viernes 22 de marzo de 2024

Al rescate de la alfombra catamarqueña

Por Redacción El Ancasti

La Fábrica de Alfombras y Tapices guarda un tesoro de creatividad, tradición e ingenio que puede ser clave para la recuperación del turismo y para la creación de fuentes de trabajo en nuestra provincia.

Una producción enteramente catamarqueña se luce en la Casa Blanca de Estados Unidos. En la sede del gobierno de Francia. En la oficina del primer ministro de España. En el Parlamento de Italia, Rusia, el Vaticano, en las oficinas gubernamentales de países latinoamericanos. El general Perón, Amalia de Fortabat, embajadores, ministros y empresarios pudieron gozar de su belleza única en sus hogares. También los Papas Juan Pablo II y Francisco tuvieron su ejemplar.

¿Cuál es el elemento tan versátil realizado en Catamarca y demandado en tantos lugares del mundo y de Argentina? Son las alfombras y los tapices artesanales, una especialidad única que busca convertirse en uno de los íconos de nuestra provincia.
La milenaria técnica de su tejido fue traída desde Persia a mediados del siglo pasado por un inmigrante iraní, y es diferente a la usada en la elaboración de ponchos:se realizan en telares artesanales a mano, nudo por nudo, lo que les da características especiales que las destacan sobre el resto.

Las alfombras y los tapices catamarqueños son elaborados con puras y delicadas fibras de lana de oveja y de algodón. La calidad del tejido se mide por la cantidad de nudos por metro cuadrado, lo que también da la densidad y espesor del tejido. Y los diseños, muy variados, pueden ser desde prehispánico, francés, persa, chino, hasta modernos y personalizados.

Con el paso del tiempo se convirtieron en una expresión de multiculturalidad, ya que al origen persa ha incorporado las tradiciones andinas de los pueblos originarios y el aporte español de la conquista. Hoypueden también reproducir cuadros reconocidos y adaptar otros diseños.

El centro de este movimiento es la Fábrica Artesanal de Tapices y Alfombras que funciona en la Capital provincial, cuyo sentido no es solo la producción sino también la enseñanza para sostener y potenciar en el tiempo ese desarrollo cultural catamarqueño.
Hay distintos proyectos para darle andamiaje legislativo a esta producción:

* El más avanzado, que ya tiene media sanción de Diputados en el Congreso de la Nación, fue presentado por la diputada Silvana Ginocchio (FdT): declara a Catamarca como Capital Nacional de Alfombras y Tapices Artesanales de Nudos Tejidos a Mano. Para que se convierta en ley solo falta que el Senado lo apruebe antes de su caducidad al final de este año. Está pendiente en la Comisión de Educación y Cultura.

* Otro, también de Ginocchio junto a Lucía Corpacci y Dante López Rodríguez, fue presentado en abril. Busca declarar como “patrimonio cultural inmaterial de la Nación a la técnica artesanal de tejido de alfombras y tapices por anudado manual en telar vertical, que se realiza en la Fábrica de Alfombras de la provincia de Catamarca, en los términos del artículo 2 de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, aprobada por Ley 26.118”.También declara “de interés turístico y cultural la Fábrica de Alfombras de Catamarca, en función del patrimonio cultural inmaterial que preserva y resguarda, con miras al fortalecimiento de las economías regionales y carácter estratégico”.

“Es un reconocimiento que contribuirá a su conocimiento, su difusión y a fomentar el atractivo turístico, cultural y los productos locales”, dijo Ginocchio, “lo cual redundará en crecimiento y desarrollo, posicionando a Catamarca como destino. Esto nos acerca a la meta del Objetivo N° 8 de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, encaminada a promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”.

* Un tercero, presentado estos días por la diputada provincial Natalia Ponferrada, pide declarar “Patrimonio Cultural Inmaterial de Catamarca la técnica artesanal de tejido nudo por nudo en telar vertical, utilizada en la elaboración de alfombras, tapices, lados de cama y accesorios, en la Fábrica de Alfombras de Catamarca”.

