jueves 28 de marzo de 2024
salud

La mentira

Por Redacción El Ancasti

Una de las conductas más típicas de los niños es la mentira. Pero, ¿por qué un adulto miente? Básicamente para obtener dos objetivos: evitar el dolor o tener placer. Muchos desarrollan el hábito de la mentira porque no les gusta su vida y buscan mostrar algo que en realidad no son. De este modo, se sienten valiosos frente a los demás. Mientras que muchos otros sueltan un rumor que no es cierto para lastimar a alguien a quien, en el fondo, envidian.

Podemos encontrarnos con estos dos tipos de mentirosos:

1. Aquel que miente para engañar con toda intención

Nadie está libre de haber dicho una mentira y, cuando lo hacemos, creemos que eso es lo mejor en ese momento. Pero debemos ser conscientes de que la mentira siempre es mentira. Solo la verdad nos permite relacionarnos libremente sin máscaras ni problemas difíciles de resolver. Es bueno aclarar aquí que no es lo mismo una mentira que un error. A veces, surgen malentendidos porque todos interpretamos la realidad de manera distinta, de acuerdo con nuestra visión de la vida. Pero el mentiroso que tiene toda la intención de engañar casi siempre desea hacer sufrir al otro. Por ejemplo, para cuidar su propia imagen porque en verdad es alguien muy inseguro.

2. Aquel que miente y fabula

Hay gente que acciona impulsada por su imaginación. Por eso, nos topamos con “fabuladores” que crean su versión de una historia con detalles propios que no son reales. Suelen mentir por cualquier cosa y, a pesar de que reconocen su comportamiento, no persiguen un beneficio. Mienten por el hecho de mentir o porque se les ha hecho costumbre. Esta actitud se denomina “mitomanía” y es un trastorno compulsivo.

 

¿Querés construirte una vida que valga la pena vivir?

Entonces procurá siempre ser quien sos sin pretender ser alguien más. Para lograrlo, es fundamental hablar siempre la verdad, cueste lo que cueste. Cuando nos movemos con la verdad, jamás debemos preocuparnos por recordar lo que dijimos.

Una mentira siempre implica un ocultamiento (pero un ocultamiento no necesariamente es sinónimo de mentira). Los seres humanos tenemos vidas privadas, además de vidas públicas, y somos nosotros quienes tenemos que elegir con quiénes vamos a compartir nuestra intimidad. Escogé a quiénes les vas a contar tus cosas personales con sabiduría, ya que no todos son capaces de alegrarse con tu alegría.

El mentiroso que miente con frecuencia, casi como si se tratara de una compulsión, precisa reforzar sus palabras para que los demás crean lo que está diciendo. Es así que suele emplear frases tales como: Para serte franco… A decir verdad… Lo juro por la vida de… Habla además en voz baja y sonríe a medias. Escuchemos atentamente a alguien, cuando sospechamos que nos miente.

Tal vez el mayor desafío en este mundo en el que vivimos hoy, donde el engaño y la mentira abundan, es ser una persona honesta. A veces, a alguien que siempre dice la verdad lo tildan de tonto o ingenuo. Pero puedo asegurarte que la recompensa de hablar la verdad, pase lo que pase, puede sorprendernos grandemente.

 

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