viernes 29 de marzo de 2024
deportes

Eva y Nadia Gambarella: las hermanas récord

La dupla más goleadora del fútbol femenino catamarqueño, hace historia.

Por Redacción El Ancasti

Juegan a la pelota desde la cuna y el fútbol sigue siendo desde entonces lo más importante de sus vidas. Eva, habilidad pura, goleadora nata, de arranque potente capaz de llevar defensas enteras a la rastra una vez que agarra velocidad, usa la casaca número 7 en la Selección Capitalina que acaba de ganar la instancia provincial del Nacional de Ligas. Nadia, todoterreno y capitana puro oficio, es la dueña del círculo central y distribuye el balón de primera dándole ritmo al juego de la misma selección campeona.

Juntas, son figuras indiscutidas del fútbol femenino de la Capital, que este año disputa su primera temporada oficial. Juntas han logrado hacer dar vueltas olímpicas al más impensado, dejando con las ganas al más pintado. Juntas han logrado cambiar la denominación corriente del equipo en el que juegan: “Jugamos contra las Gambarella”, desafían las rivales cuando miran en el fixture a Rivadavia de Huillapima, el modesto equipo de jovencitas al que se sumaron en la tercera fecha para arrasar contra todo y sacarlo campeón. También juntas, como lo hacen desde que eran chicas a pesar de cierta diferencia de edad, Eva y Nadia voltearon un añoso récord de los hermanos Ferreyra, artífices del glorioso Sarmiento hexacampeón.

Eva y Nadia, Nadia y Eva convirtieron, entre ambas, 25 goles apenas en lo que se va disputando de la actual temporada. Eva marcó 16 goles mientras que Nadia hizo 9, todo en apenas siete partidos. Con esta notable marca se convirtieron en las hermanas goleadoras más temibles de la historia del fútbol catamarqueño. Lo dicho: hasta la aparición en competencias oficiales de “las Gambarella”, el registro máximo de hermanos marcando en una misma temporada pertenecía al trío de hermanos Ferreyra, que en la temporada de 1939 convirtieron 24 goles entre todos. Ese año, Darío hizo 13, Rodolfo “Chicho” marcó 7, Severiano “Puyuyo” se anotó con 2 y las crónicas de la época (única fuente disponible) consignan otros dos goles de los Ferreyra, aunque no especifican a cuál de los hermanos corresponde, ya que había otros de su sangre en el equipo.

 

Evita

Además Eva, de treinta años, pertenece al muy selecto grupo de elegidos que en el fútbol catamarqueño convirtieron seis goles en un mismo partido. Fue el 30 de junio pasado, en la goleada (también máximo histórico oficial) 15-0 de su equipo sobre Independiente de Huillapima. En el mismo partido Nadia marcó 4 tantos, lo cual también es récord a nivel provincial en el mismo rubro de hermanos. 

Sin embargo, ella no se muestra sorprendida. “Una vez le hicimos 19 goles a Dirección de Transporte en un torneo del Ateneo Mariano Moreno”. A los 15 años ya le decían “la Batistuta”, por sus características similares al gran goleador argentino. “Ningún arquero me parece bueno, yo les hago goles a todos. Amo jugar al fútbol, amo ganar”, confiesa muy decidida, tal como se mueve en la cancha.

“Con la selección fuimos varias veces a jugar a Buenos Aires. Incluso le ganamos 4 a 1 a San Lorenzo de Almagro y le hicimos partido a Racing, a Huracán... no somos menos que nadie. Hay muy buenas jugadoras en Catamarca”, se compara con la autoestima propia de los ganadores.

Es esa misma confianza la que la llevó a ser convocada a jugar en otras provincias, como por ejemplo en el primer torneo internacional disputado en Córdoba, o como cuando se puso la camiseta de la selección de Valle Viejo, o en Mutquín, o en los Campeonatos Nacionales o en La Casona. Eva es la misma con los colores de Los Sureños, de Policial, de Villa Cubas, en los Regionales del NOA, en Las 250 e incluso en el Fútbol 5 que siempre la tiene como protagonista. Es que el fútbol para ella es una pasión. La que heredó de su papá Julio César y de sus hermanas mayores que ya jugaban cuando ella despuntaba.

Actualmente, descarta la posibilidad de irse a jugar afuera. “Soy muy familiera, recibo ofertas, pero ya no creo que me vaya a jugar afuera de Catamarca”, dice posponiendo el sueño eterno de vestir los colores de su querido River Plate, aunque todavía tiene varios años de carrera deportiva por delante.

 

Nadia

La zurda hincha de Boca es centrojás, pero lleva la 10 y la cinta de capitán. ¿Dice algo eso? Sin bien, por su espectacular presente, su hermana siete años menor se lleva hoy la atención de todos, es Nadia la que le abrió el camino. Y la que la acompaña, cómplice, en sus grandes conquistas.

Con una trayectoria envidiable para cualquier jugador, Nadia Celeste Gambarella ha sido figura en la Ciudadela tucumana con los colores del glorioso San Martín y ha sido campeona indiscutida en el fútbol riojano, y dejó su impronta en Belén, Tinogasta, Mutquín y Andalgalá, entre otras tierras. Su presencia en numerosos clubes de la región y en las selecciones de Valle Viejo y Catamarca le han dado un rodaje digno de los cracks. Su aplomo se observa en el juego a un toque, en el panorama y la decisión siempre correcta para elegir el pase, incluso el pase filtrado a los delanteros. Y en la envidiable media distancia. Aun volanteando, se las arregla para llegar al gol, tal como lo demuestra el segundo lugar de la tabla de artilleras, detrás de Eva.

Las hermanas, siempre juntas. Como cuando jugaron con Cynthia –la mayor-, y María –la menor- en las canchitas de tierra o en los colosos estadios. Juntas, como cuando, bajo la batuta de su papá Julio César y de don Miguel Ocampos, precursores de la humilde Escuelita de Fútbol “Virgen del Valle”, iniciaron el derrotero de los torneos barriales para luego cruzar las fronteras del deporte.

Nadia y Eva, Eva y Nadia son dos mujeres hechas y derechas que piensan, sienten y viven con pasión. Después de tantos años de sembrar fútbol, aunque sea por el boleto y la comida o haciendo dedo y sin un mango, aún cosechan triunfos y anotan récords que van quedando firmes en la historia.

Juntas, despliegan toda la picardía de potrero aprendida con sudor en el barrio. Juntas, huyen al reclamo de su madre para que a esta altura de la vida “dejen de joder con el fútbol”. Imposible. Ellas van por más. Una vez más, juntas, el próximo partido engañarán a todos ejecutando un tiro penal con pase corto para que convierta su hermana. Y se estrecharán en el abrazo infinito las chicas futboleras que desde la cuna se propusieron triunfar. A fuerza de gritar goles.

 

Carlos Gallo

Fotos: Archivo familiar

 

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