La declaración a nivel local faculta al Ministerio de Turismo y Cultura para “elaborar un plan de salvaguarda con miras a la preservación, conservación, revitalización, documentación, registración y transmisión de la técnica artesanal de tejido por nudo y en telar, de las alfombras, tapices, lados de cama y accesorios de la Fábrica de alfombras”, además de preservar el proceso completo de elaboración manual de los productos realizados: diseño y dibujo, urdido, ovillado, tejido, lavado y relieve, y busca“jerarquizar el oficio de las tejedoras y las personas que participan del proceso de elaboración”.

La fábrica
La fábrica de Alfombras fue creada a principios de 1950 como un emprendimiento privado por iniciativa de un inmigrante de origen iraní de apellido Shimian o Shimihan, que se radicó en Andalgalá. 

El trabajo de investigación “Las persas catamarqueñas”, de Luis Navarro Santa Ana, cuenta que “basándose en la información remitida desde la lejana Persia hizo construir tres telares y ajustándose a la milenaria técnica y a los diseños enviados por sus familiares, inició la elaboración de las primeras alfombras tejidas a mano”.

Sin embargo, ante sus aprietos económicos, Shimihan logró interesar al Estado para que se haga cargo del emprendimiento, lo que fue posible gracias al Segundo Plan Quinquenal lanzado por Juan Domingo Perón.

Así, en 1954 se creó la “Fábrica de Alfombras tejidas a mano de Catamarca” en la capital provincial durante la gestión del gobernador Armando Casas Nóblega, dando continuidad al emprendimiento nacido en Andalgalá. Ya como “fábrica escuela”, se instaló en la esquina de Vicario Segura y Güemes.

Historia
Para redactar sus proyectos, la diputada Ginocchio realizó una búsqueda histórica en los archivos de la Provincia. Si bien el decreto que dio origen a la Fábrica permanece inhallable, pudo encontrar otros del Boletín Oficial que muestran algunos hitos del camino:

*El Decreto 2723 del 8 de octubre de 1953es un valioso antecedente histórico que da cuenta del contexto en que se instala la fábrica de alfombras en la Capital Provincial dentro del ámbito gubernamental. Este instrumento aprueba el presupuesto presentado “por la firma Dándolo y Primi S.A., de Buenos Aires, para la provisión de (8) ocho telares usados en perfecto estado de uso, para confeccionar alfombras a mano, (4) cuatro de ellos de 2 metros de ancho y (4) cuatro de 3.50 a 4 metros aproximadamente, con todos los accesorios: caños, herrajes, sinfines, criques, etc.,puestos sobre vagón…”. Los considerandos expresan que la adquisición es imprescindible para “la instalación de una Fábrica de alfombras que el Gobierno de la Provincia, en cumplimento de las previsiones del 2° Plan Quinquenal, debe llevar a cabo en esta capital con el propósito de cimentar en la clase trabajadora una nueva fuente de recursos para su economía hogareña…”.

*Por el Decreto 3077 se dispone la adquisición de materiales y elementos con destino al funcionamiento de la Fábrica de Alfombras por intermedio de la Casa de Catamarca, en Buenos Aires. Se menciona .2000 kilos de lana teñida, 700 kilos de hilado de algodón, 9 tijeras, 12 peines y 20 cuchillos para alfombras. Dice que el Gobierno realiza la compra“… propendiendo a elevar el nivel económico un considerable sector de población de esta capital…”.

*El Decreto 3023, del 15 de diciembre de 1954, nombra auxiliar supernumerariopara “prestar servicio como Director en la Fábrica Oficial de Alfombras al Señor Luis Randolfo Barrionuevo”.

Los cambios de gobierno motivaron cambios de denominación.

En septiembre de 1962 pasa a llamarse “Empresa Provincial de la Industria Textil”; esta empresa tenía un directorio cuya presidenta era la señora de Reyes Oribe, Vice Presidente Sr. Porta, Gerente Antonio Miteritona, Secretario Mamerto Leiva y vocal Aldo R Visogni. En esta época se trabajan 13 calidades, desde 15x15 hasta 40X40.

