Hace años, los discursos públicos estaban reservados a los grandes oradores. Poca gente estudiaba o practicaba este arte. Sin embargo, hoy en día, no es así. Incluso todo lo contrario, sea a lo que te dediques, la oratoria estará involucrada. En un mundo donde todo está conectado y el intercambio de información es una de las claves del éxito, la mayoría de personas se enfrentan con frecuencia a situaciones estresantes que exigen de una habilidad oratoria.
Según los expertos, el fenómeno del pánico escénico se explica a menudo por dos grandes teorías. La más aceptada defiende que ese miedo se ha ido creando desde la infancia con experiencias que han provocado que el cerebro identifique hablar en público con algo peligroso. La segunda explicación va más allá de lo racional y sitúa el nacimiento de este miedo en la parte del cerebro más primitiva.
Hablar en público no es una habilidad innata o heredada, por el contrario, se trata de una habilidad que se desarrolla y se aprende a través de técnicas y práctica. Poder trabajar técnicas simples para vencer el bloqueo o superar la inhibición, es una actividad que en muy poco tiempo comienza a dar sus frutos.
¿Querés saber más? Seguinos en nuestras redes sociales @consultoriaccg para saber mucho más del mundo de la comunicación y de la oratoria.