas”, su tienda online que cuenta con más de 4.000 seguidores, se estrenó en diciembre de 2020 pero desde hacía tiempo la joven venía trabajando.
En una charla con Revista Express, Aylén, quien además es estudiante universitaria, contó que viene de una familia de comerciantes. Todos, abuelos, tías y mamá se dedican al comercio. “Supongo que eso está en la sangre. Quería armar mi emprendimiento. Había probado con otros rubros pero ninguno terminaba por convencerme. Empecé a ver la lencería y me gustó. Cuando me di cuenta, prácticamente tenía todo armado. Había pensado en un nombre y un logo. Antes no me había pasado, con los otros rubros. Dije ‘creo que por acá es’”, recordó.
Con mucho esfuerzo, Aylén comenzó con una docena de conjuntos, con talles estándares. Luego, armó su página y pensó en un nombre. Aylén se inspiró en las Musas de la película Hércules. “Me gustaba porque era una de las pocas veces que veíamos en la tele diferentes cuerpos en un grupo de mujeres. En la película todas son talentosas y cantan”, contó.
Entonces, se encendió la lamparita. Aylén pensó cuál podía ser su aporte a la comunidad desde su lugar en internet. El emprendimiento empezó a trabajar con talles “reales”, más grandes. En ningún momento, la emprendedora pensó en la repercusión que podía llegar a tener y el éxito que podía alcanzar. Su clientela abarca a mujeres desde los 19 a los 70 años. “Me sorprende, para bien, que abarquemos tantas edades. Quizá las mujeres más grandes no se animan; tiene ese tabú con la lencería el sex shop. Me alegra un montón que podamos llegar a tantas mujeres y que todas se animen. Es todo un proceso y a veces es difícil soltar todas las presiones y estereotipos con los que se carga”, expresó.
En crecimiento
“Musas” es un emprendimiento que día a día crece. Uno de los momentos más importantes para que Musas creciera fue cuando tuvieron la invitación para participar en el Paseo de Compras de Productos Catamarqueños. En ese momento, Aylén llevaba casi un año en el rubro. Según la emprendedora, fue un “empujoncito”. Para poder crecer, hay que animarse y realizar una inversión. Se animó a buscar un perchero; hasta entonces solamente vendía de manera online, por lo que no lo veía necesario.
“El hecho de que nos hayan invitado a esa feria generó la necesidad de tener un stand bien presentado. Eso ayudó mucho a que Musas creciera y mejore. Había que comprar mobiliario: perchero y perchas para tener un stand lindo. Fue un punto clave; mucha gente nos conoció ahí. Fue de gran ayuda para el crecimiento en las redes”, aseguró.
A ello se suma el trabajo de marketing. Se producen videos e historias de Instragram. Así se genera una charla entre las seguidoras. También surgió el segmente “Hablemos de sexo”. “Se fueron tocando temas claves”, remarcó.
Animarse
Las historias de Instagram comenzar a funcionar como “disparadores” de temas. Así, el erotismo y la sensualidad, comenzaron a salir del clóset de los prejuicios. Siempre, se abordan estos temas con respecto, se aclara de antemano. Muchos seguidores aprovechan este espacio. No se trata de un espacio de ventas; es, para muchas personas –sin distinción de edad, por sobre todo- de un espacio para conversar y sacarse miedos e inseguridades y para animarse a descubrir.
“De a poco el tabú sexual se va quebrando. Estamos en un momento de la historia en el que se está dando como un destape y la gente se está animando un poco más pero sigue siendo difícil, no tan sólo para las personas de mayor edad, también para algunas chicas jovencitas resulta un tabú en algunas cosas. A parte de ser tabú, es importante trabajarlo porque hay mucha desinformación. A veces, tocamos temas a través de historias en nuestra página y siempre se ve la palabra ‘inseguridad’. Se repite mucho la palabra ‘miedo’. ‘No hago tal cosa porque tengo miedo’”, remarcó.
Además, comentó que en ocasiones los novios también consultan con pudor, vergüenza o con inseguridad. A veces, no saben qué talle elegir. La atención es personalizada y tiene que contar si tienen noción del talle, qué creen que les podría gustar a ellas y qué quieren para poder ofrecerles y tratar de que sea un regalo lo más lindo posible.”Siempre trato de facilitarles todo para que ellos sólo tengan que retirarlo y entregárselo a la persona que se lo quiera regalar. Cuido mucho el empaquetado y todos los detalles; quizá, a veces, va un presente por parte de Musas para que sea una experiencia linda lo que ellos regalen”, contó.
Embajadoras
El emprendimiento tuvo un importante crecimiento la búsqueda de “embajadoras”, las modelos de Musas. Esta búsqueda, por lo general, se realiza a través de Instagram, precisó. “Las chicas suelen mandar su mensaje presentándose. Muchas veces cuentan un poquito de su historia. Eso me ayuda a conocer el público y los temas que podríamos tocar cuando hacemos interacciones. Muchas chicas cuentan que suelen tener inseguridades desde niñas”, señaló.
También hay mujeres que cuentan que luego de la maternidad no logran sentirse lindas, no logran sentirse sensuales. “Tratamos de acompañarlas para que todas puedan sentirse lindas, sin ningún tabú por su cuerpo o por algo que las incomoda. Trabajamos mucho la aceptación y poder sentirse sensual. A veces, no es fácil”, advirtió.