En 1970 se la designa como “Escuela Artesanal de Alfombras” siempre con la filosofía que la institución debía formar “ovilladoras, urdidoras y tejedoras para que se pueda producir el efecto multiplicador, transmisor y conservador de este oficio”.
Durante el Gobierno de Hugo Mott se creó la “Dirección General de Artesanías” a cuyo frene quedó Carmelo Viñovesky. Por este tiempo se estableció el Mercado Artesanal Permanente.

En 1976 asume como interventor Quinto Basso hasta 1979, y lo continúa Belardino Raúl Mercado hasta marzo de 1980.Ese año se creó también la "Fundación de manos catamarqueñas", presidida por Gaspar Guzmán. Y en 1981 pasa a llamarse “Gerencia General de Artesanías” dirigida por Carlos Dalla Lasta

Actualmente la Fábrica pertenece a la Dirección de Artesanías, dependiente de la Secretaría de Estado de Turismo de la provincia de Catamarca.El taller-escuela, por el que pasaron varias generaciones de mujeres, funciona ahora en el Predio Ferial de la Capital de la provincia.

Mirada al mundo
La creación de la Casa de Catamarca en Buenos Aires trajo grandes oportunidades, superando expectativas, gracias a las exposiciones que se montan en la Capital nacional.

Ángela Taurel de Quinteros (quien se desempeñó como Gerente de Producción y Jefa de Producción durante 30 años) escribió el “Cuadernillo de Datos y técnica del tejido de alfombras-Historia de la fábrica de alfombras”. Ella relata que “…la señora María Ercilia Navarro Peñalba de Reyes Oribe, quien fue nombrada interventora el 20 de septiembre de 1955, (…) llevó a esta fábrica a su mayor esplendor. En esa época ya contaba con 150 tejedoras y 70 telares, nuestras alfombras se conocieron en todo el país: por ese entonces se crea la Casa de Catamarca en Buenos Aires, donde una vez al año se hacía una exposición lo que significaba grandes réditos monetarios y trabajo para todo un año por los pedidos que se debían confeccionar”.

En 1968, la tejedora Ramona Yolanda Roquera confeccionó la primera y única alfombra redonda y que en 1984 se asumió el desafío de elaborar una alfombra con lana de llama y oveja, empleándose 6.100 kilos de lana de oveja blanca y 11.500 kilos de lana de llama. En 1986 se elaboró una alfombra con lana de alpaca. La alfombra que más tiempo de trabajo demandó fue la encargada por Amalia Lacroze de Fortabat, de calidad 40x40 con una dimensión de 5 metros de largo, que obligó a acondicionar un taller especial.

En una de las visitas del Papa Juan Pablo II a la Argentina, recibió como obsequio un tapiz realizado en la Fábrica con su rostro. Y el Papa Francisco recibió como obsequio en la oportunidad de su entronización un tapiz realizado en la Fábrica con el Escudo Papal.

“Las persas…”, hace mención expresa al Festival del Poncho -donde la Fábrica muestra sus obras-, como la participación en distintas exposiciones y ferias artesanales del país e internacionales: “Las vidrieras en las que se exhibieron las alfombras fueron, sin duda las exposiciones nacionales e internacionales en la que participó la fábrica. Es protagonista principal en todos los eventos que se enmarcan en la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho. Se hicieron exposiciones en París, Madrid, Roma, Río de Janeiro, Montevideo y Santiago de Chile”, dice la Memoria Anual del Archivo administrativo de la Fábrica.

También en el año 2017 las alfombras catamarqueñas participaron en Buenos Aires de la Feria Internacional de Artesanías, donde se instaló un telar despertando gran interés en el público.

Hoy se reciben pedidos de trabajos desde Argentina y varios países del mundo.

