viernes 29 de marzo de 2024

Desarrollar nuestra vocación

Por Redacción El Ancasti

No debemos confundir trabajo con vocación. Te invito a imaginar a tres médicos. El primero está en un laboratorio investigando; el segundo está en su consultorio atendiendo a sus pacientes; y el tercero dirige un hospital. ¿De qué trabajan los tres? De lo mismo: los tres practican la profesión médica. Sin embargo, a nivel vocacional, cada uno hace algo distinto. Veamos…
El primero que está en el laboratorio tiene vocación de curiosidad, por lo que le gusta aprender, descubrir, saber. El segundo que está en el consultorio tiene vocación de servicio y ama empatizar, escuchar, ayudar. Mientras que el tercero que dirige el hospital tiene vocación de liderazgo, o de poder, y disfruta armar equipos, gestionar, establecer metas.
Si yo tomo al médico que está investigando y le asigno la tarea de dirigir el hospital, probablemente, tal vez no haga un buen trabajo. Y si al médico que está dirigiendo el hospital, le pido que atienda pacientes en el consultorio, probablemente, no lo haga del todo bien o no lo disfrute. ¿Qué quiero decir con esto? Que lo importante para vivir vidas plenas y felices es descubrir nuestra vocación.
Todos los seres humanos llevamos en nuestro interior una mezcla de los tres rasgos: queremos saber, empatizar y liderar. Aun así, puede predominar alguna característica sobre las otras. Descubrir eso nos permite no enfocarnos tanto en el trabajo, sino en desarrollar nuestro llamado, nuestra vocación.
“Pero yo no tengo idea de cuál es mi vocación, Bernardo”, tal vez pienses. Es sencillo descubrir tu vocación: pensá en aquello que te apasiona, qué es lo que podrías hacer todo el tiempo sin cansarte, olvidándote del espacio y del tiempo. Siempre, pero en especial en tiempos de crisis, la pasión es un ingrediente que no debería faltar en tu vida.
Las personas apasionadas por lo que hacen viven cada minuto a pleno y se van de esta tierra, cuando llega la hora, vacíos porque lo han entregado todo, no se han guardado nada. ¿Por qué es tan importante la pasión? Porque hacer eso que uno ama y disfruta tanto nos ayuda a creer y confiar en nosotros mismos, aunque las circunstancias externas no sean las ideales.
Y, cuando alguien cree en sí mismo, logra llevarse bien consigo mismo y también con los otros. Porque, es bien sabido que, como es adentro, es afuera. Además, creer en nosotros mismos nos conduce a aceptarnos tal como somos y a alimentarnos de buenos pensamientos, buenas emociones y buenas palabras. ¿El resultado? Actitudes y acciones positivas que le hacen bien al entorno.
¡Mirá todo lo que puede provocar en nuestras vidas el descubrir nuestra vocación! Si aún no sabés cuál es tu propósito en este mundo, te animo a descubrirlo porque te hará confiar en vos mismo, en vos misma, y atraerá a tu vida a personas con la misma pasión.Solo cuando nos percibimos como seres humanos con un potencial ilimitado, podemos avanzar y llegar a la cima.

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