Cómo se elaboran
Las alfombras se elaboran con el método del anudado manual, la misma modalidad utilizada desde siglos atrás en base a la técnica desarrollada originalmente en Persia y la India, llamada “nudo Smirna”.

Las tejedoras son “…el grupo de mujeres trabajadoras que elaboran las alfombras y tapices…” dice “Las Persas…”, y su arte-oficio identifica tres haceres independientes y complementarios: el de las ovilladoras, urdidoras y tejedoras.

Se utiliza un telar vertical especial de gran tamaño, diferenciándose del telar horizontal para la realización de mantas. Consiste en dos parantes de madera o chapa, uno a cada lado con orificios en ambos extremos donde entran el cabezal de los rolos

El dibujo del diseño a reproducir en el telar se realiza en papel milimetrado, adherido a un cartón, dibujo que indica a la telera la cantidad de nudos por metros cuadrado y al encargado de depósito la cantidad de lana que será necesaria. La telera recibe la madeja de lana y se encarga de hacer los ovillos.

El tejido consiste en anudar y recortar el hilo de lana sobre una urdimbre de hilo de algodón colocada en telar cuyo tamaño queda supeditado a las dimensiones del diseño. La calidad de la alfombra se determina en función de la cantidad de nudos.
A razón del tiempo que necesita el tejido y la especialidad que demanda, la alfombra se vuelve más costosa y más fina.

La densidad de los nudos define la calidad de la alfombra y su vida útil.

Telares del Alma
En julio de 2020 la dirección de Cultura de la Cámara de Diputados de la Nación realizó una muestra fotográfica sobre las alfombras y tapices catamarqueños, que contribuyó a hacer visibilizar en Buenos Aires y en el mundo este tesoro de nuestra provincia.

“Telares del Alma. Trama, nudos, diseño, color y emoción” fue el título de la muestra, impulsada por la diputada Ginocchio a raíz de su proyecto, que incluyó un conversatorio virtual con autoridades de la Cámara, especialistas, y el entonces ministro de Cultura Luis Maubecín. Las fotos fueron de los catamarqueños Ariel Pacheco y Carolina Cabrera.

“Buscamos elevar la artesanía a la categoría de industria cultural, con el valor agregado del diseño”, dijo Maubecín, quien contó por ejemplo que hay una oferta para reproducir cuadros de artistas argentinos, para lo cual será necesario ampliar la capacidad de producción. También se está trabajando junto a jóvenes diseñadores catamarqueños, de modo de mejorar el valor de la producción enteramente local.

“Nuestras alfombras y tapices son una expresión de la multiculturalidad en la que pueden verse la cultura de los pueblos originarios, el aporte español y también de la inmigración”, destacó Ginocchio en esa ocasión. 

En el conversatorio, la secretaria de Promoción Turística de la Nación, Yanina Martínez, rescató la “pasión y emoción” que se pone en esta actividad, y resaltó que la mayoría de quienes se dedican a estos telares son mujeres: “para hacer los nudos se necesita fuerza, pero no rudeza. Delicadeza”. De este modo se fortalece el rol de la mujer en el Turismo, ya que su producción puede convertirse en un atractivo más para Catamarca.

La Fábrica de Alfombras y Tapices de Catamarca es pionera y única por sus características en el país y la región del continente. Su elaboración de nudos tejidos a mano en telar verticalpermanece ajena a toda forma de estandarización, manteniendo intacto lo tradicional y artesanal, como auténtica manifestación humana artística intercultural.

Sus valiosas alfombras cálidas, suaves, bellas, eternas, y sus tapices, son obras únicas y selectas que mantienen la gran fama y popularidad adquirida durante la segunda mitad del siglo XX.Tiene un fecundo valor histórico, simbólico, económico y cultural, que no sólo merece ser reconocido a nivel nacional, sino que también amerita darle mayor potencia y visibilidad. Rescatar esta industria cultural puede ayudar a la identidad catamarqueña, atraer al turismo, y crear nuevas fuentes de trabajo decente y creativo.

Texto y fotos: Especial para Revista Express
 

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